"Me he enterado que en Naucratis, en Egipto, residía el dios Teut, al que estaba consagrado el ave llamada Ibis. Decían que había inventado los números y el cálculo, la geometría, la astronomía, el juego de dados y hasta las letras. En aquel tiempo Tamus era el faraón de Egipto y residía en Tebas. A esta ciudad acudió a visitarlo Teut para mostrarle sus inventos asegurando que convenía enseñárselos a todos los egipcios. El faraón se interesó por la utilidad de cada uno y mientras Teut se los iba explicando, los elogiaba o criticaba. Cuando llegó a la USB, Teut dijo: "Este invento, gran faraón, hará más sabios a los egipcios, porque es un poderoso fármaco para su memoria". Tamus le respondió: "Ingeniosísimo Teut, no es lo mismo inventar algo que ser consciente de su utilidad. Este invento producirá en las almas el olvido porque los hombres abandonarán el cuidado de su propia memoria. Tendrán más confianza en la memoria externa que en la propia. Creerán ser sabios porque dispondrán de una enorme capacidad de almacenamiento de datos sin necesidad de aprendérselos. Sin embargo, en la mayoría de los casos serán unos ignorantes y muy difíciles de tratar, porque no serán auténticos sabios, sino sólo sabios de fachada"
G.L., en el tren, tras concluir la lectura del Fedro de Platón.
¡Imagínese que hubiera llevado razón en relación con la escritura!
ResponderEliminar;)
La primera (y única vez) que escuché la historia de Teut fue a Benedicto XVI, ¡qué cosas!
Hace siglos la colgué aquí
Bendita memoria, y menudo paseo en tren Gregorio.
ResponderEliminarSencillamente, genial.