Tras una serie de llamadas telefónicas de gente con altas responsabilidades en el mundo educativo, cada una más estrafalaria que la anterior, he llegado a la conclusión de que nuestra educación se sostiene gracias a que en realidad nadie hace lo que le mandan y la mayor parte de los que mandan, lo saben.
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miércoles, 2 de marzo de 2022
La praxis
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La prosa de los días laborables
I Llega un momento en que, por mucho que te guste la Navidad, pesa. Se añoran entonces las comidas frugales y las rutinas habituales. Por e...
El ex Hacedor escribe recto con líneas tortuosas.
ResponderEliminarPersonalmente, desde que me he enterado de lo de las matemáticas "de género", o algo así, no he salido aún de mi asombro.
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