Anónimo, yo más bien pienso lo contrario, sin Dios no hay filosofía. ¿No es la filosofía la busqueda del sentido de la realidad? Si carece de él, si es puro sinsentido, no hay filosofía posible. Dios es la salvaguarda del logos.
Lo que me encuriosea es que se preocupen de Dios y de la Filosofía (que está muy bien...), cuando lo que me interesaba era decir (entre otras cosas) que la etimología de lo plúmbeo del plomo podría venir de cosa tan simple y objetiva a la esencia de la cosa-en-sí como su color grisáceo, que en griego es poliós. Ya que hasta Corominas se va por los cerros de úbeda con esta etimología del plomo. lo siento por ser tan plomizo. H.A.
Si estamos hechos a "imagen y semejanza" de él, no parece mal espejo para mirarse.
ResponderEliminarEn efecto, Dios no es sino un espejo, para bien o para mal de quienes en él se ven reflejados. "Ante", a veces, suena como "cabe", a lejanía...
ResponderEliminarHay quienes se reflejan en el oro, otros en la plata, y los más humildes en el grisaceo (poliós) polymbeo.
ResponderEliminarH.A.
Si eso es así, entonces, no ha muerto dios sino la filosofía.
ResponderEliminarAnónimo, yo más bien pienso lo contrario, sin Dios no hay filosofía. ¿No es la filosofía la busqueda del sentido de la realidad? Si carece de él, si es puro sinsentido, no hay filosofía posible. Dios es la salvaguarda del logos.
ResponderEliminarLo que me encuriosea es que se preocupen de Dios y de la Filosofía (que está muy bien...), cuando lo que me interesaba era decir (entre otras cosas) que la etimología de lo plúmbeo del plomo podría venir de cosa tan simple y objetiva a la esencia de la cosa-en-sí como su color grisáceo, que en griego es poliós. Ya que hasta Corominas se va por los cerros de úbeda con esta etimología del plomo. lo siento por ser tan plomizo.
ResponderEliminarH.A.
¿Reflejados en el óculo del Pantocrator -o de Sócrates?
ResponderEliminarPodemos tener una imagen completa de nosotros mismos :
ResponderEliminarAnte la muerte...
En estado catartico...
Hay una novela de C.S. Lewis , "Mientras no tengamos rostro", que a partir del mito de Eros y Psique trata precisamente de esto.
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