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miércoles, 8 de junio de 2011

Contigo pan y...

París, 1933. En un departamento minúsculo del Quartier Latin un joven matrimonio de exiliados alemanes pasa hambre. Nada del otro mundo, por otra parte. Gadamer que visitó a mediados de año a varios exiliados escribió que "pasaban más hambre que las ratas". La pareja está sentada frente a una mesa sobre la que hay una baguette y un manuscrito. El pan huele a pan y el manuscrito... a embutidos. Así que abren la barra de pan como su fueran a hacerse un bocadillo y la rellenan con las hojas del manuscrito, apretándola bien. Cuando consideran que se ha impregnado lo suficiente, retiran las hojas y se comen el pan, un poco melancólicamente, es cierto, porque han de poner toda su fuerza de voluntad en cada bocado si quieren recuperar el lejano sabor de embutidos que se apunta en su boca. Él es Günther Anders y ella Hannah Arendt. En el manuscrito se encuentra la opera prima de Anders, Las catacumbas de Molussia, una crítica feroz del nazismo. Cuando se exilió de Alemania no se atrevió a pasar con él la frontera y lo dejó en casa de unos amigos, que lo envolvieron como si fuera un buen trozo de tocino y lo colgaron de la chimenea como si se estuviera secando, al lado del salami, el jamón y las salchichas. Aquel olor es el que ahora se insinúa en su boca mientras mastican el pan lentamente, en silencio, uno frente al otro, hasta destilarlo.

7 comentarios:

  1. Magníficas imágenes las que dejan tus letras.
    Un saludo.

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  2. No conocía esta anécdota. Mientras, ella trabajaba en una organización dedicada a "sacar" niños judíos de Alemania. Y seguían escribiendo y leyendo y pensando... Sin fuerzas ni tiempo para acampar en la plaza y mostrar al mundo su indignación.

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  3. Lola: Que yo sepa, Arendt no se refiere nunca a estos hechos. Es Anders quien los menciona en algunas entrevistas. A partir de ellas los he recompuesto. Lo ocurrido después con el libro lo contaré en un artículo en el ARA. Lo que sólo te cuento a ti es que Anders reescribió el libro por completo y a medida que lo iba reescribiendo se lo iba leyendo a Arendt... lo cual provocaba discusiones interminables entre ambos que poco a poco los fueron distanciando. Para ella los análisis de Anders eran excesivamente marxistas.
    Cuando finalmente él termino el libro se lo llevó a un editor comunista de París, que n se lo publicó porque no estaba en consonancia con la línea del Partido.

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  4. El Partido... que se tragaría sin pestañear, inasequible al desaliento, el pacto de papá Stalin con Hitler. De un día para otro, bueno hay que revisar algunas cosillas...
    Compraré el "Ara"

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  5. Lola: El artículo sobre Las Catacumbas de Molussia saldrá el próximo domingo en el ARA.

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