Buscar este blog

viernes, 30 de mayo de 2014

Las miserias del ayudante de cámara

"Nadie es un gran hombre para su ayudante de cámara", dejó dicho Goethe. Evidentemente esta no es una puya contra los grandes hombres, sino contra los ayudantes de cámara. Si, pongamos por caso, Beethoven tenía gastroenteritis, eso es algo que -en todo caso- sólo podría haber afectado a su música en aquellos sublimes momentos en que pone a los instrumentos de viento a cabalgar. Vamos, digo yo...

Suchet also presents ongoing reports regarding Beethoven’s gastrointestinal issues, which run through the book like an idée fixe. These begin with a description of the stomach pains and diarrhea that Beethoven experienced before his first concert at the Burgtheater in Vienna in 1794, followed by periodic updates on his irritable bowel syndrome, bad digestion, irregularity, acute constipation, colic, distended stomach, and more. While these disorders have been noted elsewhere, they are presented in unusual detail here, so much so that one begins to wonder whether the book might have been more aptly titled The Inner Beethoven. This may be more information about Beethoven’s bodily functions than we want to know.

5 comentarios:

  1. Muy similar, sobre Borges:
    http://www.literaryreview.co.uk/jackson_05_14.php

    ResponderEliminar
  2. Entre los libros que ha recomendado David Brooks en el NYT, se encuentran los tres volúmenes que sobre el presidente Theodore Roosevelt escribió Edmund Morris. Pues bien, Morris es también autor de una biografía de Beethoven, más interesante de lo que podría esperarse de un libro que se presenta como de divulgación.
    También contiene algunos escritos sobre temas musicales su colección de ensayos 'This living hand'. Entre ellos, uno sobre la génesis del libro anterior: 'How I escaped death by snakebite and lived to write about Beethoven'.

    ResponderEliminar
  3. Todo esto será innecesario en un futuro inmediato. No hará falta ayudante de cámara o falso amigo que revele nuestras miserias. Ya están todas, o se pueden casi reconstruir a partir de metadatos, en internet. Hoy nos hacen la publicidad a medida, mañana sabrán si mirábamos porno, teníamos ideas retrógradas o nos gustaba música hortera. Y todo ello cada vez es de mayor interés para la audiencia o el público si el implicado es conocido. Ay de los que alcancen celebridad porque todo se sabrá. Ya hoy se ha convertido en demasiado fácil acabar con la reputación de cualquiera que incomode.

    ResponderEliminar
  4. El gato de Schrödinger9:23 p. m., mayo 30, 2014

    A ver qué le parece esto.

    Ya advierto que el niño tiene algo de repelente niño Vicente. Parece uno de esos niños inverosímiles de película de Hollywood. Pero no me cabe duda de que le espera un gran futuro.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Demonios! ¡Me podría haber avisado usted que al lado estaba Sir Ken! ¿Ahora cómo me repongo yo?

      Eliminar

Perillán

 I Contestándole un mensaje a Jorge Freire me emerge espontáneamente de no sé donde, pero directo y contundente, el adjetivo "perillán&...