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sábado, 14 de noviembre de 2020

Hábitos inevitables

Ya sé que se repite, pero siempre se repite como nueva. Me refiero a esa sensación de desánimo que me invade cuando estoy acabando un libro. Siento que no he estado, ni mucho menos, a la altura de lo que soñaba inicialmente con realizar, que me falta por consultar montones de bibliografía, que las ideas no son claras y distintas, que los capítulos están desorganizados, que la lectura no es suficientemente fluida, que sobra mucho de esto y aún falta más de aquello y... al fin y al cabo... ¿estoy diciendo algo interesante?

Después, el tiempo se me echa encima y como hay que cumplir con las fechas de entrega lo envío a disgusto. 

Finalmente el editorme llama y me dice que le ha gustado y empieza a gustarme a mí también. Claro que un día... puede no ser así.

Hoy, además de sufrir con lo que acabo de escribir, he terminado el prólogo de un libro sobre la infancia en Roma y se lo he enviado al autor. Me estoy especializando en escribir prólogos y epílogos. No se sufre nada.


3 comentarios:

  1. ¿Es un hábito algo involuntario que se sufre? Creo que no es la buena palabra. Una depresión no es un hábito. Lo suyo es más bien el fruto, el corolario, la consecuencia, la secuela de un esfuerzo creativo intenso que hay que "pagar" como se paga todo en esta vida (cosa que los pensadores orientales tan bien nos recuerdan desde hace muchos siglos). No iré hasta recordar el famoso « post coïtum, animal est triste » que los médicos llaman "disforia postcoital", pero algo hay de ello. Es una cuestión de equilibrio de energías: cuanto más alto se ha llegado en la ascensión, más violenta es la bajada.

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  2. D. Gregorio:

    El próximo viernes los de GIAFE, en nuestros Seminarios de Lectura, empezamos a estudiar -alumnos y profesores y quien quiera apuntarse- su libro La escuela no es un parque de atracciones....https://www.ucm.es/giafe/seminario-de-lectura. Gracias.

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