Y profetas, ya ni hablamos...
Y sus Savonarolas...
I Sabía que A.S., un amigo íntimo, estaba muy enfermo. Pero no sospechaba hasta qué punto lo estaba. Por eso aquella noche en aquel hotel de...
Y profetas, ya ni hablamos...
ResponderEliminarY sus Savonarolas...
ResponderEliminar