Esta mañana al levantarme y notar que no me seguía Bacallà Salat para pedirme alguna cosa, he comprendido que tenía toda la razón del mundo Unamuno cuando aseguraba, en su Elegía a la muerte de un perro, que no estaba dispuesto a ir al cielo si no se encontraba allí con su perro.
Sus ojos mansos
no clavará en los míos
con la tristeza de faltarle el habla;
no lamerá mi mano
ni en mi regazo su cabeza fina
reposará.
Y ahora, ¿en qué sueñas?
¿dónde se fue tu espíritu sumiso?
¿no hay otro mundo
en que revivas tú, mi pobre bestia,
y encima de los cielos
te pasees brincando al lado mío?
...
Allá, en el otro mundo,
tu alma, pobre perro,
¿no habrá de recostar en mi regazo
espiritual su espiritual cabeza?
La lengua de tu alma, pobre amigo,
¿no lamerá la mano de mi alma?
...
Moriste con tus ojos
en mis ojos clavados,
tal vez buscando en éstos el misterio
que te envolvía.
Y tus pupilas tristes
a espiar avezadas mis deseos,
preguntar parecían:
¿Adónde vamos, mi amo?
¿Adónde vamos?
El vivir con el hombre, pobre bestia,
te ha dado acaso un anhelar oscuro
que el lobo no conoce;
¡tal vez cuando acostabas la cabeza
en mi regazo
vagamente soñabas en ser hombre
después de muerto!
¡Ser hombre, pobre bestia!
Mira, mi pobre amigo,
mi fiel creyente;
al ver morir tus ojos que me miran,
al ver cristalizarse tu mirada,
antes fluida,
yo también te pregunto: ¿adónde vamos?
...
Descansa en paz, mi pobre compañero,
descansa en paz; más triste
la suerte de tu dios que no la tuya.
Los dioses lloran,
los dioses lloran cuando muere el perro
que les lamió las manos,
que les miró a los ojos,
y al mirarles así les preguntaba:
¿adónde vamos?
Ayer descubrí que mi finitud consciente era incapaz de soportar la finitud inconsciente de los ojos sin vida de un animal.
Le acompaño en el sentimiento. Hoy es usted más grande.
ResponderEliminarHe leído en clase el texto de Unamuno y los adolescentes de tercero de ESO han guardado un respetuoso silencio. Luego he seguido la clase sin necesidad de hacer interrupciones, hoy tocaba "Cataluña bajo los Austrias"...
José