En numerosas historias medievales de Alejandro Magno se cuenta que Aristóteles, queriendo conocer el fondo del mar, se construyó una especie de batiscafo para poder satisfacer su curiosidad.
Bien curiosa es esta miniatura de La Geste ou histore du noble roy Alixandre, roy de Macedonne, del siglo XV, donde el fondo del mar se muestra como un mundo descolorido, pero bien poblado, tanto por animales como por humanos y sirenas, que también parecen sentir curiosidad por Aristóteles.
Copia del siglo XVII de una novela alejandrina en la que se recoge el mismo hecho, pero con menos salero.
interesantísimo
ResponderEliminarEncontrar este blog es un milagro. Saludos