"La represión comunista, en cualquier caso, no es fruto de un vaciamiento moral de la izquierda, sino todo lo contrario. Es una represión saturada de moralidad en la medida en que se justifica a partir de los objetivos últimos de justicia, igualdad y libertad. El comunista considera que quienes se oponen a su proyecto son enemigos de la humanidad. Su causa es plenamente universal, pretende rescatar hasta al último paria de la Tierra." La superioridad moral de la izquierda. Cap. 7, pág. 83. Ignacio Sánchez-Cuenca. Lengua de trapo. Colección contextos.2018.
Sobre la moralidad de la izquierda revolucionaria, el texto decisivo es "Su moral y la nuestra", de Trotsky. Lo que viene a decir es: es moral todo lo que sopla a favor de la historia tal como la concebimos nosotros. Incluso el terror revolucionario que, para que sea efectivo, no debe afectar sólo a los culpables.
La izquierda posrevolucionaria es otra cosa, entre otras razones porque el militante revolucionario poco tiene que ver con el activista posrevolucionario. A mi parecer es un liberalismo que no reconoce su nombre. Y de ahí su ambigüedad. Por una parte parece defender la igualdad de todos para ser diferentes y por otra, si seguimos la lógica inherente a las políticas identitarias, nos conduce a una nueva sociedad estamental.
"La represión comunista, en cualquier caso, no es fruto de un vaciamiento moral de la izquierda, sino todo lo contrario. Es una represión saturada de moralidad en la medida en que se justifica a partir de los objetivos últimos de justicia, igualdad y libertad. El comunista considera que quienes se oponen a su proyecto son enemigos de la humanidad. Su causa es plenamente universal, pretende rescatar hasta al último paria de la Tierra."
ResponderEliminarLa superioridad moral de la izquierda. Cap. 7, pág. 83.
Ignacio Sánchez-Cuenca. Lengua de trapo. Colección contextos.2018.
M.L.S.E.
Sobre la moralidad de la izquierda revolucionaria, el texto decisivo es "Su moral y la nuestra", de Trotsky. Lo que viene a decir es: es moral todo lo que sopla a favor de la historia tal como la concebimos nosotros. Incluso el terror revolucionario que, para que sea efectivo, no debe afectar sólo a los culpables.
EliminarLa izquierda posrevolucionaria es otra cosa, entre otras razones porque el militante revolucionario poco tiene que ver con el activista posrevolucionario. A mi parecer es un liberalismo que no reconoce su nombre. Y de ahí su ambigüedad. Por una parte parece defender la igualdad de todos para ser diferentes y por otra, si seguimos la lógica inherente a las políticas identitarias, nos conduce a una nueva sociedad estamental.