Me encuentro con el hermano de L. en la farmacia de Ocata e, inevitablemente, acabamos repasando la lista de bajas del 2011. ¡La de gente que vamos conociendo por esos cementerios de Dios! Al despedirnos, me dice con una sonrisa irónica: "Y si no nos vemos, que sea por tu falta".
Una muy buena despedida. Que empieces muy bien el año. Abrazos.
ResponderEliminarEl Blog del Profesor Anecado ¿Vientos de Cambio?
ResponderEliminar[ El por qué tenemos al señor Wert como ministro de Educación es para mí un misterio insondable. Su relación con la administración educativa es, hasta donde conozco, inexistente; más allá de haber dado clase en la Autónoma...
Ahí van pues algunas medidas que el nuevo ministro podría ejecutar:
a) Volver a los horarios de clase a la antigua en primaria y secundaria, con un total de 6-7 horas de clase diarias. Nosotros sobrevivimos... ¿por qué los niños de ahora no habrían de hacerlo?
b) Se pasa de curso como mucho con dos pendientes. Y si no, a repetir tocan. Hacerlo así demostró ser sano. Sanísimo. Sí, ya sé que dicen que esto causa traumas a los críos. Pues será, pero mejor tenerlos traumatizados que tener -Sánchez Ferlosio dixit- los "borriquitos con chándal" que ahora tenemos.
c) No mantener en las aulas a quién no quiera estar en ellas, porque se dedican a dinamitar la clase. Ofrecer a partir de los 14 años una alternativa diferente a los alumnos que no tengan interés en seguir estudiando, en lugar de forzarlos a estar donde no quieren.
d) Eliminar la cultura del todos somos iguales de puerta de la escuela para adentro. No es lo mismo el que clava codos y saca sobresalientes, que el que suspende cuatro. No pueden ser iguales, y no puede transmitirse a los chavales esa sensación de falsa igualdad, de forma que interioricen que el esfuerzo en el estudio no vale para nada, ni se valora.
e) Premiar a quién más se esfuerce, de manera simbólica o real, pero premiarlo.
f) Acabar con el maldito "todo está en internet" con alumnos que apenas comprenden lo que leen. En lugar de dar tanto ordenador, dar libros, fomentando la cultura del estudio y de la reflexión frente a la de la inmediatez y el todo vale.
g) Establecer una nueva PAU que no sea el maldito coladero que la actual es. Estudiar qué porcentaje de alumnos llegan de bachillerato a la Universidad en países de nuestros entorno, y ajustar nuestra prueba para que no lleguen menos, pero tampoco más.
h) Mandar al cuerno los malditos grados, sus competencias, destrezas y demás tontunas, y recuperar los títulos antiguos. Cumplir con lo que se firmó en Bolonia: reconocimiento de títulos en toda Europa, medida común del esfuerzo del estudiante (ECTS) y movilidad. Esto es lo que es firmó; lo demás, a la basura.
i) Hacer un MIR para todos los que quieran ser profesores, desde primaria hasta la Universidad, ajustando la oferta a las necesidades y garantizando que, toda aquel que pisa una tarima, lo hace con un rodaje previo como "profesor residente".
j) Recuperar la autoridad del profesor en todos los niveles educativos, dotándole de herramientas que le permitan garantizar la disciplina en el aula en todos los niveles educativos.
k) En la Universidad, instaurar el "compromiso ético" a la anglosajona para todos los alumnos de nuevo ingreso, a firmar con la nueva matrícula.
l) En la Universidad, ¡limitar la permanencia si se constata una falta de rendimiento evidente en un ciclo de cuatro años. No se pueda estar una década como alumno universitario a costa del erario público, salvo casos concretos -alumnos a tiempo parcial, enfermedad demostrada, o causas de fuerza mayor-.
m) Mandar a psicólogos de la educación, pedagogos, y demás especies demostradamente perversas para el ecosistema universitario a reservas previa castración sin anestesia, a ver si se extinguen de una maldita vez. ]
El último punto me ha motivado para reproducirlo aquí :P
Don Gregorio ¿ así estamos? Si ud, tiene mucha guerra que dar por lustros, y que no nos falte.
ResponderEliminarPor si le interesa, Fukuyama ha reanudado su blog.
ResponderEliminarhttp://blogs.the-american-interest.com/fukuyama/
PS: No conozco el Bowmore, pero lo voy a solucionar rápido. El argumento de la botella vacía me parece irrebatible.
Claudio: Hasta que no pruebe el Bowmore, le retiro mi saludo.
ResponderEliminarMe interesa Funkuyama, claro.
Socarrón, el interlocutor... Con todo, tenía razón, porque si se echase en falta a alguien iba a ser a Vd., no a tan escurridizo candidato al estuche del que nunca se sale...
ResponderEliminarA la lista de hermosos propósitos educativos le añadiría otro que, en tiempos de crisis, es necesario: que se pague en función de la renta parte de lo muchísimo que cuesta el servicio, carga económica que habría de repartirse entre los usuarios con justicia. Una plaza de Secundaria cuesta, redondeando, 6000 euros al año, de los cuales muchas familias "pudientes" que usan el servicio, pagan, como mucho, 70 euros. No es justo.
Mis mejores deseos para sus hechos post-ales.
Todos nuestos padres y alumnos deberían saber que la enseñanza gratuita simple y llanamente no existe y que obligatoria sólo lo puede ser si el alumno pone la voluntad de obligarse a aprender.
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