I
- ¿Monarquía o república?
- ¡Marketing!
(cada vez con más frecuencia me siento obligado a pensar contra mí mismo).
II
En realidad la república como forma de gobierno me interesa poco, pero el republicanismo como actitud cívica me parece irrenunciable. A pesar de las evidencias.
III
Cuando le preguntaron a Platón cuál era el régimen constitucional de Atenas (su politeia) contestó que quien quisiera conocerlo tendría que buscarlo en las comedias de Aristófanes. Me pregunto si en La Contra de La Vanguardia no se encuentra algo esencial del régimen político catalán.
IV
Me duele la rodilla derecha. Mucho. Camino con bastón. El bastón es hoy por hoy mi régimen constitucional. Creo que voy a borrarme de Facebook. Lo encuentro mefítico.
V
Ir con bastón no te garantiza un acceso más humano al tren en la Plaza de Cataluña ni un asiento más seguro. Pero es divertido ver cómo los que se han apoderado de los asientos libres no se atreven a mirarte a la cara. El Cojo Manteca -¿recuerdan?- llevaba bastón. No dejo de pensar en él estos días. Y no me pregunten por qué.
VI
Sin duda sería muy de lamentar que los cambios de régimen los dictasen los catedráticos de ética o de ciencias políticas. Pero casi los prefiero a ellos que a los periodistas.
VII
Intento acabar un artículo de 4.500 caracteres. No hay manera de redondearlo. Por algún sitio le falta un eslabón. Le doy vueltas. Nada. Salgo de casa con mi bastón, renqueando como un cien pies de una sola pata por entre las sombras de las aceras. Y sin previo aviso, lo veo todo claro. Tengo que pararme y tomar nota. En esto consiste la autonomía de la razón, en que va a su aire.
VIII
60 páginas escritas sobre mis espías. Avanzo rápido. Pero sé que cuando lea lo escrito me enfadaré conmigo mismo.
IX
Tengo obreros en casa. Me siento desplazado. Voy de rincón en rincón con mi bastón, mi pierna inarticulada y el ordenador y ellos me van echando, con amabilidad, pero con contundencia. "Si se queda usted aquí...."
X
Otro San Juan. A mí me produce San Juan esa desazón melancólica que otros notan en la Navidad. Siento que no ha hecho ni anunciarse el verano y ya comienzan a menguar los días.
El cojo Manteca, querido Gregorio, no llevaba bastón, ¡sino muletas!, y la foto inmortal es la del sujeto golpeando con una de ellas, en inestable equilibrio sobre la otra, contra no recuerdo ahora si una cabina de teléfonos, la luna de un banco o cualquier otro escaparate. ¡Un alarde de furia vengativa!
ResponderEliminarEl bastón es adminículo de suma coquetería. Algunos viejos lo ven con fobia, como si la tercera pierna los llevara más deprisa a la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos, mientras aún la vida nos tienta con sus frescos racimos (todo de Darío). A mí me parece la quintaesencia de la elegancia. Y si se necesita, pues la razón que le quita el disparate a la locomoción...
Recuerde a Montaigne: La razón no se doblega; las rodillas, sí.
¡Aúpa!
Respecto al Cojo Manteca...
ResponderEliminarhttp://sociedad.elpais.com/sociedad/2014/03/28/actualidad/1396018049_378054.html
Espero que lo de la rodilla se le pase rápido, y mientras, ¿por qué no?, disfrute de la dicha de ver las cosas aun de otra manera. Me siento cercano a su melancolía sosticial, también a mí se me hace fugaz ese resplandor entre dos oscuridades.
ResponderEliminarUn abrazo y salud.
¡Canta, oh musa de voz dulce, los trabajos del ilustre cojo, no del divino padre de Erictonio, que domestica el fuego, sino de Gregorio, caro a Atenea, que habita la remota Leucata, rica en peces!
ResponderEliminarNo nos abandonde Gregorio! Prometemos hacer de Facebook un espacio más saludable!
ResponderEliminarTengo obreros en casa. Me siento desplazado. Voy de rincón en rincón con mi bastón, mi pierna inarticulada y el ordenador y ellos me van echando, con amabilidad, pero con contundencia. "Si se queda usted aquí...."
ResponderEliminar---------------
La alegoría está clara, tanto que, siendo de un straussianno como Luri, el texto apenas puede considerarse esotérico: finalmente, el proletariado desplaza a la burguesía, cuya decadencia simbolizan la pierna coja y el bastón. Por si no estuviese suficientemente claro, el autor lo confiesa en otra parte del texto: el bastón es el régimen constitucional, esa herramienta de las clases dominantes para intentar mantener su posición de preeminencia contra los vientos de la historia.
Bacon: no me sobrevalore, ande... ¡Qué más quisiera yo que ser un burgués! Me temo que según los cánones marxistas yo seria algo así como un miembro de un grupo social asimilable a la pequeña burguesía. O sea, lo peor de lo peor.
EliminarBorja: La primavera es una promesa que se agosta.
ResponderEliminarBacon: Hefesto es mi patrón, él es mi guía.
ResponderEliminarJavier: viendo lo que hay por Facebook uno echa de menos aquellos tiempos en que lo de las redes sociales se reducía a las puertas de los váteres.
ResponderEliminarMuy bueno.
EliminarO sea que las redes sociales son como las Letrinas sociales,...los detritus sociales que gozan del anonimato y la oscuridad como la otra cara de la alcantarilla: las cloacas del Estado. Y la Letrina Social es a la escritura del Facebook y del Twitter, como la Republica de intelectuales es a la literatura que blinda la Cloaca del Estado.
ResponderEliminarH.A.M.
“Me duele la rodilla derecha. Mucho. Camino con bastón. El bastón es hoy por hoy mi régimen constitucional. Creo que voy a borrarme de Facebook. Lo encuentro mefítico.
ResponderEliminarTengo obreros en casa. Me siento desplazado. Voy de rincón en rincón con mi bastón, mi pierna inarticulada y el ordenador y ellos me van echando, con amabilidad, pero con contundencia. "Si se queda usted aquí...."
Parece el texto de la abdicación de JC I
“- ¿Monarquía o república?
- ¡Marketing!
(cada vez con más frecuencia me siento obligado a pensar contra mí mismo).
En realidad la república como forma de gobierno me interesa poco, pero el republicanismo como actitud cívica me parece irrenunciable. A pesar de las evidencias.”
Parece el discurso de F VI
“Cuando le preguntaron a Platón cuál era el régimen constitucional de Atenas (su politeia) contestó que quien quisiera conocerlo tendría que buscarlo en las comedias de Aristófanes. Me pregunto si en La Contra de La Vanguardia no se encuentra algo esencial del régimen político catalán.”
Respecto a lo primero parece Groucho Marx. Y respecto a lo segundo no le quepa ninguna duda, hay cosas muchísimo peores.
“Sin duda sería muy de lamentar que los cambios de régimen los dictasen los catedráticos de ética o de ciencias políticas. Pero casi los prefiero a ellos que a los periodistas.”
Parece Usted Platón.
Saludos.
¡Demonios! No hay manera de que me parezca mí mismo....
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