Leyendo el post anterior pensaba en la pregunta de Arendt, "¿Por qué nos es tan difícil amar al mundo?" (cito de memoria) Bueno, hay cosas, y cosicas, que nos lo facilitan súbitamente, sin darle más vueltas.
Lola: De eso quiero hablar, en parte, en el próximo apunte. Cuando Platón habla de eros, en el Banquete, por una pare lo teoriza, y por esa vía asciende hasta lo "en sí", que resulta ser anerótico; y por otra lo muestra, como cuando Alcibíade irrumpe súbitamente y va a sentarse junto a Agatón (mientras los demás discuten de "tó agató") y de repente (exaiphnes) descubre a su amado Sócrates. Resulta que el amor que nos aparece de repente se pierde cuando por teorizarlo, perdemos su singularidad por el camino.
Pues no sé qué decirte de la salud mental de la criatura....riesgo tiene la cosa...pero alguna valenciana,,,y algún que otro valenciano nos vamos salvando de momento. En mi caso lo tengo crudo pues para más dificultad, mi psiquiatra el pobre es madrileño..
Jo, no me extraña que se le caiga la baba :)
ResponderEliminarQué guapo!!!!
ResponderEliminar¡Tres meses y medio, oigan!
ResponderEliminar¿pero no va vestido de chulapo?
ResponderEliminarO según como se mire, Rubén, de Olentzero (la unidad de España a través de la unidad de sus diversidades)
ResponderEliminarCómo de chulapo? Es uno de los trajes tradicionals de mi tierra...lleva un blusón fallero de lo más auténtico¡¡¡¡
ResponderEliminarEl chiquitín es una preciosidad.
Leyendo el post anterior pensaba en la pregunta de Arendt, "¿Por qué nos es tan difícil amar al mundo?" (cito de memoria)
ResponderEliminarBueno, hay cosas, y cosicas, que nos lo facilitan súbitamente, sin darle más vueltas.
Si va a València primero deberia ir de fallero mayor.
ResponderEliminarNor: Tengo que estar vigilante: ¿será compatible la salud mental de mi nieto con el Estado de las autonomías?
ResponderEliminarLola: De eso quiero hablar, en parte, en el próximo apunte. Cuando Platón habla de eros, en el Banquete, por una pare lo teoriza, y por esa vía asciende hasta lo "en sí", que resulta ser anerótico; y por otra lo muestra, como cuando Alcibíade irrumpe súbitamente y va a sentarse junto a Agatón (mientras los demás discuten de "tó agató") y de repente (exaiphnes) descubre a su amado Sócrates. Resulta que el amor que nos aparece de repente se pierde cuando por teorizarlo, perdemos su singularidad por el camino.
ResponderEliminarJúlia: Allá está. No me olvido de que tenemos pendiente un recital en Ocata... ¿para mayo?
ResponderEliminar¡Tres meses y medio! Está precioso.
ResponderEliminarAbrazos,
Diego
La salud mental de su nieto esta garantizada en la casa que ha nacido. Y Chulapo de Madrid, pero Madrid es el rompeolas de España.
ResponderEliminarPues no sé qué decirte de la salud mental de la criatura....riesgo tiene la cosa...pero alguna valenciana,,,y algún que otro valenciano nos vamos salvando de momento. En mi caso lo tengo crudo pues para más dificultad, mi psiquiatra el pobre es madrileño..
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