"Sin dignidad nuestras vidas duran un pestañeo. Pero si nos las arreglamos para llevar adecuadamente una buena vida, creamos algo más. Escribimos un subíndice a nuestra mortalidad. Convertimos nuestras vidas en diamantes diminutos en la arena cósmica."
- Ronald Dworkin, Justicia para erizos.
El otro día mi amigo, a mucha honra, Harold Raley, discípulo de Marías y persona con la que con toda seguridad se llevaría usted estupendamente, porque es más majo que las pesetas, y un sabio, y sencillo como y cálido como un amanecer de junio, compartía esto en facebook:
ResponderEliminar"Recently my eleven-year grandson summarized the human condition in a way that was more concise than anything I ever came across in my studies in philosophy. He was in the car with us but wishing he were anywhere and doing anything else. “How are you doing, love?” his mother asked him. In considerable distress, he answered: “I’m just sitting here trying not to die.” Isn’t that what nearly all humanity is doing at any given moment: trying not to die?"
Un hombre que encuentra ocasión para descubrir cosas graves en el más cotidiano de los sucesos, ¿es un sabio o no es un sabio?
Un abrazo de un erizo con pocas púas
Emocionante y estrictamente verdadero. Ortega tiene razón: la vida, a secas, no sabe a nada. Por eso mismo el Reino del Cielo está reservado a los erizos... o por lo menos, sus primeras filas.
EliminarA Ortega le encantaba la expresión española "desvivirse", porque es la única forma de vivir auténticamente, deviviéndose. La libertad descomprometida, la vida cuya prioridad es estar a salvo, es como el barco del que usted habla, seguro en el puerto pero absurdo si no sale nunca de él.
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