Me acabo de encontrar en una página de El Reino, de Carrère y, claro está, me he reconocido inmediatamente: "Era incapaz de simplicidad, era tortuoso, alguien que busca tres pies al gato, que se adelanta a objeciones que nadie piensa formularle, que no puede pensar una cosa sin pensar al mismo tiempo su contrario y luego lo contrario de lo contrario, y que con este tejemaneje mental se extenúa para nada."
¿No sería eso pensar?
ResponderEliminarEl resto es creer de pies juntillas
Estoy saturado de trabajo pero me recomendaron unos amigos fiables este libro y desde que lo abrí, el puñetero de él se ha apoderado de mis ratos libres.
ResponderEliminarVoy dándole vueltas a la idea del presente como un momento histórico parasitario. Es deprimente, pero no sé como espantarme la sospecha.
Tambien me siento identificado y lo confieso, estoy agotado...
ResponderEliminarA veces, me gustaria vivir en la paz de la estupidez, le pasa a usted ?