Buscar este blog

viernes, 3 de junio de 2011

Mark Lilla en el CCCB

Mark Lilla les reprochaba que por defender una solidaridad con mayúsculas, redonda y perfecta, se olvidaran de las pequeñas solidaridades inmediatas, como las de la familia, las iglesias y las comunidades locales. Pero claro, Mark Lilla es un neocon y los neocons no pueden tener razón, así que José María Ridao le espetó un "¡La familia es un mito!", mientras Javier de Lucas salía en defensa de la pobre gente sin familia. En realidad Lilla les estaba diciendo otra cosa: Os estay cargando los instrumentos naturales de solidaridad y después os lamentáis de que aún no se haya realizado en el mundo "LA" solidaridad universal. Pero para Lilla existe la naturaleza humana, que es una cosa desconocida por nuestra Europa, tan empachada de historia.

Fue interesante el debate de ayer en el CCCB sobre "la contrareforma cultural", que en este caso pretendía reflexionar sobre "L'esquerra: una crisis no només política", aunque, como suele ocurrir, cada uno bailó al son de su monólogo y los asistentes aplaudíamos la música que más nos hacía bailar a cada uno. A Jaume Sisa no le hizo bailar ninguna música. Como nos confesó bajando en el ascensor a Ferran Caballero y a mi, había ido equivocado. Esperaba oír boleros y no hicieron más que tocar salsa.

Me dio la impresión de que la izquierda -nuestra izquierda- es incapaz de gestionar la realidad y de comprometerse con causas imperfectas. Es demasiado platónica (con frecuencia creo que la izquierda en España es muchísimo más religiosa que la derecha... aunque no sepa muy bien a qué dioses reza). A nuestra izquierda lo que le mola son los grandes ideales y si no los encuentra en la práctica, desprecia la práctica. Cuando se hablaba de la gestión del la izquierda española, de Lucas alegaba que aquí no nos ha gobernado la izquierda, porque el PSOE, por lo visto, no lo es. O sea que la izquierda no es de este mundo. Pero sí parece situarse contra el mundo. Lilla esbozó la idea de que la izquierda se había vuelto reaccionaria, porque se limitaba a impugnar lo existente reclamando soluciones del pasado. Donald Sassoon y Ivan Krastev parecieron darle la razón.

Tengo la impresión de que para gobernar uno tiene que saber convivir con la decepción, y la izquierda, en general, es demasiado narcisista para aceptarlo. Quizás por eso Blair, que haciendo caso a Ortega y Gasset, anda defendiendo por Madrid que Europa tiene que atreverse a mandar, no pude ser en España más que de derechas.

19 comentarios:

  1. "instrumentos naturales de solidaridad"
    Instrumentos y naturales, hay que joderse.

    ResponderEliminar
  2. "Lilla esbozó la idea de que la izquierda se había vuelto reaccionaria , porque se limitaba a impugnar lo existente reclamando soluciones del pasado."
    Teniendo en cuenta cuales son las soluciones de la derecha realmente existente esto parece un chiste, pero a lo mejor resulta que Lilla & Company son los verdaderos progresistas en esta historia.

    Progresistas en el sentido ingenuo del término, claro.

    Sobre la naturaleza humana, "Non est argumentum": De Espinosa a, for example http://tuvalu.santafe.edu/~bowles/.

    Sobre el narcisismo, "Non est argumentum"; ya lo sabían los escolásticos cuando discutían sobre los fines operis y fines operantis. Y no sólo ellos, también grandes "psicólogos" modernos: "La psicología es un bastón que puede empuñarse por los dos extremos" ,Dostoievski.

    Y sobre el PSOE y nuestro mundo. El verdadero problema , creo , es que cuando el término socialdemócrata puede ser aplicado a Bettino Craxi y a Olof Palme, el término no vale nada porque dice demasiado.
    A buen entendedor...

    ResponderEliminar
  3. Karl: La gente de izquierdas que había en la mesa pareció compartir la tesis de Lilla sin problemas. Hablaban con naturalidad de una izquierda reaccionaria.
    Respecto a lo que es argumento o no en cuestiones políticas, yo soy más cauto que usted... aunque no haga completamente mío el TACET spinosiano.

    ResponderEliminar
  4. Y de lo contrario no es libertad sino libertinaje.

    ResponderEliminar
  5. Andan empachados de superestructura y desprecian el nivel intrahistórico de la existencia, por eso fracasan en la distancia corta de los problemas cotidianos, porque rara vez las leyes los resuelven. Está tan desprestigiado el compromiso con las causas que caen bajo nuestro radio de alcance individual, que en este país hay un montón de arregladores "universales" de todo que se desentienden de lo que está al alcance de su mano. Pongamos por caso los propios hijos. Quien sabe "de verdad" la exigencia y el volumen de trabajo, de dedicación, que supone la buena crianza de los hijos, desconfía de quienes les arreglan la vida a los demás en un plis plas. Han conseguido, los bocazas de izquierda, desprestigar de tal manera el compromiso de corto alcance, que o resuelves los males del globo terráqueo o ningún esfuerzo "menor" merece la pena. ¿Para qué vas a mejorar una situación próxima si puedes aspirar a reformar el capitalismo mundial? Sí, hay que volver a repensar el trecho para cambiar los dichos y resolver los hechos. Mientras, seguirán sin enterarse de por qué vamos desertando sus votantes...

    ResponderEliminar
  6. Eso de que no ser de este mundo pero condenarlo en bloque en nombre de "otro mundo"... ¿adivina adivinanza, quién puso este modelo en circulación?(pista, nació en Palestina, y gobierna el calendario).Sí, la izquierda, desde sus orígenes en la revuelta protestante, es, ha sido y será siempre , no pura religiosidad, sino pura iglesia, puro y acabado sistema eclesial.

    ResponderEliminar
  7. Pero se definió por lo que hizo en este mundo, Dhavar.

    ResponderEliminar
  8. Tumbaíto:

    Efectivamente, el "el reino de los cielos es éste mismo" no es fácil doctrina, así, que, en los perceptores no "conversos" se lee siempre en forma dualista. Pero yo no iba por ahí, sino por señalar algo fundacional en la izquierda, y por tanto obvio-escondido:Nació, se desarrolló y existe y existirá como la sola-ecclesia, es decir, como lo formalmente eclesial, sin vinculación esencial con ningún contenido.Por eso le importa un huevo contradecirse continuamente, y el contenido de la izquierda siempre es lo que diga la iglesia de la izquierda en ese momento.Captó perfectamente el sistema formal de dominación de cualquier iglesia, y lo hizo único contenido, por eso finge continuamente que tiene "contenidos y más contenidos", pero no hay tal.Por eso, a la manera de Mahoma, y luego de Calvino, formaron el eje activista de su doctrina en el saqueo de los textos tradicionales para formar órdenes de combate cerrados entre sus adeptos-esclavos.
    POr eso siempre tiene ese aire a la vez ridículo y homicida.

    ResponderEliminar
  9. Pero la izquierda no se define por lo que hace en este mundo.

    ResponderEliminar
  10. Juan: Si sostenemos que la familia es un mito, entonces la verdad es la ideología. Y así nos va.

    ResponderEliminar
  11. Sr. Luri:

    Al replicar la frase de adepto de Juan, ha mostrado perfectamente lo que he descrito en el comentario anterior,con un matiz: Que la verdad es la idelogía es la definición estricta de la izquierda, siempre que se recuerde que la idelogía es cualquier cosa que establezca ad hoc la jerarquía de la iglesia de la izquierda.La verdad interior de la izquierda es que es sólo una iglesia,sin vinculación a ningún contenido, por tanto no puede dar más fruto que la dominación pura. Ej: la familia es el fundamento de la sociedad puede volverse en cualquier momento un apotegma de izquierda.Alá es también trinitario es un apotegma musulmán aún inédito, pero que, llegado el momento, si se ve su utilidad, será convenientemente revelado.
    Al aire a la vez ridículo y homicida hay que añadir el tufo permanente a meapilas.

    ResponderEliminar
  12. Otra cosa: ¿de dónde coño ha sacado la izquierda tanta obsesión con salvar a los demás, cómo es que son abnegados como ángeles y no saben pensar sino en el bien de los demás? (adivina adivinanza...)

    ResponderEliminar
  13. Dhavar: respondo a tu pregunta: del olvido de la naturaleza o, mejor, de la fagocitación de la naturaleza por parte de la historia. El problema para la izquierda es que hoy resulta bien difícil mantener intacta la fe en la idea de progreso y por eso está intentando inventar un historicismo no progresista que, sin embargo, salva del hegelianismo, la convicción de que el presente es el momento absoluto de la historia, el tribunal ante el cual se puede convocar a todo el pasado a rendir cuentas. Dicho de otra manera: La historia ya no es moral por su dirección, sino porque nos permite estar al día.

    ResponderEliminar
  14. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  15. ¿No es la misma perspicacia de Stalin negándose a tratar con los socialistas alemanes en los 30 por asimilarlos a los fascistas? Pregunta de ignaro.

    ResponderEliminar
  16. Sr. Luri: Eso me recuerda que en el libro del Éxodo 24-25, Yahveh les ordena que al hacer le altar suyo no lo hagan de piedras labradas, "porque si alzares pico sobre él, quedará profanado el altar". Yahveh, como Zeus - y todos los dioses en general - son claramente "pro-naturaleza", supongo que,entre otras cosas, porque a la naturaleza nuestras aventurillas- historia- en mínimos espacios de tiempo no le deben parecer más que pompas de jabón o estornudos de pájaro.
    Y, cierto, nada más frágil y absurdo que pretender que un presente "qua presente", gobierne el tiempo y dicte la Ley. Pero no pueden hacer otra cosa, una vez que eligieron a Humnpty Dumpty como su Santo Patrón

    ResponderEliminar
  17. La naturaleza es la experiencia mística de un "pixapins".

    ResponderEliminar
  18. Don Gregorio , me ha hecho usted sonreir al ver como retuerce al Leo Strauss de "La filosofía como ciencia rigurosa y la filosofía política".

    ResponderEliminar

Un amor perdurable a fuerza de no serlo

I En las últimas décadas del siglo XIX vivió en Oviedo un hidalgo llamado don Pepito Alegre, considerado unánimemente como «cumplido caballe...