En una comedia de título gongorino atribuida a Lope, Un pastoral albergue, se ridiculiza con gracia y agudeza en el diálogo de tres villanos el desprecio nacido de la ignorancia:
VILLANO3º:
¿Cómo son los moros?
VILLANO 2º:
Son
como alimañas.
VILLANO 1º:
¿Y en pie
se tienen y andan
VILLANO 3º:
A fe.
VILLANO 2º:
Dijo el cura en un sermón
que los moros no creían
en Dios, ni que eran cristianos.
VILLANO 3º:
¡Oh ladrones luterianos!
VILLANO 2º:
Y que no comían
tocino.
VILLANO 1º:
¡Qué desatino!
Yo por eso los quemara
y ¿Cómo tienen la cara?
VILLANO 2º:
De hombres que no beben vino.
VILLANO 3º:
¿Qué vino no beben?
VILLANO 2º:
No.
agua piden que les den.
VILLANO 3º:
No puede un hombre de bien
ser moro.
VILLANO 1º:
A lo menos yo
no lo fuera, aunque me hicieran
rey.
¿No les parece que esto pone de manifiesto que los abuelos del iglo de Oro sabían reírse de sus prejuicios?
Les faltó añadir a esos buenos cristianos "prius mori quam foedari", que, como bien sabían los lanceros del marqués de Rozalejo, significa "antes moro que federal.
ResponderEliminarJa, ja .... antes con mi buey que con mi rey
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