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miércoles, 13 de abril de 2011

Sevilla tiene el color de la amistad

No hay que descartar, le digo a Javier, que esto que ocurre en Sevilla sea como la música celestial, que según Pitágoras no notamos porque es como el aire transparente, algo que de tan obviamente presente, no se nota. Las estrellas giran y en sus revoluciones dan la nota que ya no oímos porque nacemos habituados a su son. El vientre materno sería una caja de resonancia de la armonía celeste. Lo cierto es que el recién llegado, una vez atravesado el caparazón de la ciudad moderna, sabe que está en Sevilla porque la oye, la huele, la somatiza; y se sorprende de que los sevillanos caminen por estas calles como si tal cosa, ciegamente habituados a la música de las esferas. Hay pocas ciudades más sensuales que ésta.
- ¿Le importa que ponga un poco de música, de la nuestra? -me pregunta el taxista que me lleva del aeropuerto a la Plaza nueva.
Sí que me importa, porque me gusta el silencio, pero le digo que no. E inmediatamente suena Miquel Poveda, el catalán Miquel Poveda, cantando aquella copa tan cruel de Juanito Valderrama, El emigrante, que dice, sin pudor ninguno "me voy a hacer un rosario con tus dientes de marfil". Hoy le dices eso a una mujer y te cae un pleito.

Me alojo en el Hotel Inglaterra de la Plaza Nueva, en una habitación espaciosa y acogedora. Mientras me ducho canto, claro, El emigrante. La ducha es caprichosa. Padece incontinencia térmica y me arrastra  de extremo a extremo del termómetro a su antojo, de manera que acabo ululando Immigrant song, de Led Zeppeling. Nada más salir de la ducha comienza a sonar el teléfono. Catalunya Radio, Ara, el vidriero que quiere saber si tiene que dejar uno o dos centímetros de margen en no sé qué.

La presentación del libro es a las 7.30. Tengo hora y media. Puedo ir zigzagueando, saboreando la lujuria de la tarde. Ya se sabe que la verdad es curva... o al menos eso creía Victor Hugo. Recibo un mensaje de Àngel Duarte, que me dice que no puede venir. ¡Y yo que creía que al menos tenía un asistente asegurado!  ¡Me había prometido que aparecería con un clavel en el ojal! Las razones que alega no pueden ser más convincentes, pero no por ello hacen más lamentable su ausencia y la de su mujer, asidua -me asegura- de este café.

Dice Javier que hay que tomarse un cubata antes de empezar, cosa que me parece una manera muy sensata de empezar.
- ¿Habrá alguien, Javier?
- A menos Paco Socas...

Francisco Socas, el hombre que ha enseñado a Juvenal a hablar castellano, me espera a la entrada del IES Murillo y nada más verlo sé que todo va a ir bien. Lleva su Séneca bajo el brazo, que aún no sé que me está dedicado. Además está Joaquín, a quien por fin conozco, después de un largo trato internáutico.

Cenamos, en un lugar magnífico, Javier, Francisco y un servidor. Parece que nos conociéramos de hace años, de toda la vida. Nos une Girolamo Cardano, Petrarca, Higinio, Platón y la poesía de Vázquez Montalbán.  De hecho hablamos y descubrimos afinidades que no sabíamos que existían. Y nos unirá Barcelona próximamente. Javier me asegura que vendrá a la presentación de la Introducción al vocabulario de Platón en el Ateneu Barcelonès el 16 de mayo y Paco tiene que aparecer a arreglar unos asuntos.

Y aquí me tienen ustedes. Son las 6:23 de la mañana y ya he agotado las existencias de agua del frigorífico del hotel. Los excesos de la cena me han pasado factura. Una factura que volvería a pegar mil veces, claro. Hoy tengo todo el día para huronear por Sevilla. Hasta las 21h no sale el avión. No hay prisa. Mientras haya agua que beber, claro...

12 comentarios:

  1. Hotel inglaterra,plaza nueva,...,conozco esos lugares.
    Habrás escuchado muchas veces que Sevilla tiene un color especial, y es cierto.
    Además hoy podrás comprobar que tambien tiene un olor especial, y hoy seguro que lo vas a notar.
    Espero que sepas perderte por la ciudad, te garantizo que tendras un monton de conversaciones con extraños que te pareceran interesantísimas.
    Disfruta¡
    Edna

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  2. No tendrá usted un número de móvil?????

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. Simplemente un placer, y un honor (como en el "Menéxeno")

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  5. ?????

    Se ha caído el párrafo principal, el que narra la conferencia, ¿no?

    ¿Fue mucha más gente, además del señor que te esperaba?

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  6. "Parece que nos conociéramos de hace años, de toda la vida". La comunicacón cibernética permite a los solitarios del trabajo intelectual hallar al otro lado del teclado sensibilidades muy parejas a la propia, afinidades intelectuales, pero también sensitivas e incluso emocionales. Le achacan frialdad e incluso frivolidad, a las relaciones internáuticas, pero de vez en cuando halla uno un café donde sentarse a charlar de todo, incluidas las albóndigas Luri -"Ah, las del filósofo, me apostillan mis hijos". "Estas, sí"- y sabe que habita en un mundo menos inhóspito. El 16 no falto.

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  7. Información para todos: Con Àngel he tomado un café esta mañana. Y le hemos dado un repaso al país que lo hemos dejado como nuevo.

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  8. Javier: Paseo por una ciudad sin orillas...

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  9. Fernando: Estaban todos los que tenían que estar. No sobraba nadie. Se lo aseguro.

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  10. Luri, los sevillanos nos sentimos muy halagados con eso de "lo especial", aunque por costumbre lo único que hacemos es quejarnos del calor (o de la caló).

    Me gustó mucho conocerte en persona, y oirte en magisterio en directo. Mirabile!

    Un abrazo,

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