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domingo, 28 de junio de 2009

Un corazón en la mano

En cuanto refresca un poco saco a pasear al Pancho, el perro de mi hijo, por los campos abandonados ("liecos", así se los llama en mi pueblo) que hace unos pocos años eran viñas, en Teià. Me llevó el Teeteto bajo el brazo, ese diálogo platónico en el que tres que van caminando se preguntan qué es caminar. Mientras avanzan en línea recta, su conversación no deja de dar vueltas sobre sí misma, de manera que acaba en la confusión justamente cuando llegan a su destino. ¡Cosas de Platón! Al abrir el libro se ha caído una nota escrita hace un par de años. La transcribo literalmente:
"Estación de Sants. Mi mujer se va a Pamplona. Una niña de unos siete u ocho años llora desconsolada abrazada a las piernas de su madre. "¡No te dejes pegar! -le grita ésta- ¡Otra vez que te peguen me tienes que traer un corazón en la mano!"

viernes, 26 de junio de 2009

Cosas vistas

I

II
Vi ayer por la tarde a una pareja de turistas poco más que adolescentes zampándose una paella en la Rambla de Santa Mónica bajo la lluvia, empapándose, pero ajenos a todo. Eso también debe ser amor. Por cierto Celia, llegué tarde y ya no te vi.

III
Vi también a un hombre de mediana edad y no especialmente robusto cargar con una viga de hierro de ... no sé... metro y medio como mínimo. ¡Y como si nada!

IV
He visto esta mañana en la estación de Mataró una joven musulmana con la cabeza encasquetada en un pañuelo, chaqueta vaquera de mangas largas y un vestido vaporoso, de pie en el andén, a contra luz, completamente transparente. Llevaba unos zapatos blancos desgastados y calcetines largos y gruesos que le llegaban hasta las rodillas. No digo más. Llegó el tren por la vía dos con destino a Hospitalet de Llobregat. Nos subimos, se puso en marcha y la perdí de vista.

Teut, Tamus y la USB

"Me he enterado que en Naucratis, en Egipto, residía el dios Teut, al que estaba consagrado el ave llamada Ibis. Decían que había inventado los números y el cálculo, la geometría, la astronomía, el juego de dados y hasta las letras. En aquel tiempo Tamus era el faraón de Egipto y residía en Tebas. A esta ciudad acudió a visitarlo Teut para mostrarle sus inventos asegurando que convenía enseñárselos a todos los egipcios. El faraón se interesó por la utilidad de cada uno y mientras Teut se los iba explicando, los elogiaba o criticaba. Cuando llegó a la USB, Teut dijo: "Este invento, gran faraón, hará más sabios a los egipcios, porque es un poderoso fármaco para su memoria". Tamus le respondió: "Ingeniosísimo Teut, no es lo mismo inventar algo que ser consciente de su utilidad. Este invento producirá en las almas el olvido porque los hombres abandonarán el cuidado de su propia memoria. Tendrán más confianza en la memoria externa que en la propia. Creerán ser sabios porque dispondrán de una enorme capacidad de almacenamiento de datos sin necesidad de aprendérselos. Sin embargo, en la mayoría de los casos serán unos ignorantes y muy difíciles de tratar, porque no serán auténticos sabios, sino sólo sabios de fachada"

G.L., en el tren, tras concluir la lectura del Fedro de Platón.

martes, 23 de junio de 2009

Como legumbre imposible de cocer

El Platón que más me gusta es el anciano filósofo de las Leyes, un diálogo sobre el mejor régimen político posible, escrito a contracorriente del escepticismo que ha ido impregnando su inteligencia con el transcurso de los años. Si en la República defiende insistentemente la fuerza de los argumentos, aquí tiene más confianza en el poder de la persuasión. La diferencia es que los argumentos valen lo que vale su lógica interna, mientras la persuasión vale según su capacidad de sugestión o, como diría Platón, según su poder para encantarnos. De ahí que el mito sea el elemento fundamental de la persuasión.

Sabe Platón que son muchos los cabos que hay que atar para garantizar una buena administración de la cosa pública. Y aún así, esta bondad siempre será frágil. En cualquier caso el fundamental, sin duda alguna, es la educación. Pues bien, el Platón de las Leyes (que es el Platón más irónico) observa como de pasada:
"Pero puesto que nosotros no legislamos ahora, como lo hacían los antiguos legisladores, para los héroes, hijos de dioses según la tradición, sino que somos hombres y legislamos para hijos de hombres, no se llevará a mal el que temamos que alguno de los ciudadanos nos nazca como legumbre imposible de cocer y resulte por naturaleza tan duro que no llegue a ablandarse." (853 c-d)."

Hoy por decir esto pasaría por facha. Pero a medida que nuestra mirada a la naturaleza humana se torna cada vez más perpleja porque no estamos dispuestos a perdonarle que no se someta dócilmente a nuestras buenas intenciones, no está mal recuperar esta imagen platónica de las legumbres imposibles de cocer.

Ya ven, conservador que se va haciendo uno.

domingo, 21 de junio de 2009

Irán: Los ojos de la muerte

La muerte. Sin más palabras.


مکان: خیابان کارگر، تقاطع خسروی و شهید صالحی، ساعت 7:20 مورخه 20 ژوئن، سی خرداد، Basij shots to death a young woman in Tehran's Saturday June 20th protests At 19:05 June 20th Place: Karekar Ave., at the corner crossing Khosravi St. and Salehi st. A young woman who was standing aside with her father watching the protests was shot by a basij member hiding on the rooftop of a civilian house. He had clear shot at the girl and could not miss her. However, he aimed straight her heart. I am a doctor, so I rushed to try to save her. But the impact of the gunshot was so fierce that the bullet had blasted inside the victim's chest, and she died in less than 2 minutes. The protests were going on about 1 kilometers away in the main street and some of the protesting crowd were running from tear gass used among them, towards Salehi St. The film is shot by my friend who was standing beside me. Please let the world know.

Twitter on the Barricades: Six Lessons Learned

sábado, 20 de junio de 2009

Pregunta con cohetes al fondo

¿Si el Paraíso no incluyera las frutas prohibidas, sería el Paraíso?

Civilization by Marco Brambilla from CRUSH on Vimeo.

Platón estaba en todo

Leyes, 653 c-d: "De esa recta crianza de placeres y dolores que constituye la educación (paideia) se desvía y pervierte buena parte de los hombres durante el curso de su vida; y los dioses, compadeciéndose del linaje humano, que resulta tan sujeto a miseria, han dispuesto para ellos unos relevos de las penalidades, que son los periodos de sus fiestas."

Quizás este párrafo explique por qué los estudiantes catalanes que se examinaban de selectividad saltaron de alegría al ver que "les tocaba" Platón.... o quizás, simplemente, padecían una súbita tensión anímica que los precipitó en masa hacia el Fedón, desechando otras opciones (Hume y, sobre todo, el examen de historia).

A los profesores de filosofía de bachillerato les puede interesar saber cómo ha sido el examen de la selectividad francesa, que tuvo lugar el pasado día 18. Los alumnos disponían de cuatro (he escrito bien, sí cuatro) horas para responder una de tres cuestiones, a elegir. Podía ser un comentario de textos o el desarrollo de un tema (de dos propuestos). El texto era, según la especialidad, de Schopenhauer (El mundo como voluntad y representación), Locke (Ensayo sobre el entendimiento humano) o Tocqueville (La democracia en América). Entre los temas propuestos estaban los siguientes: "¿La objetividad de la historia supone la imparcialidad del historiador?", "¿El lenguaje traiciona el pensamiento?", "El desarrollo técnico transforma a los hombres?", "¿Es absurdo desear lo imposible?", "¿Hay cuestiones a las que ninguna ciencia responde?"


jueves, 18 de junio de 2009

Castellón, ida y vuelta.

I
Me entero en Castellón de que le han dado el "Premi Nacional de Literatura" a Jaume Pòrtulas. Me alegro. Se lo merece, sin duda. Intento llamarlo, pero me da pudor. Felicidades, Jaume.

II
El Moviment de Renovació Pedagògica de Castelló me ha invitado a presentar "L'escola contra el món". Me encuentro con una gente magnífica, muy cordial, y muy seria. No sé qué aprenderán de mí, pero yo estoy aprendiendo mucho de estos viajes.

III
Es la primera vez que piso Castellón de la Plana. Y gracias el aprecio que me entregan generosamente quienes me reciben, me llevó un recuerdo inolvidable.

IV
He salido de Castellón esta mañana, muy temprano, con la intención de volver muy despacio hasta Ocata. He hecho la primera parada en Peñíscola, ya invadida de turistas. No hay nadie más invisible que un turista. O quizás sí, yo, turista de un día, leyendo en la capilla del castillo de Peñíscola una inscripción que dice: "El juicio final descubrirá misterios de la historia". Al descender del castillo, el papa Luna desde su alta cátedra de bronce, me ha parecido que asentía.

V
A los pies del castillo me sirven un granizado enorme de limón. Sin ninguna duda, el más sabroso que he tomado en mi vida. Justo en su punto da sabor, de dulzor y de frío. El hombre que me lo ha servido es el propietario de una pastelería humilde. Va desarreglado, mal afeitado. Es miope. Cuando le comento lo bueno que me ha sabido, me contesta: "Yo es que lo hago natural, no como en esos sitios que tienen un cartel que pone 'natural'. El mío es de mis limones". Inmediatamente después se queja del tiempo. "Fa un calor brut", me dice. Asiento y le pido otro granizado. La excursión al castillo me ha dejado seco. El hombre, agradecido, me lo trae el doble de grande. "Al mismo precio", insiste, "por usted".

VI

Paro a comer en Tortosa. Un mendigo me señala con el dedo desde el umbral de una tienda de moda.
- ¡Niño, dame un cigarro!
- Lo siento, no fumo.
-¡Joder, qué rollo!
Me río.
- ¡A ver -me aclara-, que no lo digo de mal rollo, porque nadie tiene derecho a darme nada, que cada uno decida, libremente.

VI
Entro en la catedral de Tortosa y recito, más que rezo, un Padrenuestro sentado en un banco. Lo hago -intento hacerlo- con la misma actitud con la que escucho una sinfonía... pongamos que a Mahler dirigido por Abbado. El año pasado puse la cruz de Mahler en la declaración de hacienda. Este año pondré la del Padrenuestro. Me parece lo justo.

VII
Desde Tortosa remonto el Ebro, por la orilla derecha hasta Benifallet. Aquí cruzo el río y vuelvo por la orilla izquierda hasta conectar con la carretera que me llevará a Tarragona. Me gusta el olor del río. Lo identifico perfectamente, es el de mi infancia en la Ribera de Navarra. El paisaje de las huertas es el mismo, pero con naranjos y palmeras. El fondo agreste de las montañas que encajonan el río lo hace más dramático. Paso por Tivenys y Bítem. Me invade la melancolía al ver a los niños chapoteando en el agua.

VIII
La radio habla de Irán. Y de internet.

viernes, 12 de junio de 2009

Competencias mínimas

La prensa recoge hoy ampliamente los resultados de las pruebas de competencias mínimas pasadas a los alumnos catalanes de 12 años en lengua (catalana y castellana) y matemáticas. Los titulares son unánimes: el 25 por ciento no llega al nivel mínimo. ¿Pero qué se entiende realmente por "nivel mínimo" cuando se trata de competencias mínimas?

Dedúzcanlo ustedes mismos:

  1. Las pruebas no pretendían medir el nivel de los alumnos (es decir, cuál es su dominio real de una materia), sino sólo si han adquirido aquellas competencias que se consideran mínimas en estas materias. Y puedo asegurar que lo que se considera mínimo es realmente mínimo.
  2. Por alguna razón, las competencias mínimas no establecen el nivel mínimo que ha de haber adquirido un alumno para pasar de curso. De hecho, éste no parece ser un condicionante determinante en su promoción. Más aún: los datos nos permiten sospechar que la inmensa mayoría de nuestros adolescentes de 12 años promociona sin problemas aunque no domine las competencias mínimas. ¿Paradójico, verdad? ¡Pues no tanto como lo que sigue!
  3. El 25% de los alumnos que, según los datos estadísticos, no ha adquirido las competencias mínimas no se corresponde en realidad con los alumnos de más bajo nivel académico, ya que a la hora de evaluar los resultados se ha excluido a los alumnos con necesidades educativas especiales, es decir a un 8,8%. Por lo tanto la prueba evalúa al 91,2% de los alumnos catalanes de 12 años. En realidad, pues, los alumnos que no llegan al nivel mínimo es de casi un 34%.
  4. A pesar de ser una prueba de competencias mínimas, los alumnos no han necesitado contestar adecuadamente a todas las preguntas para demostrar su dominio de las competencias mínimas. Con obtener 70 puntos (de un máximo de 100) tenían suficiente. Pues bien sólo el 75% de alumnos con necesidades educativas normales ha superado estos 70 puntos. Es decir que hay un 30 % de competencias mínimas que se ha considerado irrelevante para determinar si un alumno domina o no las competencias mínimas.
  5. ¿Cuántos alumnos han demostrado dominar todas las competencias mínimas? Es decir, cuántos han respondido satisfactoriamente a todas las preguntas? Pues siendo generosos y concediendo un amplio margen de error, no más del 20% de los alumnos evaluados.
  6. En conclusión sólo el 20% del 91,2% de los alumnos catalanes de 12 años domina todas las competencias evaluadas que se consideran mínimas para su edad.

miércoles, 10 de junio de 2009

Filósofos muertos

Gracias a Claudio conozco (¡y van...!) el "top ten" de los filósofos muertos elaborado por Simon Critchley. Copio y pego:

1. Heracleitus (540-480 BC)

Heracleitus became such a hater of humanity that he wandered in the mountains and lived on a diet of grass and herbs. But malnutrition gave him dropsy and he returned to the city to seek a cure, asking to be covered in cow dung, which he believed would draw the bad humours out of his body. In the first version of the story, the cow dung is wet and the weeping philosopher drowns; in the second, it is dry and he is baked to death in the Ionian sun.

2. Diogenes (d.320 BC)

Once described as "a Socrates gone mad", Diogenes asked to be buried face down "because after a little time down will be converted into up". He is said to have been nearly 90 when he died, either after eating raw octopus or by committing suicide by holding his breath.

3. Chrysippus (280-207BC)

Perhaps the greatest of the Stoics. There are two stories of his death, both involving alcohol. In the first, he took a draught of sweet wine unmixed with water, was seized with dizziness and died five days later. But the second is even better: after an ass had eaten his figs, he cried out to an old woman, "Now give the ass a drink of pure wine to wash down the figs". Thereupon, he laughed so heartily that he died.

4. Avicenna (980-1037)

Avicenna wrote some 450 books including The Canon of Medicine, the standard medical textbook in Europe for seven centuries. Towards the end of The Life of Avicenna, his disciple Al-Juzajani writes "The Master was vigorous in all his faculties, the sexual faculty being the most vigorous and dominant of his concupiscible faculties, and he exercised it often". However, Avicenna's priapic performances caused a case of what his disciple vaguely calls "colic". "Therefore," Al-Juzajani continues, "he administered an enema to himself eight times in one day, to the point that some of his intestines ulcerated and an abrasion broke out on him." In addition, one of his servants, who had stolen a large sum of money from Avicenna, gave him a huge quantity of opium in order to try and kill him. In this perilous state, Avicenna journeyed to Isfahan, but he was so weak that was unable to stand. Eventually, he gave in to his illness at the age of 58.

5. Thomas Aquinas (1224/5-1274)

On 6 December 1273 during mass in Naples, something devastating happened to Aquinas that some commentators see as a mystical experience and others see as a cerebral stroke. Either way, he was afterwards unwilling or unable to write and the massive labour of his Summa Theologiae was suspended at Part 3, Question 90, Article 4. Yet, despite his transformation, he was summoned by the Pope to attend the Council of Lyons. On the way, he was injured by the bough of a tree and died at the age of 49. On his deathbed, Aquinas dictated a brief commentary on Solomon's Song of Songs, which sadly has not survived.

6. Francis Bacon (1561-1626)

During a particularly cold winter, Bacon was travelling with a Scottish physician and fell upon the idea that flesh might as well be preserved in snow as in salt. They got out of the carriage at the foot of Highgate Hill and bought a hen from a poor woman who lived there. Bacon then stuffed the hen with snow and was immediately taken ill with a chill. Unable to return home, he was put to bed at the Earl of Arundel's house in Highgate. Sadly, the bed was so damp that his condition worsened and, according to Hobbes, "in 2 or 3 days, he dyed of Suffocation".

7. De la Mettrie (1709-1751)

The author of the materialist manifesto, The Man-Machine, died after eating a huge dinner at the house of the French ambassador to Berlin, Monsieur Tirconnel. Apparently, La Mettrie expired from the effects of indigestion caused by eating a huge amount of slightly dodgy truffle pâté. Voltaire reports that although Frederick the Great was concerned with the manner of the philosopher's death, he said, "He was merry, a good devil, a good doctor, and a very bad author. By not reading his books, one can be very content".

8. Denis Diderot (1713-1784)

After an exhausting return trip from St Petersburg, at the invitation of his patron Catherine the Great of Russia, Diderot became ill, took to his bed, and decided to stop speaking. He enjoyed a brief respite from his illness and was able to sit at table with his wife. He ate soup, boiled mutton and chicory and then took an apricot (some sources claim it was a strawberry). His daughter, Angélique, takes up the story, "My mother wanted to stop him from eating that fruit. 'But what the devil kind of harm do you expect it to do to me?' He ate it, leaned his elbow on the table to eat a compote of cherries, coughed gently. My mother asked him a question; since he remained silent, she raised her head, looked at him, he was no more."

9. AJ Ayer (1910-1989)

The year before he died, after recovering from pneumonia in University College Hospital in London, Ayer choked on a piece of salmon, lost consciousness and technically died. His heart stopped for four minutes until he was revived. A day later, he had recovered and was talking happily about what had taken place during his death. He saw a bright red light which was apparently in charge of the government of the universe. The ministers for space were oddly absent, but Ayer could see the ministers in charge of time in the distance. Ayer then reports that he suddenly recalled Einstein's view that space and time were one and the same and tried to attract the attention of the ministers of time by walking up and down and waving his watch and chain. To no avail, however, and Ayer grew more and more desperate and then regained consciousness. Ayer was shaken by the experience and in an article for the Sunday Telegraph, he suggested that it did provide "rather strong evidence that death does not put an end to consciousness".

10. Michel Foucault (1926-1984)

Foucault was first hospitalized in June 1984 with the symptoms of a nasty and persistent flu, fatigue, terrible coughing and migraine. "It's like being in a fog," he said. But he carried on working until the end on the second and third volumes of The History of Sexuality, which appeared shortly before his death. Although he was a very early victim of the virus, it seems that Foucault knew that he had Aids. Foucault was fond of reading Seneca towards the end and died on 25 June like a classical philosopher.


Únicamente una objección. La lista, como todas de este tipo, es discutible. Mi objeción es que falta el gran Peregrino.

martes, 9 de junio de 2009

Els ossos de Descartes

Descartes, ya lo saben ustedes, es un asiduo de este café. Nos ha hablado de la sabiduría de los monos, de su hija Francine, de cuando perdió la cabeza, de Monsieur Grat, su perro, de su desgraciada estancia en Suecia... pero hoy traigo a un erudito que nos quiere hablar de él, a Russell Shorto:

Podría decir, para convenceros de las cualidades de este libro, que según The New York Times es el mejor del año, pero yo tengo un argumento mucho mejor: lo han editado mis amigos de La Campana y, os lo puedo asegurar, conozco bien su caligráfico olfato de perdigueros.

domingo, 7 de junio de 2009

Hace 67 años

En 1942, cuando el desenlace de la segunda guerra mundial era completamente incierto, Leo Strauss escribió un artículo ("What can We learn from Political Theory?") en el que, entre otras cosas, desarrollaba la idea de que no se necesita la filosofía política para saber que:
  1. La guerra ha de ganarse.
  2. La única garantía para un largo periodo de paz tras la guerra es una entente sincera entre los anglosajones y los rusos.
  3. Las naciones anglo-sajonas y el resto de naciones dependientes de ellas no deben desarmarse ni relajarse militarmente.
  4. No puedes tirar tu poder por la ventana sin correr el riesgo de que se apodere de él el primer ganster que pase.
  5. La existencia de libertades civiles en el mundo depende de la preponderancia anglosajona.
No puedo comentar estos puntos, tengo que ir a votar.

sábado, 6 de junio de 2009

De los Chichos a Kafka

Después de la pequeña excursión por la excentricidad del apunte anterior, vuelvo a casa. Que conste, en todo caso, que a mi lo que me gustaría ser de mayor es nacionalista europeo, pero van pasando los años y, no sé, me da que debo ser el único europeo de a pie con esa pretensión hiperbólica.

Mientras escuchaba a los Chichos leía la correspondencia entre Benjamin y Scholem y de repente me saltó este párrafo de Benjamín a los ojos:
"De todo esto estaba Kafka absolutamente seguro: primero, de que alguien debe de ser un estúpido si ayuda; segundo, que sólo la ayuda de un estúpido es una ayuda verdadera. Lo único inseguro es: ¿Puede no obstante esa ayuda servir de algo a un ser humano?"

Steiner, comentando esta carta, anota inteligentemente:
"Obsérvese -y esto es típico de las alegorías de la lectura de Benjamin- cómo el análisis mismo deviene una parábola a la manera de Kafka".

¿Si os confesara que esas seguridades e inseguridades de Kafka son las mías, qué pensaríais de mi?

jueves, 4 de junio de 2009

Arte y mentira

Recuerdo que cuando leí por primera vez el aforismo 192 del Mas allá del bien y del mal de Nietzsche, pensé en el cuento de Pedro y el lobo. Por algún sitio dice Nabokov que en este cuento se encuentra el origen de la literatura y él, que como Zeus, se entretenía cazando mariposas, algo sabía de cuentos.
Dice Nietzsche: "Desde antiguo estamos 'habituados a mentir' o para expresarlo de modo más virtuoso e hipócrita, en suma, más agradable: somos mucho más artistas de lo que sabemos".

He ido a buscar este aforismo tras leer el último comentario de Claudio en el apunte anterior:
Le dejé lo de Mencken porque, por lo que parece, es la única grabación de su voz. Fetichismo, vamos.

Otra frase:

"An idealist is one who, on noticing that a rose smells better than a cabbage, concludes that it is also more nourishing."

H.L. Mencken, A Little Book in C Major

Como decía el otro: nos pierde la estética.

Creo que debería poner un cartel en la entrada de El café de Ocata que diga algo así como "Hay consumición gratis para los lectores de Mencken".

miércoles, 3 de junio de 2009

Montblanc

Ayer por la tarde fui a Montblanc a hablar de pedagogía y confianza, dos conceptos que, tal como están las cosas, parecen antitéticos. Pero si en algún lugar casan bien es aquí, en la capital de la Conca de Barberà, tierra cisterciense que congrega, me parece a mi, a los docentes más entusiastas de toda Cataluña. No sé cuántos había en la sala de actos del antiguo hospital de Santa Magdalena, pero no menos de doscientos.

Que quede claro que no habían ido a oírme a mi, sino a un acto convocado por el Centre de Recursos en el que despedían al inspector de educación que han tenido los últimos cuatro años. Yo era sólo el telonero. Me lo pasé bien y creo que los asistentes también, aunque el señor inspector acabase llorando emocionado.

Llegué bastante antes de la hora prevista para el comienzo, y así pude dar una vuelta parsimoniosa por el pueblo y hasta comprar un par de bolsas de "Merlets de Montblanc". La tarde era de una placidez perfecta. Hacia sol, pero no pesaba. Una ligera brisa refrescaba el ambiente y el paseo por las calles desiertas fue un auténtico regalo. Tuve tiempo hasta de subir a los tejados de la iglesia de Santa María. La mujer que me abrió la puerta de la escalera me advirtió que no tardara en volver, porque más de una vez se había olvidado de los turistas y los había dejado encerrados por los cielos. Buen consejo, sin duda.

El acto terminó a las ocho, pero a esa hora la luz parecía aún de media tarde, así que decidí dar un largo rodeo para volver a casa. En lugar de la autopista, encarrilé la C-241 que me llevó hasta Santa Coloma de Queralt pasando La Guàrdia dels Prats, Pira, Sarral, Rocafort de Queralt, Montbrió de la Marca, Biure de Gaià, Les Piles... Tras dejar atrás Santa Coloma giré a la derecha, hacia Aguiló, camino de Igualada.

Las tierras de la Conca son duras. ¡Pobre del visitante despistado que se pierda por aquí en el ferragosto! ¡O en los largos meses de invierno! Pero en otoño y en primavera, especialmente en primavera, cuando los trigos encañan y están las viñas en lo mejor de su verdor, hay pocos paisajes más dulces que este en Cataluña. Posee una orografía de suaves ondulaciones modulada desde hace milenios por manos de agricultores sabios que la han poblado de viñas verdes, olivos y almendros. Las hojas de las viñas tienen ahora un verde luminoso, casi transparente, prometedor. No hay brotes más esperanzados que los de los pámpanos. ¡Ya los querría para sí nuestra economía! La carretera está muy poco transitada y uno puede permitirse el lujo de circular despacio, contemplando golosamente los pueblos de cuatro casas arracimadas en lo alto de una loma, en torno a la iglesia.

Me voy a poner melancólico y carca: No me gustaría que todas estas iglesias acabasen un día convertidas en museos etnológicos y que los curas de pueblo fuesen sustituidos por asistentas sociales. Pero, claro está, el que a mi no me guste no impedirá que pase lo que tenga que pasar.

Anocheció al llegar a Igualada. Pero en esos minutos que preceden a la penumbra la fortuna me regaló la imagen más hermosa, la de la montaña de Montserrat, recortada diáfanamente en la lejanía, sobre los campos de trigo mecidos por la brisa de la tarde.

Y al llegar a casa, claro, descansé en paz.

lunes, 1 de junio de 2009

La caverna


Quienes seguís este café -gracias, por cierto- ya estáis al tanto de que para mí el mito platónico de la caverna no intenta describir plásticamente una teoría sobre el dualismo ontológico (el mundo de las ideas en oposición al mundo de los sentidos) ni nada semejante, sino que es una metáfora cabal del mundo de la ciudad, es decir, de la política, que es la realidad en la que nos humanizamos. Vivimos en la caverna porque la caverna es nuestro medio ecológico. Más allá no hay aire respirable. No hay vida fuera de la caverna. Una de las características más definitorias de la vida cavernaria es que los trogloditas nunca acabamos de saber muy bien cómo hemos ido a parar a un atolladero -pongamos por caso la actual crisis económica o el hecho de que te conviertan en abuelo- o cómo hemos salido de él. No hay recetas mágicas que nos eviten equivocarnos o que nos garanticen la salida del apuro. Cuando uno se encuentra afuera lo más que puede hacer es rascarse la nuca mientras se felicita por su suerte. ¿Recuerdan ustedes la caída del Muro de Berlín? Es divertido ver ahora cuántos historiadores se han convertido a la profecía retrospectiva. Pero, ya que dominan tan bien la marcha de la historia, ¿por qué no ejercen de profetas del futuro? ¡La de libros que se escribirán en el futuro demostrando que la actual crisis era perfectamente previsible!

Vehemencia

 I Tras tres días sin poder separarme de Benjamin Labatut y su Maniac , pero ya he cerrado la última página. Y como suele ocurrir cuando has...