En un libro titulado Controversias en la educación española (2000), Álvaro Marchesi, uno de los padres del nacional-constructivismo, se hace esta noble pregunta (p. 141): "¿Cómo conseguir que todos los alumnos conecten con la enseñanza que se les ofrece y mantengan una actitud activa en sus tiempos escolares?".
No hace falta ser un lince pedagógico para darse cuenta que esta es la preocupación principal de nuestros docentes.
En su respuesta Marchesi reconoce, en primer lugar que "como se puede intuir fácilmente, no es un tema de fácil solución. No existen recetas, ni atajos, ni soluciones mágicas". Unas páginas antes (101) ha dado fe de "la desesperanza del profesor, desanimado por la distancia que percibe entre las exigencias y sus posibilidades.” Por lo tanto la falta de conexión entre los alumnos y la enseñanza constituye una realidad a la que no convendría dar la espalda. Pero precisamente aquí se nos muestra la genialidad de Marchesi. Con una pirueta dialéctica, nos ofrece una respuesta ambigua que distorsiona el sentido de la pregunta: "La única alternativa viable es organizar las enseñanzas de tal manera que conecten con los intereses de los alumnos".
Esto de "la única alternativa viable" me parece un insulto a la dignidad de la profesión, pero me temo que de esta manera contemplamos hoy también la vida en común (la política). No se trata de hasta dónde nos podemos elevar, sino hasta donde hay que rebajar la escuela o el sentido de la ciudadanía. No se trata de contemplar al hombre desde lo mejor que puede dar de sí, sino de conectar con sus intereses inmediatos.
Ya perdonarán ustedes el tono pesimista, pero estamos en verano y viajar en tren de Barcelona a Ocata es una experiencia devastadora para la filantropía. Nada inhumano nos es ajeno. Esto ya lo sabían los antiguos, pero no se podían imaginar hasta qué punto estaríamos dispuestos a proclamarlo impúdicamente a voz en grito en los trenes abarrotados a través de los teléfonos móviles.
No puedo imaginarme conectando con los intereses de estos adolescentes blindados contra todo sentido de la vergüenza.
No puedo imaginarme conectando con los intereses de estos adolescentes blindados contra todo sentido de la vergüenza.
Me ha gustado mucho eso del "nacional-constructivismo" del infausto Marchesi. Lo de conectar con los intereses de los alumnos y lo de "motivarlos" por esa vía han sido dos conceptos deletéreos y perversos en la enseñanza.
ResponderEliminarSaludos.
Querido amigo
ResponderEliminarEl tal Marchesi es una de las cabezas pensantes y al tiempo de los más activos y conspícuos adalides (léase "cargo político", ejem) de la LOGSE y sus lodos sucesivos. ¡Ay, esos tiempos de las primeras mayorías absolutas de Felipe González!
Dedique un rarito a indagar por la internete sobre su vida y milagros (cuanto más atrás, mejor) y le garantizo horas y horas sucesivas de carcajadas sin límite. El cabreo "moral" es opcional, of course. Entenderá entonces el por qué la situación actual de la juventud española (educativamente hablando), y el "cómo coño hemos llegado a ésto" de tantas cosas.
Quede con salud y disfrutando de esa envidiable huerta.
Discípulo suyo debe de haber sido quien redactó el currículo de las asignaturas de lengua para la Secundaria, donde se dice que el alumno "ha de estar interesado en las variaciones dialectales del catalán", así, vía ordeno y mando, estableciendo la realidad por decreto y saltándose, al paso alegre de la construcción nacional, la genética, la biología, la sociologia y la psicología. Coincide el post con el visionado de la película francesa "La clase", un documental presentado como ficción, en el que se resume un curso escolar de una clase conflictiva en un instituto parisino. Con idéntica mezcla de razas y procedencias que tengo yo en mis clases, he de decir que mi realidad de cada día está, ¡afortunadamente!, muy pero que muy lejos de la degradación pedagógica que se advierte en la película. Por otro lado, la película muestra de manera excelente las limitaciones de la "razón" en el ámbito del prepensamiento. Dejo de lado que el profesor-protagonista tenga un enfoque excesivamente contemporizador con los desafíos de los alumnos y sea ajeno a sus propias contradicciones(le faltan tablas, sin duda); porque lo que más me ha llamado la atención es que la evaluación del curso se celebre con los alumnos delegados presentes en la reunión, de principio a fin, de lo que se deriva una incapacidad manifiesta para contextualizar y entender de forma correcta las intervenciones del profesorado.
ResponderEliminarLa frase que destacas, Gregorio, es la síntesis por excelencia de la incompetencia de quienes han promovido un sistema que nos devora: los "hay que", "debería", "sería interesante que", "acercarse a", "el alumno ha de...", "planteamiento cercano", "estrategia innovadora", "recursos adecuados", "promover la incentivación", "estimular la motivación", "garantizar un ámbito de aprovechamiento integral de...", etc. deberíamos devolvérselos con la corección roja (no verde, porque poca esperanza hay de enmienda enn su caso) que les recuerde las tópicas líneas que han traspasado.
A pesar del tono "crepuscular" del artículo, no es menos cierto que julio suele ser un mes de optimismo para los miles de profesores que indagan cómo mejorar su práctica docente.
La única alternativa del esclavo es seguir adulando al señor. Antihegel.
ResponderEliminarEnhorabona amic Luri: un altre cop fent amics. Que no sap que no es pot posar el dit a segons quines nafres?
ResponderEliminarLamentablement, el que vostè anomena "nacional-constructivisme" ha fet tant de forat entre els nostres ensenyants que entenc que de la ironia passi al pessimisme.
El més preocupant és que a les Facultats d'Educació hi ha poc (o cap) debat sobre aquest tema. De les nostres universitats, continuen sortint cada any centenars de futurs mestres que creuen, a ulls clucs, que el constructivisme és un mètode; més ben dit: EL MÈTODE. I qui digui el contrari, "anatema sit".
Mentrestant, els nostres escolars són cada cop més "incompetents" (Mancats de "competències...")
Juan: Para hacerse una idea del tipo de pedagogo que es François Begaudeau, eche una mirada a su "Antimanuel de littérature"
ResponderEliminarXavi: La santificació del constructivisme a les nostres universitats solament es prova del seu postmodernisme militant i de la seva llunyania envers els debats pedagògics internacionals. Cada setmana visito una o dues escoles arreu Catalunya i el que comprovo contínuament és que els problemes reals dels mestres tenen molt poc a veure amb les expectatives que els han creat a la universitat.
ResponderEliminar¿Está Ud. seguro que ese tono quejumbroso y desesperanzado, de un Catón, está limpio de toda servidumbre a su, no ya provecta,sino milenaria edad?
ResponderEliminarAl fin y al cabo, tras el derrumbe de TODO en las fauces de la edad oscura del siglo V y VI, ha habido muchísimo baile.
Y tras su derrumbe celular- y el mío- , se reintegrará Ud al caos matricio de donde se formó hace ya...X años.
Así que mire UD. a esos adolescentes con la fascinación con la que el científico se adentra en una ciénaga buscando los elementos de la metaxis caótica original.
Vistos así, ellos y Belén Esteban, la cosa cambia mucho y uno se deprime muchísimo menos, hasta llegan a interesar como elementos primordiales en acción.
Y puede mumurar, aliviado, aquello de "los caminos inescrutables de Dios..."
L’ensenyament universitari d’educació és realment lamentable, a tots nivells. Tant de currículum com de qualitat del professorat i nivell d’exigència. Sempre hi ha excepcions, però en el meu cas (UAB), molt poques.
ResponderEliminarCom dieu, només existeix la perspectiva constructivista, que és com una cançó repetitiva que treu temps a donar continguts i estratègies pràctiques.
L’estratègia per excel•lència per apropar-nos als interessos dels nens és la fantàstica solució de formular “bones preguntes”, perquè participin i expressin els seus coneixements previs i a partir d’ells construeixin el seu propi coneixement.
Per exemple, un professor de ciències un dia va dir: “s’ha acabat això de que hi ha un coneixement a assolir, ara cadascú ha de construir individualment el seus coneixements, no hi ha veritats ni coneixements absoluts a assolir”. És a dir, davant d’un fenomen del món, que cadascú construeixi el que li sembli, i si ho justifica, ja és correcte. I perquè aquest constructivisme no quedi massa carrincló i buit, l’actualitzem i amanim amb el “paradigma de la complexitat “ i totes aquestes filosofies segons les quals tot està relacionat, tot és incert,etc.. (el que tu Gregorio diries New Age). En tota la carrera només hem estudiat un sol contingut de ciències: el sistema solar. Tota la resta es centra en com ensenyar ciències a través de.......... la dansa, la llengua ( i perquè no a través de les ciències? ) i com construir un mon millor i ser crítics. Ser crítics vol dir actuar per construir un món millor però sempre mirant endavant, mai al passat i sense continguts. I a l'examen final: fes un resum o digues per què recomanaries a un amic un article del professor. Tan internacional tot!
Bé, no pararia de donar exemples.. Ho sento però és que ha estat bastant exasperant. Tant de bo el govern faci canvis profunds.
Coincido Alvaro Marchesi, siendo ministro Rubalcaba. La LOGSE, epitema de la educación actual. Y en su apreciación falacia de petitio principii, así nos va. ¿como puede todo un catedratico de psicologia cometer esos errores?
ResponderEliminarSusana: Efectivament. El més lamentable d'aquests situació és que es tracta aquesta d'una pedagogia tancada en el seu propi discurs. S'ha convertit en una ideologia que condemna als pobres a la pobresa i fa els nens de les classes mitjanes insuportables. Els que violen reeixir saben prou bé a quines escoles han d'anar. El director d'una de les escoles més elitistes de Catalunya em confessava no fa gaire que ell no llegeix pedagogia, per no contaminar el seu sentit de la realitat.
ResponderEliminarRuben: Porque los malos resultados siempre serán culpa de los profesores, por no estimular suficientemente a los alumnos.
ResponderEliminarA cualquier edad la motivación del estudiante es un factor clave para el aprendizaje, por eso resulta importante entender porqué tan frecuentemente en los adolescentes desciende la motivación y con ella el desempeño escolar, especialmente al pasar de primaria a secundaria.
ResponderEliminarHay quienes piensan que esta decadencia es causada principalmente por los cambios psicológicos y fisiológicos asociados con la pubertad, mientras que otros sostienen que es causada por las características desfavorables del ambiente de aprendizaje en los colegios secundarios.
Un factor que influye en la motivación estudiantil es la propia historia escolar. Cuando los estudiantes acumulan experiencias de fracaso en la escuela, es difícil que quieran persistir en el intento de tener éxito.
Ellos tienden a creer que su bajo desempeño se debe a factores que están fuera de su control y no le encuentran sentido a desear mejorar. En contraste, si los estudiantes atribuyesen su bajo desempeño a la falta de una habilidad importante recuperable, serían más propensos a persistir en el futuro.
La recomendación para los profesores es que informen a los alumnos sobre cómo superar sus debilidades ya que así podrán influir en la construcción de una autoimagen positiva como estudiantes.