Ese niño tan achuchable (como diría mi madre), que parece el Miles de "Otra vuelta de tuerca", era Nicolás Gómez Dávila, el supercriticón de la modernidad. Apuesto a que, a esa esad, ya leía a Tácito en latín.
Cuesta imaginar juntos a estos dos personajes, como en esa foto en la que Ernesto le enciende un habano a Sartre ante la mirada de Simone, pero tengo entendido que Gabo era amigo y admirador de D. Colacho, y lo visitó de vez en cuando, a pesar de las diferencias ideológicas.
Cada vez que se nombra a Don Nicolas en este café hay barra libre para todo el mundo. Eso sí, se ha de consumir de pie y con la mirada fija en el poniente.
Bueno, dirigió La Cabaña durante unos meses, hasta el 26 de noviembre de 1959, lugar donde mandó ejecutar (o ejecutaba directamente, cuando sentía una especial simpatía por el sentenciado) a un montón de cubanos. Este mismo día, Castro lo relevó del cargo y lo nombró presidente del Banco Nacional de Cuba. Como comprenderán, antes de irse al despacho a firmar billetes pasó por casa a cambiarse y asearse.
Ni llamándolo tonto, ni llamándolo bestia. No exigió de nadie más , sino menos, de lo que él estaba dispuesto a entregar. Y trató a sus enemigos como estos le hubiesen tratado, ¿o no?
Parece Gordon Gecko.
ResponderEliminarD. Gregorio, mire esta foto. Si adivina quién es, me quito el sombrero.
Una pista: es otro sudamericano, pero con algunas neuronas más.
¡Me rindo! Después de dar un montón de vueltas, el resultado es que no tengo ni la menor idea.
EliminarEra muy difícil, lo reconozco.
EliminarEse niño tan achuchable (como diría mi madre), que parece el Miles de "Otra vuelta de tuerca", era Nicolás Gómez Dávila, el supercriticón de la modernidad. Apuesto a que, a esa esad, ya leía a Tácito en latín.
Cuesta imaginar juntos a estos dos personajes, como en esa foto en la que Ernesto le enciende un habano a Sartre ante la mirada de Simone, pero tengo entendido que Gabo era amigo y admirador de D. Colacho, y lo visitó de vez en cuando, a pesar de las diferencias ideológicas.
Cada vez que se nombra a Don Nicolas en este café hay barra libre para todo el mundo. Eso sí, se ha de consumir de pie y con la mirada fija en el poniente.
EliminarJuego: Octavio Paz?
ResponderEliminarFeliz Navidad, Gregorio.
Bueno, dirigió La Cabaña durante unos meses, hasta el 26 de noviembre de 1959, lugar donde mandó ejecutar (o ejecutaba directamente, cuando sentía una especial simpatía por el sentenciado) a un montón de cubanos. Este mismo día, Castro lo relevó del cargo y lo nombró presidente del Banco Nacional de Cuba. Como comprenderán, antes de irse al despacho a firmar billetes pasó por casa a cambiarse y asearse.
ResponderEliminarPODRÍA SER BOLAÑO EL DE LA FOTO del gato, hay algo en la mirada i el gesto de la cabeza muy peculiar de Roberto.
ResponderEliminarNi llamándolo tonto, ni llamándolo bestia.
ResponderEliminarNo exigió de nadie más , sino menos, de lo que él estaba dispuesto a entregar.
Y trató a sus enemigos como estos le hubiesen tratado, ¿o no?
O no.
EliminarTiene usted razón. De hecho lo fusilaron. Aunque no creo que un hombre de su inteligencia fuese marxista-leninista en el mundo de hoy.
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