En Vent de Cara se hacen eco de una conferencia que merece una difusión muchísimo mayor de la que ha tenido. Se trata de una reflexión muy notable de Jaap Dronkers, uno de los principales sociólogos de la educación de la actualidad, que no oculta su condición de socialdemócrata, y este no es un detalle accidental de su biografía.
Jaap Dronkers es un tipo muy interesante que piensa sin reclinatorios y que me ha ayudado a plantearme no pocos interrogantes sobre la situación real de nuestros sistemas educativos. Para comprobarlo os remito al texto de su conferencia, "L'educació com a pilar de la desigualtat", que se encuentra disponible en la web de la Fundació Rafael de Campalans, una fundación del PSC. Recomiendo leerla sin prejuicios, porque os llevaréis una gran sorpresa.
Las investigaciones de Dronkers (Amsterdam, 1945) se han centrado en algunas de las cuestiones que han sido más blindadas intelectualmente por la izquierda europea de los últimos cincuenta años para preservarlas de la crítica: la incidencia de la inmigración en la integración social, la del divorcio en el fracaso escolar o de la pedagogía comprensiva en la (nula) reducción de las desigualdades sociales. No puedo menos de sentir admiración por su coraje intelectual.
Respecto a la emigración, sus estudios han confirmado, para gran escándalo de muchos beatos (que la beatería no escasea precisamente en las filas socialdemócratas) las investigaciones pioneras de Robert D. Putnam: A corto término -al menos- la inmigración y la diversidad étnica reducen la solidaridad y el capital social. Cuanto mayor es la diversidad étnica en los barrios, más desconfiados son los vecinos.
En pedagogía recoge el reto del laborista británico Michael Young que en una fecha tan temprana como la de 1954, en su "The Rise and Fall of Meritocracy" admitía que toda auténtica educación es productora de desigualdades. Y ello por un motivo muy claro: Si se quiere, de verdad, reducir las desigualdades debidas a la influencia del medio familiar y social, la educación se ha de centrar en los resultados, obviando la procedencia de los alumnos (este fue el gran reto de la escuela republicana francesa). Sí, efectivamente, Dronkers se atreve a hablar de la influencia de la biología en la inteligencia individual, sin enmascararla bajo estadísticas, como hizo la sociología de la educación de la segunda mitad del siglo pasado. Por eso duda de la pertinencia de seguir favoreciendo los métodos didácticos "suaves" basados en la comprensividad. A su parecer, en lugar de contribuir a mitigar las diferencias naturales, las ahondan. La educación es para los pobres, y de manera inevitable, una experiencia de desarraigo y, en tanto que tal, incorpora un elemento de frustración que no se puede anular con palmaditas en la espalda.
La gran hipótesis de Dronkers es que la comprensividad (es decir la psicología de base de la LOGSE) ni es ahora ni lo fue nunca una teoría corroborada por los hechos. Fue una propuesta ideológica de la socialdemocracia europea cuyo fracaso explica en buena parte el progresivo alejamiento de los docentes de los partidos de izquierda, con los que tradicionalmente se han sentido mayoritariamente identificados. Fue, en todo caso, una teoría bienintencionada, pero poco sensata. Sus promotores ignoraron por completo que las leyes, como las medicinas, tienen efectos secundarios. Tanto es así que cuando estos han emergido de una manera clara se han apresurado de echar la culpa a los docentes... para poder así preservar la inmaculada concepción de la teoría.
No estoy seguro de que la comprensividad y, en general, el constructivismo, puedan reducirse a propuestas ideológicas socialdemócratas. Al menos en nuestro país tuvieron un apoyo parlamentario mucho más amplio. Lo que sí me parece fácil de ver es que muchos de los que se subieron en su momento al carro del oportunismo psicológico (comenzando por muchos profesores), hoy lo están abandonando rápidamente, dejando a los socialdemócratas como los patronos exclusivos del constructivismo. Esto pudiera explicar -al menos en parte. la inquina de los docentes catalanes al Conseller d'Educació de la Generalitat, Ernest Maragall, a quien personalmente aprecio.
El sr. Maragall se ha cargado lo poco que quedaba de la escuela pública catalana. Mi hijos se educaron (y muy bien) en escuelas e Institutos públicos, pero si los tuviera que mandar hoy al cole, los enviaría, como hacen 'ellos' al Liceo Francés o al Colegio Alemán.
ResponderEliminarAbrazos.
Tengo la impresión que uno de los problemas de la izquierda educativa -y no sólo de la educativa- fue confundir el dónde ir con el cómo llegar. Para ello recurrieron a un juego de ocultaciones, medias verdades y autoengaños que, por su supuesta bondad, dejaron a sus detractores en medio de un campo de minas. Si te salías del recto camino... te explotaban bajo los piés en forma de descalificaciones groseras.
ResponderEliminarFuese por esta razón o por su propia estulticia, o por salir de donde salíamos, lo que no era socialdemocracia -¿la derecha?, ¿el centrismo?, ¿el liberalismo?- asumió, quizá sin tanto entusiasmo, la comprensividad.
Maragall, que me parece un tipo cabal, no quiere abandonar el barco ni cantar la palinodia. Ello le honra personalmente, pero no le hace ningún favor al sistema educativo catalán.
Me parece, vamos.
¿Tal que así?
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=NTHp0-UZQck
Comparto su criterio Don Gregorio, pero como es posible Don Alvaro Marchesi, catedratico de Psicologia, ideologo de la LOGSE, junto al actual ministro del interior, entonces ministro de educación Rubalcava, se decantaran por la linea floja, que un suspenso suponía, un trauma para el alumno. ¿donde queda la etologia humana?
ResponderEliminarComparto con Ud Don Gregorio, bien intencionada, pero fracaso total.
Triste es que la idea de Dronkers de corroborar una teoría con hechos sea polémica...
ResponderEliminarA ver Don Gregorio, como siempre me dice que no soy critico, como pa no serlo despues de leer a Popper, expliqueme esa afirmación tan categorica que lo de cambio de paradigma lo dicen los pedantes. En un análisis logico silogistico seria. Todos los pedantes utilizan este termino.
ResponderEliminarel sr. X utiliza este termino. Ergo X es pedante.
Pero tambien podriamos hacer una proposición particular afirmativa. Algunos pedantes utilizan esta formula.... etc.
Yo propongo.
Algunos simios son mas inteligentes que algunos humanos... etc
Gabriela, Adu: Yo creo que a Ernest Maragall se le está haciendo responsable de la fatalidad de que el siglo XXI tenga muy poco que ver educativamente con el XIX.
ResponderEliminarClaudio: Tal que así.
ResponderEliminarrA: En pedagogía esa pretensión de anclar las ideas a la realidad es sumamente polémica.
ResponderEliminarRuben: En pedagogía es así. O así me lo parece a mí, vaya. La palabra "paradigma" es de por sí confusa y su modernizador, Kuhn, se arma un gran lío con ella. Es un ejemplo claro del éxito que puede tener un término ambiguo. Creo que en general se percibió esa ambigüedad y se utilizó el palabro con bastante precaución... excepto en pedagogía, que tiene una función decorativa del discurso.
ResponderEliminarY si no preguúnteselo a la Noia-drac.
"O asi me lo parece a mi" dejeme Don Gregorio con todos los respetos ponerle el dedo en la llaga.
ResponderEliminar¿no seria un argumento que utilizarian los alumnos del Criteri perdut?
Yo creo que la inquina del profesorado (¡toma lenguaje políticamente correcto!) honora (aunque debe amargarlo) a Maragall, que me parece el más responsable de los políticos del govern (y ni soy sociata ni tan siquiera socialdemocráta). Desde fuera del mundo educativo, pero conociendo un poco el percal, no soy tan optimista como tu, Gregorio, respecto a los funcionarios docentes y sus "clarividencias". Atacan a Maragall simplemente porque ven amenazados sus privilegios funcionariales. Si hay un corporativismo "eficaz" en este país, es el de los enseñantes (o educadores o como quiera que quieran llamarse, que yo ya hace tiempo que me he perdido).
ResponderEliminarAmigo Gregorio:
ResponderEliminarYo creo que fundamentalmente el problema del sistema educativo no es problema de que existan centros privados o centros públicos, ya que en caso contrario si solo hubieran centros públicos o solo centros privados, en ambos casos estaría en un sistema perverso; en el primero significaría que estamos en un sistema político estatista que no permita el libre desarrollo de la personalidad del individuo, en el segundo caso estaríamos en un modelo de sociedad en la que solamente los que tuvieran una posición económica tendría formación lo que haría de nuestra sociedad una sociedad mucho más injusta.
El gran problema, consiste es que falla todo el sistema falla porqué no existe una cultura realmente de respeto, puesto que los alumnos con cierta edad no respetan a sus profesores, pero por desgracia hay algunos profesores que tampoco respetan a sus alumnos, que los padres no colaboran con los centros educativos y en particular con los tutores de sus hijos y viceversa.
Creo que el gran problema lo tenemos en los valores actuales y es quizás tendríamos que buscar la solución por esa vía, la vía de recuperar unos valores que son universales y dar los medios necesarios a los centros y a los padres, y no ir solo a objetivos académicos, sino intentar formar entre todos ciudadanos y ciudadanos conscientes no solo de sus derechos sino también de sus deberes.
Quizás este objetivo lo tendríamos que buscar en todas las facetas de la vida en común como sociedad.
Cuando hablo de tener una posición económica, me refiero a una buena posición económica.
ResponderEliminarHe querido hacer esta aclaración, pero realmente ya se sabe que cuando se hace un comentario en una entrada de un blog, se corre el riesgo de no hacerlo todo lo correcto que nos gustaria.
Un abrazo
Fantastico verle por aqui querido Rafa; estoy completamente seguro que el autor de este blog lo compartira.
ResponderEliminarSaludos muy cordiales a ambos.
Gracias, la gente que tenemos sensibilidad por aquello que de verdad importa, debemos compartir nuestras ideas, de ese modo nos enriqueceremos mas.
ResponderEliminarUn abrazo.