domingo, 28 de julio de 2019

Entre Bacarisse y Epicteto

I
Ayer llovió y las temperaturas se humanizaron. Dicen que el filósofo Plotino sentía vergüenza de tener un cuerpo. Estos días pasados de calor y humedad lo he. comprendido perfectamente. Por la tarde salí, reconciliado con mi cuerpo, a dar un largo paseo por la playa. El cielo estaba Bacarisse y el mar, Epicteto.

II
La política es un juego en el que los jugadores creen poder domesticar el azar, prever por dónde, exactamente, les llegará la pelota. Cada día proporciona pruebas más que suficientes de lo desmedido y absurdo de esta creencia. Pero cada día sepultamos las voces del azar bajo toneladas de esperanza y seguimos confiando en nuestra inteligencia política. La política es el juego que nos permite ignorar hasta qué punto somos seres naturales.

III
Ha vuelto de vacaciones mi segundo nieto. La verdad es que se echa más en falta a los nietos que a los hijos. 

IV
Me entrevista E.M. para un artículo que está escribiendo sobre la educación emocional. A mi esto de educación emocional me parece una declaración de soberbia. Le dije que lo más que podemos hacer para educarnos emocionalmente, es transferir a nuestros sueños las represiones de nuestra vigilia, para que allí se muevan a sus anchas. O sea: que el hombre emocionalmente educado es el que se limita a soñar lo que el maleducado vive.

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