Leo, ya sin sorpresa, que en una discoteca de no sé dónde han prohibido mirar a nadie sin su permiso. Visto cómo está circulando la noticia por los medios, me imagino que se trata de una inteligente campaña publicitaria, porque, ¿cómo sabemos que nos mira otro sin nuestro permiso si no lo estamos mirando sin su permiso?
A una desconocida no se le puede decir que es fea por la misma razón por la que tampoco se le puede decir que es guapa, por no pecar contra la denostada galantería. Como aconsejaba don Luis Morcillo en Unas gotas de humor, a una desconocida lo que hay que decirle, si es que nos vemos en la ineludible necesidad de hablarle, es algo así como "A mí, usted, ni fu ni fa".
Para prohibir algo hay eue tener la potestad de hacerlo. No creo que una discoteca pueda ser legislador juez y policía a la vez... será un golpe de fffcto publicitario con ese brillo tonto del que descubre el ir a pie
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