Esto me recuerda al chiste del profesor de psicología que está explicando en clase lo que es el ego: . -El ego -dice- es ese argentinito pequeñín que todos tenemos en el cerebro... A lo que el alumno argentino levanta la mano y exclama: -¡¿Y por qué tiene que ser pequeñín?!
Hay quienes lo erectan, es decir, lo erigen como un asta del que colgar la bandera de la identidad, dispuestos a convertirlo en ergo, e incluso en tantum ergo...
Rigurosamente cierto...
ResponderEliminarAbrazos,
Diego
El verdadero problema se da cuando es el único.
ResponderEliminarSerá por eso que es el mas preñador
ResponderEliminarDisiento. Cada vez más es un órgano vestigial.
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ResponderEliminarUf, desde luego.
ResponderEliminarEsto me recuerda al chiste del profesor de psicología que está explicando en clase lo que es el ego:
ResponderEliminar.
-El ego -dice- es ese argentinito pequeñín que todos tenemos en el cerebro...
A lo que el alumno argentino levanta la mano y exclama:
-¡¿Y por qué tiene que ser pequeñín?!
Hay quienes lo erectan, es decir, lo erigen como un asta del que colgar la bandera de la identidad, dispuestos a convertirlo en ergo, e incluso en tantum ergo...
ResponderEliminarESperamos expectantes la primera lección.
ResponderEliminarPor si no lo conoce.
ResponderEliminarhttp://www.clarionreview.org/2010/02/our-hero-socrates/
y el más frágil
ResponderEliminarClaudio, usted conseguirá que yo lea inglés. Leído el prólogo al libro sobre Sócrates, con paciencia y diccionario. Truth and love.
ResponderEliminarLola: Me pregunto cómo se las arreglarán en los blogs que no tienen un Claudio.
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