Gracias por esta extraordinaria conferencia. Al inicio, antes de empezar la conferencia propiamente dicha, comete un error al atribuir a un periodista del ABC la confusión entre la Escuela de Salamanca y la cueva de Salamanca. Quien tuvo tal metedura de pata fue una periodista de El Español, Lorena G. Maldonado, con la que usted compartió cartel, que no mesa, este verano en un curso sobra La Transición. Aquí la desgraciada entrevista: https://www.google.com/amp/s/www.elespanol.com/cultura/libros/20190207/luri-antidemocratico-izquierda-pregunte-pobres-votan-derecha/374462956_0.amp.html
Me ha encantado la frase de Marías sobre nuestra última guerra civil. No tiene importancia pero se le ha escapado en el texto , en dos ocasiones, el año 36 cuando debería aparecer el 31, teclas rebeldes...
Por lo demás vuelvo a recomendarle, si no lo ha leído ya, "El hombre en desazón" de Fernández de la Mora. Dicen que estaba deprimido cuando lo escribió, pero gente que lo trató en La Granda por esos años lo recuerda en plena forma .Quizá incurre en la falacia que Gustavo Bueno - Etnología y Utopía- denomina "antropología de predicados" pero me parece que expone con excelente estilo una visión que complementa muy bien lo que dice Pla, y que de paso apunta a una, digamos dificultad para el conservadurismo, que usted ve muy bien en el texto cuando lo contrapone a Fraga.
Pedido. Espero que mañana se corrijan las fechas. Y he añadido un texto que acabo de leer del periodista Joaquín Aguirre Bellver, que conocía muy bien los pasillos de las Cortes (Los frustrados, en la revista Avanzada, enero de 1971): “En 1969 -justos treinta años, no lo olvidemos- lo que se impone es una tregua a la política, pensando que durante su transcurso se serene y renazca sobre bases nuevas, distanciadas de aquel trauma feroz que supuso la guerra civil. Es decir, que la tecnocracia se nos ofrece como puente de pacificación, de neutralidad, en tanto se remansan y se replantean situaciones y actitudes… A nadie medianamente experto en política se le pasa por la cabeza la posibilidad de una tecnocracia como solución definitiva. Sería un iluso”.
Gracias por esta extraordinaria conferencia. Al inicio, antes de empezar la conferencia propiamente dicha, comete un error al atribuir a un periodista del ABC la confusión entre la Escuela de Salamanca y la cueva de Salamanca. Quien tuvo tal metedura de pata fue una periodista de El Español, Lorena G. Maldonado, con la que usted compartió cartel, que no mesa, este verano en un curso sobra La Transición. Aquí la desgraciada entrevista: https://www.google.com/amp/s/www.elespanol.com/cultura/libros/20190207/luri-antidemocratico-izquierda-pregunte-pobres-votan-derecha/374462956_0.amp.html
ResponderEliminarGracias... pero entonces fueron dos los periodistas que confundieron una cosa con otra.
EliminarAh, se me olvidaba, aquí se puede ver el vídeo de su conferencia: https://youtu.be/zj0wSDdUQPQ
ResponderEliminarMe ha encantado la frase de Marías sobre nuestra última guerra civil. No tiene importancia pero se le ha escapado en el texto , en dos ocasiones, el año 36 cuando debería aparecer el 31, teclas rebeldes...
ResponderEliminarPor lo demás vuelvo a recomendarle, si no lo ha leído ya, "El hombre en desazón" de Fernández de la Mora. Dicen que estaba deprimido cuando lo escribió, pero gente que lo trató en La Granda por esos años lo recuerda en plena forma .Quizá incurre en la falacia que Gustavo Bueno - Etnología y Utopía- denomina "antropología de predicados" pero me parece que expone
con excelente estilo una visión que complementa muy bien lo que dice Pla, y que de paso apunta a una, digamos dificultad para el conservadurismo, que usted ve muy bien en el texto cuando lo contrapone a Fraga.
Lo de dificultad me parece a mí , claro.
Ahora mismo lo pido (y gracias por su benevolencia).
EliminarPedido. Espero que mañana se corrijan las fechas. Y he añadido un texto que acabo de leer del periodista Joaquín Aguirre Bellver, que conocía muy bien los pasillos de las Cortes (Los frustrados, en la revista Avanzada, enero de 1971): “En 1969 -justos treinta años, no lo olvidemos- lo que se impone es una tregua a la política, pensando que durante su transcurso se serene y renazca sobre bases nuevas, distanciadas de aquel trauma feroz que supuso la guerra civil. Es decir, que la tecnocracia se nos ofrece como puente de pacificación, de neutralidad, en tanto se remansan y se replantean situaciones y actitudes… A nadie medianamente experto en política se le pasa por la cabeza la posibilidad de una tecnocracia como solución definitiva. Sería un iluso”.
Eliminar