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viernes, 5 de febrero de 2016

10 cosas que he aprendido sobre la neuroeducación:

1. No hay que tomarse completamente en serio la actual inflación de "neuros". Joaquín Fuster sostiene que "casi todos esos ‘neuros’ son gratuitos y se utilizan para obtener injustificada credibilidad y encubrir ignorancia".

2. Sin memoria no hay educación. La educación tiene por misión favorecer la organización estructural de redes de memoria y conocimiento.

3. Estas redes no funcionan bien si no se controla la inhibición (o, como yo prefiero decir, la capacidad de postergar la gratificación). Todas nuestras funciones cognitivas dependen de nuestro control de la inhibición.

4. Sin control de la inhibición no hay atención.

5. La atención es una moneda con dos caras. Una permite enfocar lo que se desea ver y la otra, desenfocar lo que se debe mantener en segundo plano para que no se produzcan interferencias. La atención nos permite subrayar lo relevante.  En este sentido podríamos decir que la distracción es la interferencia de lo irrelevante en el proceso de conocimiento de algo. 

6. La capacidad de postergar la gratificación inmediata es un signo de madurez emocional y cognitiva. Por lo tanto, la educación emocional debería enseñar que sin control de la frustración, no hay pensamiento estratégico.

7. Esa frase tan repetida de que "las neurociencias han demostrado que sin emociones no hay aprendizaje", es una trivialidad. Lo que nos dice es que para aprender es importante el refuerzo positivo o negativo. Es decir, nos dice que en este punto el conductismo estaba en lo cierto cuando subrayaba la relevancia del feedback y la realimentación. De ahí el éxito que tuvieron las famosas máquinas de aprendizaje.

8. Hay muchas formas de reforzar un aprendizaje: la corrección, la alabanza, la buena nota, el premio, el castigo... 

9. La neuroeducación no nos va a descubrir metodologías nuevas, pero nos puede ayudar a entender por qué funciona bien lo que funciona bien en el aula. 

10. Si la educación tiene por misión favorecer la organización estructural de redes de memoria y conocimiento, el cierre categorial de estas redes no lo proporciona la neurociencia, sino el modelo de persona que se considera digno de emulación, es decir, las causas finales.

Tras escribir lo anterior, leo en el blog de Roberto Colom: "El cerebro contribuye a la conducta, pero la conducta también tiene voz y voto con respecto a lo que sucede en el cerebro".

22 comentarios:

  1. Entonces, Gregorio... ¿Se puede hablar de "educación emocional"? ¿O sólo cuando ésta se aplica a la enseñanza de que "sin control de la frustración, no hay pensamiento estratégico"?

    ¿No sería esta, acaso, una enseñanza "cognitiva"?


    Un saludo Gregorio, la lectura diaria de su blog permite hacer más llevadero el canto a las inteligencias múltiples y a las innovaciones pedagógicas que día tras día los estudiantes de la Facultad de Pedagogía de la UB estamos condenados a sufrir.

    Eric.

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  2. ¡Claro que se puede hablar de educación emocional! Desde Platón la pedagogía no viene haciendo otra cosa. Pero una cosa es la educación emocional y otra muy distinta, el fomento de la incontinencia emocional o esas actividades en los que a los niños de preescolar sentados en corro se les pide que cuenten los problemas que tienen en casa con sus padres. De hecho yo soy tan partidario de la educación emocional que pienso que ante un problema emocional la primera opción es callárselo.

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    1. Creía haberle leído, querido profesor, en sus "Prácticas de educación emocional" que con frecuencia se preguntaba que emocioncillas tendrían los que eran capaces de educar sus estados de ánimo. ¿Entiendo, pues, que ante un problema emocional, la única educación emocional posible es el silencio?

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    2. Querido Eric, no me haga a mi responsable de sus deducciones.

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    3. Discúlpeme usted. Sólo trato de comprenderlo mejor.

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    4. Muy bueno lo de la "incontinencia emocional"

      Séneca tiene escrito en las cartas a Lucirlo que no llores en el entierro de un hijo, porqué tus enemigos se alegrarán y entristeceras a tus amigos.
      Creo que la escuela fomenta un exibicionismo emocional que no puede ser bueno...

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    5. Creo que nos iría un poco mejor si fuéramos un poco más británicos en el manejo de nuestras emociones. El problema de la "educación emocional" es que no puede definir por ella misma el modelo de hombre educado emocionalmente. Este es un asunto político.

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  3. Me da que hay mucho desconcierto ante algo muy simple, el viejo maestro de siempre, el que enseñaba un poco de todo y un poco de nada, 'el senyor mestre' RESPETADO Y QUE RESPETABA, que no se tuteaba ni tuteaba a los alumnos. Así de sencillo...., y eso era educación emocional.

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    1. Los mejores maestros que he conocido yo han sido los que otorgaban una enorme dignidad a cualquier cosa que hicieran y los alumnos participaban convencidos de la relevancia de lo que hacían. Ese viejo maestro era un artista. Y no hay tecnología didáctica que lo pueda sustituir.

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    2. teniamos nosotros uno en bachillerato que era falangista, nos enseño a amar y comprender el latin, con una pasion maravillosa que aún recuerdo, y una profesora de francés, la señotra Grimau, que parecia sacada de una pelicula de Rohmer. Sólo eran maestros que no creo supieran nada de neuroeducación, tenian demasiado trabajo en enseñar a secas.

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    3. Mi vida docente cambió, al tercer año de profesión, cuando decidí que "lo propio" era tratar de usted a los alumnos aun permitiéndoles a ellos el tuteo. Respeto escrupuloso y afecto garantizado, esta fue la fórmula que me hizo "singular" en los diferentes Institutos por los que pasé y que me ahorró enojosos, por pueriles, problemas de conducta. Eso y, como profesor de lengua, tener solo tres objetivos didácticos: aprender a leer, a escribir y a razonar. Ya, ya, "¡ahí es nada!", pero no me aparté ni un jeme de ellos.

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  4. El punto 5, Gregorio, lo veo muy relacionado con la psicología de la gestalt, que es lejano fundamento de la psicoterapia Gestalt, tan de moda en nuestros días de desorientación ontológica. ¿La conoce, la segunda?

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    1. Conozco la psicología de la Gestalt y temo la psicoterapia Gestalt.

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    2. Houellebecq la despelleja en Las partículas elementales, pero no todo es temible, al menos no el énfasis en que uno sea el autor del guión de su propia vida, en expresión de su fundador, Fritz Perls.

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  5. Repeteixo un i altre cop la seva particular definició d'educació: La educación tiene por misión favorecer la organización estructural de redes de memoria y conocimiento. De les moltes que es fan servir és de les més reduccionistes que he llegit. Al meu entendre és important però no exclusiva la funció de la memòria, al meu entendre concebre la memòria deslligada d'altres capacitats en redueix el potencial per a una educació completa.

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    1. Quizás lo que ocurre es que mi concepción de la memoria y del reconocimiento es muy poco reduccionista, pero me gustaría que me dijera a qué otras "capacidades" se refiere usted, para poder decirle si entiendo o no que la memoria está desligada de ellas.

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    2. Abans que res li agraeixo la seva resposta i l'oportunitat del diàleg que ens brinda. Després li demano disculpes per la meva gosadia de jutjar com a reduccionista una definició seva. No estic a l'alçada del seu coneixement ni del seu treball. Només sóc un curiós que tracta d'entendre, de comprendre algunes coses. Crec que l'entenc millor quan en la seva resposta intueixo que la memòria i el reconeixement estan lligades a la resta de "possibles capacitats". Vaig analitzant, relacionant conceptes d'uns i d'altres que a voltes em costa de sintetitzar. Puc llegir, passar els fulls amb les mans, desplaçar-me inclús a conèixer algú, doncs hi ha tradicions culturals tant interessants i al mateix temps tant diverses! Així doncs, més m'estimo seguir investigant a través dels seus textos abans de seguir parlant.

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  6. ¿La industria o la APA están creando nuevas enfermedades que en realidad no existen?

    Están creando mercado para sus fármacos y están creando pacientes. Así que, si se mira desde el punto de vista comercial, el suyo es un éxito extraordinario. Tenemos pastillas para la felicidad, para la ansiedad, para que tu hijo lo haga mejor en el colegio. El trastorno por déficit de atención e hiperactividad es una entelequia. Antes de los noventa no existía.

    Robert Whitaker, periodista, finalista en el Premio Pulitzer al Servicio Público

    http://elpais.com/elpais/2016/02/05/ciencia/1454701470_718224.html

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    1. Ajuriaguerra en su famoso Manual de psiquiatría infantil hablaba de "trastorno de inestabilidad psicomotriz". En este tema soy extremadamente cauto, al menos mientras los neuropediatras y los psicopediatras no se pongan de acuerdo.

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  7. Hola, Don Gregorio

    Me surge una duda cuando utiliza la palabra atención. Mi forma de entender la atención, por lo poco que he leído, o por mi experiencia, siempre está en relación, en dialéctica con la interpretación, pues son procesos inversos.

    La atención va desde la necesidad (ya sea emocional, "ne cesse", ya sea mental/representacional, "ne-scire") a la conciencia.
    La interpretación va desde la conciencia hacia la necesidad, la integración de nuevas experiencias a nuestra estructura de valores/necesidades

    Así, sitúo el aprendizaje entre ambos, conciencia y necesidad:
    -si la atención está al mismo nivel que la interpretación tenemos un estado de reflexión, y el aprendizaje es generativo.
    -si la atención está subordinada a la interpretación tenemos un estado de concentración, y el aprendizaje es adaptativo.
    -si la atención supera a la interpretación tenemos un estado de contemplación, y el aprendizaje es creativo.

    Entiendo que la escuela tradicional ha hecho uso antes de la concentración que de la contemplación, tomando como limite la reflexión

    No se si estará de acuerdo, en cualquier caso, quisiese saber cual es su punto de vista. Me parece que estas nuevas pedagogías se pasan a la torera este quid, haciendo que la toma de conciencia deje de lado la atención, la generación y creación de nuevos conceptos y relaciones, para convertirla en una búsqueda autónoma en google sin coto ni control.

    Muchas gracias

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    1. Don Alejandro, le agradezco, sinceramente, el motivo para la reflexión que me proporciona. Lo primero que se me ocurre decirle es que, sin duda, necesitamos una fenomenología pedagógica de la atención. Yo suelo diferenciar entre lo que podríamos llamar la atención heurística (pienso en la imagen platónica de la caza de la República o en el ejercicio de frotar dos piedras entre sí en espera de que salte la chispa de la Carta VII) de la atención metodológica. Los escolásticos solían decir que la voluntad es ciega si no la ilumina el entendimiento. La atención iluminada sería la metodológica y la que busca la heurística. Hay un tercer tipo de atención que los norteamericanos llaman "deep attention" y que es propia de la práctica intensiva. Pero todo est se lo digo a vuela pluma. Insisto: gracias por el problema que me plantea.

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  8. Le agradezco la reflexión.

    Jugando con la imagen platónica, entiendo que la concentración seria la caza mientras que la contemplación, la pesca.

    Por otro lado la a-tención profunda es ausencia de voluntad, de in-tención, un estado a-dual, un estado de epojé o epoché y, desde mi punto de vista, peligroso sin una preparación previa e intensa. Se toma a la ligera y acaba en psiquiátrico.

    Un saludo

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