“Filagro era menudo, de rostro severo y mirada penetrante. Se encolerizaba fácilmente, pero no ignoraba su carácter. Cuando uno de sus amigos le preguntó por qué no disfrutaba teniendo hijos, contestó: "Porque no disfruto de mí mismo."
- Filóstrato, Vida de los sofistas.
Dicen de él, que fracasó porque: "no se puede ser demasiado novedoso en las cadencias y desperdigado en los pensares"
ResponderEliminarO tal vez, sufriera de un trance mesmérico.
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