martes, 29 de septiembre de 2009

Rematar a Dios

Para Maty, en pago de una deuda

Eso de matar a Dios está hoy al alcance de cualquiera. Ya no se necesitan estudios, como antes, para llevarlo al patíbulo. Dios ya no les sirve a muchos ni como opio... es, a lo más, una voluta de humo. ¿Para qué vamos a querer a Dios si tenemos terapeutas?

Nietzsche esto lo sabe. Sabe que puede no haber gesto más plebeyo que el de decretar la muerte de Dios. Pero sabe también que si Dios ha muerto es que nunca existió y, entonces, el reto es comprender la historia del hombre, con sus creencias incluidas, como un capítulo de la historia natural. Y aquí las cosas comienzan a complicarse, porque habrá que explicar la creencia en Dios no como un sueño de la razón, sino desde la lógica biológica.

Lo que realmente le interesa a Nietzsche de la muerte de Dios no es el gesto que apunta hacia su sepulcro vacío, sino la contemplación del vacío de todo sepulcro sin aspavientos que nieguen o reduzcan la plenitud de la vida. Y, en este sentido, más importante que matar a Dios es acabar de una vez por todas con el deseo de matarlo.

Si Dios es un nombre vacío, un nombre de la Nada, además de enfrentarnos a la necesidad de explicar por qué el hombre ha necesitado durante siglos ordenar su vida en dirección a la Nada, debemos explicar cómo ordenar la vida cuando sólo haya Nada, es decir, cuando la Nada siempre presente en el rostro divino se nos haga presente como una nada sin rostro, si es que ello es posible.

El nihilismo, entonces, tiene muchas caras. Tan nihilista era la creencia en Dios como la negación de Dios. Pero en realidad estas caras diferentes no nos muestran tanto diferentes tipos de nihilismo, como diferentes formas de entender la vida según la posición del hombre ante el nihilismo.

El nihilismo que afirma a Dios afirma una nada que somete a la vida a la constricción de un orden heterónomo, impuesto a la voluntad por una voluntad que tiene miedo de sí misma. El nihilismo que puede surgir de la muerte de Dios es el de una voluntad que se afirma a sí misma desde su propia voluntad de ser. Sin duda aquí lo relevante es este "puede", porque nada garantiza que la muere de Dios no conduzca a nuevas y más plebeyas formas de autonegación. Está por ver que la voluntad abandonada a sí misma no sea una decadencia. Esto es, exactamente, lo que Nietzsche teme cuando mira al futuro. Lo que puede estar esperando a Europa es su decadencia. Nietzsche teme esto porque él es, antes que cualquier otra cosa, un filósofo europeo, un gran filósofo europeo.

No se puede matar a Dios y seguir creyendo en la historia de la redención.

Para trazar el camino que va de la creencia en Dios a la afirmación de su muerte, Nietzsche nos ha contado un cuento. Un cuento hermoso, porque era un gran escritor, pero nada fácil de interpretar. Se trata del cuento de las tres metamorfosis.

1. El creyente es como un camello. Convierte la vida en un desierto porque la ha cargado con el fardo de la Nada. Es el primer nihilismo.
2. La consciencia de que puede liberarse del peso que soporta convierte al camello en león. Necesita de sus fauces y de sus zarpas no tanto para liberarse de Dios como para reordenar su vida en dirección a la Nada consciente. Pero mientras lucha, está pendiente de aquello contra lo que lucha y, en cierta forma, lo mantiene con vida. Este es el segundo nihilismo.
3. El tercer nihilismo aparece cuando el león se da cuenta de que mientras lucha contra fantasmas los mantiene con vida. No hay necesidad de luchar contra ellos. ¿Pero puede prescindirse de ellos? Nietzsche parece decirnos que no, que lo máximo que podemos hacer es jugar con ellos. Es entonces cuando el león se metamorfosea en niño. Insisto en que lo que está aquí realmente en juego no es tanto Dios como el tipo de vida que aparece cuando se tiene una u otra relación con Dios. La superior, nos asegura, es la del niño.
El niño juega. Y el juego parece ser la forma suprema de la voluntad de poder porque no tiene ninguna referencia ajena a sí mismo (no lucha contra fantasmas). Pero eso no significa, de ninguna manera, que en el juego deje de haber prohibiciones. El juego para ser juego necesita reglas, que son impuestas por la misma necesidad del juego. Las sabemos arbitrarias, pero no por ello dejamos de sentir la necesidad de someternos a ellas.

El sometimiento a lo arbitrario es la forma superior del nihilismo, aquello que parece permitir en última instancia, la definitiva muerte de Dios.

Pero la necesidad del juego y de sus reglas nos muestra que no podemos prescindir de fe. Sea como fuere, la fe se nos presenta como algo sin lo cual no hay juego. Es una fe que -esto hay que tenerlo muy claro- no forma parte tanto del juego como de la necesidad de jugar.

Nietzsche se da perfectamente cuenta de que Dios ha cumplido en la historia un papel fundamental: el de garantizar una coherencia narrativa a los hechos. Ahora sabe que todo hecho es un elemento de un juego, que sólo existe como momento de ese juego ("no existen hechos -dirá- sólo interpretaciones"). En cierta manera, entonces, la pérdida de la fe en el Dios bíblico no niega la necesidad de confiar en la verdad de la narración. Allá donde hay una necesidad de coherencia hay una necesidad de relato y, en última instancia, una reivindicación de Dios.

¿Y qué es la voluntad de poder sino una voluntad de coherencia narrativa?

Si esto es así -es decir, si mi lectura de Nietzsche es ajustada al juego que nos propone- entonces la voluntad de poder reintroduce un absoluto, un incondicionado, en la filosofía, porque nos enfrenta a un hecho que no es una interpretación, sino el hecho fundamental que subyace a toda interpretación. En este sentido no está muy lejos del Eros platónico.

Eros, para Platón, no era un dios, sino un gran daimon, que habitaba "metaxú", en el entre dos que separa a unos hombres de otros y los distancia de la belleza. Al hacerse presente los hombres se vuelven sensibles a su copresencia y descubren su necesidad de verdad que, en tanto que erótica, es, en el fondo, una necesidad de vida.

Dostoievski se preguntaba si el hombre civilizado puede ser creyente. La pregunta filosóficamente inevitable me parece más bien la contraria: ¿Podemos ser civilizados si no somos creyentes?

60 comentarios:

  1. Luri, he leído este post con la atención del alumno, ni siquiera aventajado.

    Creyente o no, Dios está ahíen sus dos probabilidades: Dios o No-Dios. Entre la afirmación o la negación, entre dejarlo vivo o matarlo, las energías se dirigen a reconocerle un lugar en el orden necesario, una especie de vector que organiza el caos. El problema interno para mí es que aún aceptando su muerte parece imprescindible.

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  2. Parece imprescindible porque tenemos miedo al caos, pero y si Dios es el Caos?

    Por cierto, me sorprende cada día más, en la perspectiva de la distancia temporal, como hemos cambiado respecto al tema, la importancia que se le daba y la poca que se le da. Imagino que la gente joven leyendo según qué debe pensar que los antiguos, mi generación incluída, estábamos bastante chiflados.

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  3. Gracias por la dedicatoria.

    En segundo lugar, reconozco que hacía tiempo que no leía una anotación bitacoril de esta entidad, acostumbrado a tanta levedad que leo diariamente vía sumarios RSS.

    Reducirlo todo a la dicotomía sobre la existencia o no de Dios es caer en cierto simplismo, en mi parecer.

    Como suelo recordar, soy de ciencias (y no de las teóricas precisamente), de ahí que mi formación me lleve a no dedicar demasiada atención sobre un asunto sobre el que no puede aplicarse el método científico [Wikipedia ES].

    Creo que lo realmente importante es el seguimiento de unos principios y valores sólidos en esta vida, tanto da si son de procedencia religiosa, atea o agnóstica.

    La muerte de Dios [Wikipedia ES] equivale a la ausencia de tales valores, en definitiva, el nihilismo [Wikipedia ES] imperante.

    Por eso muchos han substituido a Dios en sus vidas por las ideologías políticas o, peor aún, por la idolatría, porque necesitan llenar el vacío existencial que sienten, al no creer en nada.

    No continúo, ya que me siento incapaz de igualar tu discurso filosófico. Maldito seas Gregorio, por mostrarme cuán grande es mi incultura. Defintivamente, no he sido llamado para el mundo del pensamiento elevado. Mi discurrir pensativo es mucho más mundano, práctico.

    Eso sí, como repetía una y otra vez Ramón Trecet en su extinto programa musical en Radio 3, sigo la máxima: "buscar la belleza, es la única protesta que merece la pena en este asqueroso mundo".

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  4. Incluso, don Gregorio, se puede creer que Dios es una entidad indispensable -absolutamente indispensable- para ser biologicista.

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  5. Alternativamente, ¿podemos ser civilizados si somos creyentes?
    En cualquiera de las dos circunstancias hemos demostrado que no. Y que sí.

    ¿Podemos ser civilizados sin relato cohesionador? No. En este caso las cosas están claras. Ahora bien, ¿por qué debería sustentarse -el tal relato- en la fe de nuestros padres?

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  6. Angel: Aunque quisiéramos ya no podríamos recuperar la fe de nuestros padres. Ellos obedecían ciegamente la palabra de Dios. Nosotros la interpretamos (ciegamente también, por supuesto).

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  7. El niño que no hereda una coherencia narrativa, y, aún más inicialmente, una narrativa coherente sobre sí mismo, (esto es, la civilización), no juega. No se vive, por tanto desde el vacío. Ciertamente, hay una necesidad de verdad. Volviendo al niño, y forzando la metáfora hasta que casi deja de serlo, el niño juega cuando puede ir mirando de reojo a quien lo vigila y vigila sus juegos, cuando se siente seguro absolutamente, cuando sabe de un mundo que no es, en modo alguno, un juguete, ni es sólo el escenario en donde juega.
    Lo dejo, ya parezco un trabalenguas...

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  8. cuando no se tiene ninguna necesidad de creer en nada, todo esto suena a naderias. No se puede ser civilizado ni inteligente si se cree en algo intangible, parecería lo más razonable. Creo, y efectivamente no se puede matar a Dios porqué no existe, aunque menudo se necesite jugar a dudar de su existencia para seguir existiendo.....

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  9. Gregorio, me atrevo a preguntar, no ha presupuesto siempre la búsqueda filosófica una fe como lugar donde desarrollarla: filosofía política, religión, ciencia, historia, la coherencia narrativa de los hechos como la llamas, sin ellas propiamente no podría haber filosofía, aun cuando pareciera que la filosofía trata exclusivamente de esta coherencia, del nihilismo como el acto inminente de la decadencia.
    Al cuento que elegís, a mi me gusta sumarle la historia de un error y el de la meta y las mil metas. La historia del error es, si interpreto bien, el correlato metafísico de las tres transformaciones.
    Pero de la meta y mil metas, que me acuerdo en algún lado la habías comentado, es justamente un cuestionamiento que creo le hace Nietzsche a Platón, en qué momento decidió que el ser humano no merece vivir, o no ya que hay una forma superior de vida, sino que la vida, propiamente hablando, no le pertenece sino a quien se examina a si mismo.
    Nietzsche diría hay que mirar hacia donde apunta el absoluto que plantea cada filosofo, pero de ninguna manera se puede cuestionar que se plantee un absoluto. Este es, si se quiere el gran juego del filosofo, el renovar el rito cada tantos años. El eterno retorno. La misma existencia de Nietzsche, el que él escriba su obra es, creo yo, suficiente para mostrar que el nihilismo no es en absoluto un problema.

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  10. Chapo señor Luri, por la pregunta final.
    Me ha dado palabras para mi riachuelo.

    Gracias

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  11. "Aunque quisiéramos ya no podríamos recuperar la fe de nuestros padres. Ellos obedecían ciegamente la palabra de Dios. Nosotros la interpretamos (ciegamente también, por supuesto)."

    Efectivamente Sr. Luri, por éso no sé a qué gastar tanto desprecio en este blog contra los descreídos si el resultado es el mismo, cuando de resultados (importancia de la creencia no del Objeto creído) se trata. Puede ser algo chabacano cómo se certifica hoy la muerte de Dios, pero en cualquier caso -insisto- "los que antes estudiaron" acabaron con Él.

    Pero, ante todo, gracias, así da gusto leer a Nietzsche ;)

    Saludos

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  12. Me quito el sombrero ante el nivel de este apunte. Pero me atrevo a matizar un detalle.

    Matar a Dios o reconocerlo? Ardua pregunta desde el origen de los tiempos. No creo que pueda existir una respuesta desde la filosofia.

    Dios es un problema de fe, no de razón.

    Por ello te pido Gregorio que nos ilustres con otro apunte sobre Dios desde la perspectiva de la fe, si para un filósofo la fe es abordable.

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  13. Amigos: Perdonadme si no os contesto tan pronto como quisiera, pero ando bastante atareado con cosas no tan amenas como estas de cafetear con los contertulios de este Café de Ocata.

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  14. Años ha -demasiados, oí en una entrevista a monseñor Elías Yanes [Wikipedia ES] (arzobispo de Zaragoza y presidente de la conferencia episcopal por entonces) que se podía llegar a Dios desde la razón, lo que me desconcertó y provocó mi curiosidad, mas no la pude satisfacer. Continúo intrigado, pues sé/sabía que es una persona con gran intelecto y preparación.

    Si alguien puede iluminarme al respecto, lo agradecería.

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  15. Hoy en dia, que ni siquiera en el vaticano creen en dios, parese que el problema de su existencia se ha vuelto algo asi como un juego de mesa para que se entretengan los pensadores.

    Hablar de la muerte de dios encierra una esperanza: si murio es porque vivia, y si vivio y murio, bien puede resucitar, que para eso es dios y de hecho su hijo, el carpintero, ya lo hizo una vez.

    Dijo un vasco anarquista al que le golpeaban la puerta los mormones: "¡pero hombre: que si no creemos en el dios verdadero, menos vamos a creer en el vuestro!"

    Saludos!

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  16. Y sucedió que mientras él estaba orando a solas, se hallaban con él los discípulos y él les preguntó: ¿Quién dice la gente que soy yo?
    Lucas 9.18

    Al dios de cada cual lo puede matar cada cual "porque era suyo".

    Del hombre que se dijo Dios ¿quién diremos que es?

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  17. La pregunta final de "¿Podemos...?" (yo, por cierto, diría que sí: los chinos son lo uno sin ser exactamente lo otro, igual que lo fueron los griegos) me recuerda aquello que decía aquél, más o menos: "No hay documentos de cultura que no sean documentos de barbarie".
    Por cierto, qué nostalgia, la frase esa de Ramon Trecet...

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  18. ¿Será que el deseo irreprimible del hombre por conocer la verdad es más fuerte que sus miedos y hasta que su propio instinto de supervivencia?
    Entonces ¿será que el desarrollado cerebro humano, después de todo, no es más que un error de la naturaleza que acabará por llevar a la extinción a su portador?

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  19. Estic assentat al vàter. Obro el Vèrtex que hi ha damunt del tamburet i llegeixo: "Així va neixer Zaratustra".Començo a devorar l'article però el deixo a la meitat; excitat per la conjunció alpinisme-filosofia he de corre a esbrinar qui és aquest tal Luri. De seguida vaig a l'ordinador i li pregunto a Sant Google. Amb dos clics ja sóc aquí.
    Caram Gregorio,et felicito, com afines amb Nietzsche.
    Només recordar als contertulis que a Déu només l'hem matat un cop. Per allà Galilea fa 2000 anys. Nietzsche no el va pas matar. Va dir quelcom molt pitjor. "Déu ha mort". Podriem afegir que de mort natural.No va caldre que el matessim com la primera vegada. Ha!, si ara aparegués de nou el tornariem a matar.Segur. O encara millor el tancariem en una presó d'aquestes il.legals tipus Guantànamo i no s'en sentiria a parlar més. No hi hauria ni la possibilitat dels evangelis. Co a molt un "60 Minuts" al 33 d'aquí 50 anys.
    Pel tema de la fe, recordeu Unamuno. Nosaltres no tenim fe en Déu, tenim fe en que hi sigui. Que no és el mateix. Ull! que ens costa bastant esbrinar quin és l'objecte del nostre desitg.

    Manel Balet

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  20. Las 0:04. Acabo de llegar de Girona y decido que Nietzsche puede esperar. Así que un saludo y adiós, amigos, me voy a la cama.

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  21. No, no podemos ser civilizados sin ser creyentes. Creo que el hombre es un ser creyente, necesitamos asignar valores a la ecuación de la vida para irle encontrando soluciones. Y una gran solución colectiva ha sido la civilización, asignar alto valor a la incognita del poder y de la civilización. Podria sobrevivir la civilización si no creyéramos en ella? Contrariamente al lupus de Hobbes, yo creo que no.

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  22. Pero asignar alto valor, incluso altísimo valor, no es lo mismo que la fe. La fe es un absoluto que, si hace falta, pasa por encima de todos los valores, del sentido común, del instinto de supervivencia (que la mayoría de las veces vaya más bien a favor de ellos es circunstancial, fruto de la historia, del dessgaste cultural, prueba si me apuran de su condición de invento).

    Nunca he entendido esa disyuntiva de Dios o el Caos. No se corresponde con el modo humano de llegar a las convicciones, que rara vez es absoluto. Para organizar la vida privada y colectiva basta, creo yo, con un puñado de principios razonablemente firmes, que pueden ser cuestionados si nos ponemos estupendos, con un gin tonic en la mano, pero que en el fondo tenemos por intocables.

    Puestos a decidir que no vamos a apurar el terrible poder disolvente de la razón, puestos a elegir que ciertas cosas las dejamos fuera de la discusión, no veo por qué necesitamos inventarles un fundamento absoluto (y para más inri un ser personal, amoroso o iracundo, autor de libros sagrados, con un hijo carpintero, qué complicación). Si me dicen que la fe en todas esas cosas peregrinas no es más que una decisión necesaria para una vida mejor, entonces ¿por qué no quedarse sólo con los valores y decidir, libre y humanamente, no cuestionarlos más allá de cierto punto? No me digan que es igual de arbitrario, hay grados de arbitrariedad.

    ¿O es que se me escapa algo y hablamos de lago más que de una moral?

    (Por otro lado, sospecho que como dice arriba Felipe Postigo, la pulsión por la verdad acabará por destruirnos: no sabemos no cuestionar)

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  23. ". Está por ver que la voluntad abandonada a sí misma no sea una decadencia (...) Lo que puede estar esperando a Europa es su decadencia"

    Cito: "Las mismas condiciones nuevas bajo las las cuales surgirán, hablando en términos generales, una nivelación y una mediocrización del hombre (...) son idóneas en grado sumo para dar origen a hombres-excepcción de una cualidad peligrosísima y muy atrayente" (Más allá del bien y del mal). Sin comentarios...

    Dónde tal vez me atrevería a discrepar es en este otro aspecto: "¿Y qué es la voluntad de poder sino una voluntad de coherencia narrativa?" Yo no estoy tan seguro de esto... en cierto modo, para Nietzsche precisamente el error es narrar el mundo, hacerlo coherente (y ahora daría igual que esta coherencia viniese dada por un paradigma físico-racional o por uno mítico-artístico), en cualquier caso todo acto de explicar la cosa es un intento de responder a la pregunta por la cosa, y ése preguntar (que precisamente hace explícito Sócretes con su "qué es...?") es ya asumir que la cosa no se basta por sí misma, vampirizamos su dignidad y la convertimos en dependiente, subsidiaria de una explicación/narración posterior... La voluntad de poder pasa por asumir que el mundo no esta ahí para ser narrado, ni siquiera para ser cuestionado. Desde esta premisa cobra sentido la función del arte: un interactuar con el mundo que es irrupcción, creación y que, al mismo tiempo, es comprensión en tanto que participa de él, un conocimiento que no surge de pregunta alguna.

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  24. Off topic: ¿Rematando al profesor?

    blogoff -> AulaBlog.com Despedido un docente por utilizar el blog en el aula

    [ Es difícil comprender cómo en el momento en que la administración educativa trata de poner en marcha la Escuela 2.0 a través de una dotación tecnológica sin precedentes, un centro educativo “concertado” del Gobierno Vasco se permite el lujo de despedir a un docente que utilizaba recursos 2.0 para la docencia.

    “... La metodología que usted ha utilizado para dar sus clases no se ajusta a los parámetros establecidos por la normativa en vigor (Diseño Curricular Base del Ciclo de Educación Infantil), ya que usted la ha basado en el uso del blog como elemento motor de la asignatura.”]

    Creo que merecería una anotación por parte de Gregorio, indagando antes.

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  25. Bueno, Blaitheone da en uno de los clavos, creo. En este profundo e interesantísimo post de don Gregorio hay unos cuantos saltos mortales, uno es el paso de la coherencia narrativa a Diós, diría que injustificado e injustificable, otro sería la afirmación de que la pérdida de fe (en el Diós de los padres) no niega la confianza en la veracidad del relato, en Nietzsche sí. Y esto lleva a otra cuestión más de fondo: el post obviamente es deudor del texto de Strauss: Comentarios a Más allá del bien y del Mal, texto brillante e iluminador a la vez que provocativo pero que, a mi entender, violenta el texto nietzscheano almenos en un aspecto: la insistencia en rescatar la religiosidad incluso a pesar de Nietzsche. ¿A qué tanta insistencia en seguir llamando religión a algo que ya no conserva ninguna de las notas de lo que entendemos por religión? ¿Por qué dejar de considerar metafóricas y empeñarse en tomar literalmente las alusiones de Nietzsche a la "religión del futuro", la "religión de los filósofos" o "de Dionisos" cuando parece obvio que entre esa supuesta religiosidad y la religión entendida en su sentido más craso, de diccionario, no hay nada en común? ¿Puede el eterno retorno ser entendido como una religión en algún sentido plausible de "religión" (es decir con trascendencia?

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  26. 1:09 h. Acabo de llegar de Torroella de Montgrí. Y hoy tampoco estoy para nietzscheanismos.
    Hasta mañana (quizás).

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  27. Luis: "... aún aceptando su muerte parece imprescindible". ¡Claro! Y esto nos debe llevar a preguntarnos a qué obedece esa necesidad de Dios.

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  28. Júlia: Yo intuyo que del miedo al caos surge la pregunta cuya respuesta es Dios. De ahí que entonces Dios tenga que ver con el orden que, en última instancia, es un orden narrativo.

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  29. Maty: A mi lo que realmente me asombra es la cantidad de fe que aparece presente entre los que, sin ningún género de dudas, niegan a Dios

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  30. Tumbaíto: Es usted mas nietzscheano de lo que usted mismo supone.

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  31. Lola: Se te entiende todo perfectamente.

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  32. F.: "cuando no se tiene ninguna necesidad de creer en nada"
    No tengo por qué poner en duda sus palabras. Las creo.

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  33. Aro: Reconozcamos que no entendemos muy bien qué quiso decir Nietzsche con lo del eterno retorno de lo mismo. Pero sí podemos intuir contra qué va dirigida esta tesis: contra la de la divina providencia.
    Mi pregunta es: ¿La providencia, en cualquiera de sus formas -la historia, la ciencia, etc- no es siempre divina?
    Dicho de otra forma: ¿Matar a Dios no exige renunciar a todo tipo de providencia? ¿Y es posible entonces la vida?

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  34. Petrusdom: Dele las gracias al infinito Dostoievski, que siempre anda inmiscuyéndose en los debates sobre nihilismo.

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  35. Fritz: ¿Le parece que gasto desprecio con los descreídos? Yo creo que he intentado siempre no meter a todos los descreídos en el mismo saco de las críticas.

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  36. Enric: LO que me propones es extraordinariamente complejo y requeriría una conversación en torno al fuego de un refugio de montaña. Creo que el filósofo, como filósofo, tiene la necesidad de interrogarse sobre Dios y, en este sentido, renuncia a la fe de los antiguos. Creo, también, que no hay un terreno neutral entre fe y razón que permita dirimir el asunto con objetividad. Pero sospecho que la razón es, en el fondo, una apuesta por la razón. O sea, que hay más fe en ella de lo que le gustaría suponer. Quizás la verdad, como suponían Nietzsche y Heidegger sea una mentira necesaria para la vida.

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  37. Maty: Llegar a Dios desde la razón supone, primero, llegar a algún tipo de primer principio que no se deriva de ningún otro y, en segundo lugar, como decía Santo Tomás, darle a ese principio absoluto el nombre de Dios.

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  38. Daniel: La frase que usted atribuye a un vasco anarquista es de Líster, comandante del quinto regimiento del ejército republicano en la guerra civil española. Cuando unos brigadistas norteamericanos le pidieron permiso para hacer un funeral por los caídos, les contestó eso: "No permito los funerales católicos, que son de la religión verdadera, como para permitir funerales protestantes",

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  39. Viejocon: Permítame responderle con el más respetuoso de los silencios.

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  40. Palumbus, comparto su nostalgia por Trecet, o cual es compartir una nostalgia por una ausencia que reclamaba la importancia de la belleza. Por eso a la pregunta a la que usted se refiere yo tiendo a contestar con un no.

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  41. Felipe:¿Y por qué no suponer que el instinto de verdad es una forma del instinto de vida?

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  42. Manel: Moltes gràcies pel comentari. I benvingut, és clar!

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  43. Efrem: Si las formas de la fe son más complejas de lo que tendemos a creer, precisamente porque a la fe le gusta presentarse travestida de evidencia.

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  44. Ignacio: Yo me planteo la cuestión de esta manera:
    1. ¿El sujeto cognoscente ha de formar parte de lo conocido? ¿Es decir, mi finitud debe formar parte de los objetos de mi conocimiento? ¿Es parte de la realidad?
    2. En el momento en que hacemos intervenir, como un dato de la realidad, la finitud del hombre, que es. no lo olvidemos, una finitud consciente, aparece la pregunta por el sentido del límite.
    3. Y aquí es por donde se cuela la fe.

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  45. Blaitheone: Las dudas que tienes sobre mi interpretación de la voluntad de poder son también, te lo aseguro, mis dudas.
    Mi postura se fundamenta en los siguientes (y precarios) puntos:
    1. La voluntad de poder como voluntad de nada conduce al eterno retorno de lo mismo.
    2. La voluntad de nada es sólo una forma del nihilismo.
    3. La forma superior del nihilismo es voluntad de vida y ahí es donde interviene la voluntad de verdad (como providencia, como relato o, efectivamente, como arte).
    4. ¿Cómo reconocemos el gran arte -que para Nietzsche tiene una importancia central- sino como un gran relato cerrado y coherente sobre una forma autorealiada?
    5. El mundo, efectivamente, "no esta ahí para ser narrado, ni siquiera para ser cuestionado". ¿Pero se puede decir eso mismo de una conciencia del mundo que incluya mi autoconciencia?
    6. El minuto más engreído de la historia del universo habrá sido, sin embargo, un minuto que se afirmó a sí mismo.

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  46. Nietzsche habla del "circulus vitiosus deus" en "Más allá del bien y del mal", III. 56 y parece identificarlo con el eterno retorno. Hay varias interpretaciones posibles de esto. Nietzche nos ha arrojado un hueso difícil de roer. Pero, en cualquier caso, ahí están sus palabras.
    Si alguna deuda tengo contraída con algún intérprete de Nietzsche, es con Heidegger, porque es de los pocos que se atreve a roer este hueso.

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  47. Yo voy llegando a la médula del hueso. Y se puede confirmar o refutar en mis dos últimos posts de cada blog:

    http://botellallenadeluciernagas.blogspot.com/ es el otro, al que te invito, si no a café, sí a un trago de luciérnagas.

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  48. Gregorio Luri: Tal vez por que la vida ya es una realidad en si misma que no precisa de demostración. La obsesiva búsqueda de lo trascendental, que se sepa, es una característica única del cerebro humano.

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  49. Felipe: Es que el hombre, simplemente, tiene memoria. Pienso en el texto de Nietzsche que más me ha hecho pensar, la Segunda consideración intempestiva.

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  50. ¡Luri! ¿Qué le dieron en Torroella, que ha vuelto con tal ímpetu? No me vendría a mí mal una ración.

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  51. Claudio: Un bocata de butifarra y dos cañas en la plaza del pueblo.

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  52. Eso tuyo ya empieza a parecerme grave, Luri :-). ¿Otra vez estamos con Dios y tus recelos ante los siempre denostados y despreciados ateos (pobres de nosaltres)? No hace ni un mes ya te dio por ahí (y me remito a lo que dije en un comentario entonces). Lo siento, pero no entiendo que alguien básicamente racional (ya hasta empiezo a tener dudas sobre los filósfos, ¡no tenía bastante con los poetas! :-)) e inteligente (se) pueda preguntar (aunque sea "filosóficamente" y después de soltar un discurso a partir de Nietzsche) si podemos ser civilizados si no somos creyentes.

    Sí, podemos ser (algunos lo somos) civilizados sin ser creyentes. ¿Se puede ser más civilizado creyendo en magias y supersticiones?. No. Algo hemos avanzado, a través de siglos de evolución, ¿no? Eso es: evolución versus fe irracional en un cómodo "hacedor".

    Àngel, Lola: ¿"relato cohesionador" "coherencia narrativa"...? Uf! No ho acabeu d'embolicar, sisplau :-).

    Puigcarbó, Ignacio... Aquí estamos para resistir. A lo mejor no llegamos a pagar anuncios en los autobuses, ¡pero algo habrá que hacer ante tanta...! (mejor me muerdo la lengua: ¡ya!)

    ¿Nos bajamos todos de la nube y nos ocupamos de los (nuestros) problemas terrenales?

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  53. Teresa: No se me ponga usted así, ande..., porque creo que donde yo he escrito "creyente" usted ha leído "teísta".
    Fíjese usted: ¿Se me enfadará otra vez porque le acabo de escribir "porque creo que..."?
    Y otra cosa: Los nefelibatas no nos bajamos nunca de las nubes.

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  54. Amb tanta voluntat de poder,etern retorn,(terminologia bastant confusa i de difícil interpretació per cert) coherència narrativa, nihilisme, la fe, la fe dels pares, creences etc. etc... jo ja m’he perdut i sospito que mes d’un també. Ja passa; comencem a parlar d’una cosa i acabem parlant del que diu que pensa aquell que diu l’altre que pensava. Però ens oblidem de la COSA de la que voliem parlar.
    Gregorio diu: “más importante que matar a Dios es acabar de una vez por todas con el deseo de matarlo”.Si del Deu que estem parlant és el Deu occidental , llavors el matem per violent. Possiblement a Buda no cal matar-lo. Però jo no sé si aquest Buda és un Deu o no. El que si sé es que genera fe. Tota la doctrina cristiana és d’una violència fastigosa. I ja se sap la violència engendra violència.
    GregorioTambé diu: Allá donde hay una necesidad de coherencia hay una necesidad de relato y, en última instancia, una reivindicación de Dios. Si, d’acord,però quin Deu reivindiquem? I Que volem dir amb Deu ? o el que és el mateix, què és LA COSA (per als filòsofs el SER). Ja que parlen de Nietzsche, una de les frases que més m’ha influït en el meu humil esdevenir filosòfic ha estat , cito de memòria: l’home és un animal que amaga les coses en un lloc i llavors va i les busca allà. Llavors passa que quan ens preguntem qui és Deu, responem :Deu és això i allò i allò de mes enllà i sap fer això i pot fer allò altra etc etc i al final diem : ja el tenim! Es aquest i sí sí,està aquí i existeix. No sé... Massa Fàcil companys.
    Gragorio també diu ¿Podemos ser civilizados si no somos creyentes? Molt bona pregunta a la que jo contesto NO. No podem ser civilitzats sense creure en alguna cosa. El que hem de dir és que la paraula “creient” no pot ser en cap cas monopoli de cap religió. Possiblement com deia R.Rorty ( interpreto) només cal que creguem una mica en els nostres nets.

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  55. Pregunto: suposem que el món fos un "Lager" (és un suposar només...) aleshores qui està en condicions d'afrontar-ho millor el creient o el no creient? Primo Levi: "els creients, de qualsevol credo (inclou aquí tota mena de religions i per tant també tota mena d'hortodòxies com la sionista o la marxista) van resistir millor la seducció perversa del poder (...), en general la prova del Lager i van sobreviure en un nombre proporcionalment més alt".

    I és això prova de res?

    1. En tot esquema de racionalitat hi ha creences no fonamentables racionalment (circularitat inevitable) però això no és encara la fe religiosa, jugar aquí amb les paraules sembla més aviat jugar a la confusió

    2. l'ateisme no és miserable, en qualsevol cas menys del que ho seria la fe oportunista (d'aquí la grandesa de l'actitud de Levi)

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  56. Albert, Que és un Lager o la prova del Lager?

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  57. és l'expressió alemanya per camp de treball o camp de concentració

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  58. Es verdad que cuando alguien dice creyente los comecuras leemos cristiano y saltamos pavlovianos a morder (consciente de ello, puse mis pocos ladridos de ahí arriba a buen recaudo de un paréntesis).

    Ahora bien, si el tipo de fe del que se habla aquí no sólo no sigue un libro sagrado sino que tampoco se reclama de un ser supremo dotado de personalidad, entonces, ¿no está mucho pero que mucho más cerca de nosotros (los ateos, no los béticos, que uno es de varios clubes) que no de los creyentes tal como los conocemos a puñados?

    Antes que pelearme con un tipo de creyente tan gaseoso e inofensivo prefiero cerrar filas con él y combatir la superstición del dios con barbas y dedo, que esa sí que es un problema.

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  59. Me acuerdo leyendo el artículo de Jorge Amado, que cuenta maravillosamente en su autobiografía de cómo, en agradecimiento por haber logrado para el Brasil la plena equiparación de las Religiones Verdaderas (el catolicismo y las otras del Libro) con las mínimas y populares religiones afrocubanas, le hnombraron hijo de santo de nosé qué gran orixá. Y ello comportaba ciertas obligaciones rituales de por vida.
    Mucho más tarde, alguna eminencia intentó una cita con él que no pudo ser, porque era el día de santo y tenía que bañarse, o que danzar, algo así.
    ¡"Pero señor Amado, usted, comunista, premio Lenin, ateo declarado y profeso, usted acata semejantes supersticiones? ¿Porqué, siendo no-creyente???"
    ¡Pues precisamente por eso, por no creyente, contestó. Si fuese creyente bien podría eximirme de mis compromisos, trampear... pero esto lo hago por pura voluntad, por cariño y respeto a quienes me lo donaron, en pleno uso de mi solitaria libertad. Porque sé que no hay a quien dar cuentas. Por eso mismo no falto nunca: porque me da la gana!.

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La Isla de Siltolá

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