Y profetas, ya ni hablamos...
Y sus Savonarolas...
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.
I Como con frecuencia me cuesta decir que no, me veo obligado a asumir las consecuencias de mi pusilanimidad: vivo bajo un alud de comprom...
Y profetas, ya ni hablamos...
ResponderEliminarY sus Savonarolas...
ResponderEliminar