lunes, 29 de agosto de 2022

Borrachos a caballo

Me preguntan desde Somiedo -tengo que hablarles un día del Monstruo de Somiedo- cuál es la clave de la vida en pareja. 

Buena pregunta, aunque no estoy seguro de que se pueda generalizar una respuesta. Posiblemente los emparejados sean como los no emparejados: no hay dos iguales.

Cuando estaba sometido a las rigideces de la vida laboral y sus horarios, pudiera haber contestado que la vida en pareja nos hace más soportables las tardes de domingo. Pero ahora ya no hay tardes de domingio Con la jubilación, las tardes de domingo se domestican y se convierten en un fragmento más del presente continuo.

Ante preguntas así uno siente la tentación de ponerse tremendo y dedicarle unas cuantas frases redondas a su propio narcisismo. 

Recuerdo aquello que decía Balmes: que el hombre es como un borracho a caballo, que si lo enderezas por aquí se te tuerce por allí. Pues bien, tu pareja es tu caballo.

Dice Aristóteles en la Ética a Nicómaco que el ser humano es "syndiastikós" (1162 a). Podemos traducir este término como "emparejado". Estas son las palabras de Aristóteles: "La relación (philía) entre marido y mujer parece darse por naturaleza. El hombre, por naturaleza, es antes un "syndiastikós" que un "politikós".

3 comentarios:

  1. No habrá dos iguales pero sí muy parecidos.....

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  2. "El hombre, por naturaleza, es antes un "syndiastikós" que un "politikós"."
    Está relacionada con que la polis real es una comunidad de padres antes que una comunidad de artesanos, del capítulo "Plato", por Leo Strsuss, en la History of Political Philosophy, editada por L. Strauss y J. Cropsey, que conozco en su tercera edición.

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  3. No hay dos iguales, pero siempre puede valer un poco la experiencia ajena.

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