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jueves, 2 de junio de 2011

En una asamblea anti-sistema

Esta mañana he asistido a una asamblea de un grupo de personas caracterizado por su radical resistencia a integrarse en "el sistema". Llevan su alejamiento del sistema a tal extremo que están fuera del mundo, llevando un modo de vida completamente alternativo, caracterizado por su respeto a la naturaleza... o, quizás, mejor, por su amor a las cosas naturales, ya que son capaces de extasiarse viendo como el mar rompe en la costa, o la fragilidad de una flor o el canto de un jilguero. Su comunidad es tan progresista que nadie dice esto es mío, porque todo es de todos. El derecho de propiedad no existe. Viven en paz y mueren en paz. De hecho he sido invitado a la despedida de uno de los miembros.

Estos anti-sistema son los monjes de la cartuja de Montalegre, en Tiana, de los que ya he hablado otras veces aquí. Hoy enterraban a uno de los suyos y lo han hecho con tal serenidad que si es cierto que filosofar es aprender a morir (que creo que lo es), constituyen una auténtica comunidad filosófica. 

Llovía durante el entierro y los monjes cantaban alabanzas a Dios. Os dejo un par de imágenes tomadas un poco furtivamente en el transcurso del mismo, pero es que he estado pensando toda la mañana en la radicalidad antisistémica de estos frailes y no podía resistir la tentación de mencionarlos en El Café de Ocata.

Por supuesto la asamblea ha sido la misa de requiem.


12 comentarios:

  1. Se supone que esta entrañable crònica no lleva un sesgo irònico, eh? Porqué la realidad es que muchos -no todos, vale- jovenes "antisistema" estan más cerca de estos monjes que casi nadie. Y disculpemosles si yerran a veces. Ya se sabe_ "Gent jove, pa tou." Ya cambiarán con la edad. Y puede que algunos puedan situarse. Detrás de una ventanilla o en una cadena toda su vida, por ejemplo.

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  2. Criteri: Yo comprendo -se lo aseguro- muy bien a los jóvenes utópicos de veinte años (a los de 25, ya no tanto), lo que la edad me impide es ser su cómplice.

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  3. Es una cuestión de dimensión, de "estructura": los actuales anti-sistema niegan la mayor y pecan por elevación, queriendo cambiarlo -el sistema- para todos, velis nolis..., mientras estos monjes de los que hablas no aspiran a tanto, digamos que empiezan hablando por uno mismo, el camino con un primer paso, no a carrera tendida. Que diría Cantiflas, "ahí está el detalle, compadre".
    Saludos

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  4. Hacer del silencio un aliado, supongo que es la clave.
    Descanse en paz.

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  5. Me impresiona esa inhumación tan a flor de piel, tan humilde, frente a la profiláctica incineración que me resulta tan antipática.
    Saludos.

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  6. Pero ¿por qué "amsamblea"? ;)

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  7. Solo una aclaración. No hace falta ser "còmplice" de las acciones,de toda la parafernàlia y carnaval con que "se" identifica a los antisistema para participar en la idea de un mundo más...sencillo. Idea que no es patrimonio de ellos y seguro comparte D. Gregorio.

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  8. Con todo, basta repasar la biografía de Juan de la Cruz para darse cuenta de que entre los monjes anidan también todas las pasiones humanas, las excelsas y las deleznables. Apartarse del mundo es una renuncia, en efecto, pero en no pocas ocasiones es tambien una declaración de desprecio y de impotencia y/o de cobardía. "Retirarse" a un convento, es la expresión, es decir, dar un paso atrás; abandonar, pues, la lucha de cada día por la supervivencia en aras de la paz intramuros, sobreviviendo con lo indispensable. Tiene su épica espiritual, a veces excelsa, como la mística; pero también no poco egoísmo. Me provocan sentimientos contrarios.

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  9. Don Gregorio, ¿y las fotos? Me encantaría verlas.
    Juan

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  10. Juan: La verdad es que tras ponerlas aquí, me pareció que no estaba actuando correctamente exponiendo de manera indiscriminada imágenes de un acto tan singular como un entierro. Así que decidí retirarlas. Creo que usted me comprenderá.

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