Este Cuento posnavideño lo escribí ayer antes de la "trumpada" y ha aparecido hoy en El Subjetivo, cuando la actualidad sólo tiene un nombre, Trump.
Contestando a las Cartas a un Príncipe, de Emilio Romero, Mariano Granados escribe desde el exilio mexicano las Cartas a un escritor (1965), donde entre otras interesantísimas cosas, dice: "La democracia es la forma de gobierno de un pueblo adulto. Pero la democracia no es todo. 'Democracy is not enough': es el afortunado slogan de Scott Nearing. Las ideas del siglo XIX acerca de la democracia están sujetas a revisión. El hombre libre en el Estado libre interviniendo mediante el sufragio en el régimen político del Estado, o contribuyendo a formar eso que Rousseau llamó 'la voluntad general' es sólo una entelequia".
M. Granados fue, entre otras muchas cosas, Secretario de la Agrupación al Servicio de la República. La pregunta que nos sugieren sus palabras es de calado: ¿Necesita la democracia un plus de sentido que no parece capaz de darse ella democráticamente a sí misma?
Buen año, don Gregorio. No pidamos mucho más que seguir siendo testigos serenos y prudentes de todo esto.
ResponderEliminarFeliz año, admirado Martín. Mucho ayuda a ese proyecto el poder ir siguiéndolo a usted.
Eliminar"Siempre he creído que si la democracia no está inspirada por el liberalismo, por la llamada a la libertad, por su constante estímulo, pierde su justificación y acaba por convertirse en un mecanismo -más poderoso que otros- de opresión. La justificación inicial del Poder -su origen impecablemente democrático- tranquiliza respecto a la forma de su ejercicio; y entonces se convierte en prepotencia, esa combinación de alarde del Poder y abuso de él".
ResponderEliminarJulián Marías dixit
¡Cómo le agradezco estas pildoras de don Julián!
EliminarTiene uno la impresión de que la democracia no está a la altura de sus posibilidades sino que en la medida en que parece regida por hombres masa peca de primitivismo, falta el amor a la excelencia, a dar la mejor versión de uno mismo, lo que Rafael Hidalgo recuerda con las palabras de Marías.
ResponderEliminarDecía Dewey: “If one could control the songs of a nation, one need no care who made its laws". La democracia es el sistema político que más necesita de canciones y, a la vez, el que menos cree necesitarlas.
EliminarA mí lo que me impresiona es que incluso conociendo la historia de los EEUU - la "Herrenvolk" Democracy, la Guerra de Secesión ...- en el fondo es como si nos hubiésemos creído lo del "excepcionalismo americano" , de ahí el estupor y la sorpresa.
ResponderEliminarUna pregunta sin segundas intenciones: ¿Se la han creído ellos?
EliminarTengo entendido que en el discurso de Gettysburg Abraham Lincoln define democracia como "el gobierno del pueblo por el pueblo y para el pueblo".
ResponderEliminarY acertó.
Fijémonos en los actuales gobiernos, más o menos democráticos.
Los dirigentes no son instruidos ni preparados para ejercer su función y no se les encomiendan las tareas según su virtud, dignidad o mérito. Es más, no se percibe que la finalidad de su gobierno sea la excelencia de su nación, o el bien futuro de la multitud, sino, más bien, procurar comodidades inmediatas al pueblo, y eso en el mejor de los casos.
Me gustaría pensar que el problema no está en la democracia.
Me gustaría pensar que el problema es su correcta definición.
He ahí la dificultad.
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ResponderEliminarLa democracia presupone la honradez, ahí puede estar parte del problema.
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