Dostoievski escribió que el Quijote hubiese bastado, por sí sólo, para justificar a la Humanidad a ojos de Dios. Debía creérselo porque intentó escribir un Quijote él mismo :"El idiota", donde trata de explicar que es la santidad a los modernos.Pero todo esto es muy post-romántico.
Yo me quedo con lo de un libro divertido y sencillo. O quizá no tan sencillo, porque al final del Simposio Sócrates sostiene que el genio de la tragedia es igual que el de la comedia , pero sus interlocutores- incluso Aristófanes- se duermen y sólo el permanece despierto hasta el amanecer. La demostración de la unidad de lo trágico y lo cómico se ha perdido para siempre , pero de vez en cuando surge un Cervantes o un Chejov, decía Steiner , para probarlo.
Por lo visto, Sigmund Freud estaba tan interesado en El Quijote que dio clases de español para poder leerlo en la lengua original. Se conservan cartas a su novia en las que se queja de lo difícil que le resulta ponerse a trabajar en lo suyo cuando tenía El Quijote cerca: no podía resistir la tentación. El Coloquio de perros también le fascinaba. De hecho, durante una época estuvo firmando sus cartas con un amigo como "Cepión".
Lógico:
ResponderEliminar"Un libro divertido y sencillo.
El éxito editorial del Quijote no tiene parangón en la historia de las letras europeas."
Por Francisco Rico
http://cultura.elpais.com/cultura/2016/01/26/actualidad/1453829290_298611.html
Dostoievski escribió que el Quijote hubiese bastado, por sí sólo, para justificar a la Humanidad a ojos de Dios. Debía creérselo porque intentó escribir un Quijote él mismo :"El idiota", donde trata de explicar que es la santidad a los modernos.Pero todo esto es muy post-romántico.
ResponderEliminarYo me quedo con lo de un libro divertido y sencillo. O quizá no tan sencillo, porque al final del Simposio Sócrates sostiene que el genio de la tragedia es igual que el de la comedia , pero sus interlocutores- incluso Aristófanes- se duermen y sólo el permanece despierto hasta el amanecer. La demostración de la unidad de lo trágico y lo cómico se ha perdido para siempre , pero de vez en cuando surge un Cervantes o un Chejov, decía Steiner , para probarlo.
Por lo visto, Sigmund Freud estaba tan interesado en El Quijote que dio clases de español para poder leerlo en la lengua original. Se conservan cartas a su novia en las que se queja de lo difícil que le resulta ponerse a trabajar en lo suyo cuando tenía El Quijote cerca: no podía resistir la tentación. El Coloquio de perros también le fascinaba. De hecho, durante una época estuvo firmando sus cartas con un amigo como "Cepión".
ResponderEliminarE. García Vargas