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martes, 11 de mayo de 2010

Todos estamos en deuda (II)

Sigo sin entender nada. Yo no le veo mucha lógica. A mi no se me ocurriría intentar solucionar una crisis familiar provocada por una deuda incrementando mi endeudamiento. Pero probablemente eso es debido a que yo no sé nada de finanzas. Además, si lo que te gusta es trabajar, no tienes tiempo ni para endeudarte ni para hacer dinero.

12 comentarios:

  1. Bueno, hubo una vez, siendo arrojado al paro y sin subsidio por falta de meses suficientes de cotización y firma "voluntaria" de baja no leída por ingenuidad y pérdida de certidumbre, en que tuve que sobrevivir a base de tarjetas de crédito de todo tipo y préstamos de amigos, etc. Hubo una vez en que llegue a poner en riesgo la casa de mi hermano que me había avalado... e incrementar la deuda fue el único recurso sin que pudiera pensar sino en la lucha para salir del túnel... Y salí y pagué (en algún caso renogociándola) toda la deuda o casi (el criterio de justicia tampoco fue el "absoluto" inexitente, sino el que yo mismo me dí, claro). Los gobiernos lo tienen más fácil: en la Historia, ninguno pagó más del 50% de sus deudas, y muchos nada...

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  2. Porque tiene la lógica envenenada del juego, sus ritos y hasta sus símbolos. Parece que el jugador llega al orgasmo lúdico cuando se juega lo que no tiene ni tendrá, y ello a veces pasa de ser la petite mort a la sórdida muerte en un anodino ajuste de cuentas...

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  3. Pues es fácil: una de las razones principales de la crisis es que muchas empresas tienen problemas porque sus clientes no les pagan a tiempo (porque, a su vez, ellos tienen problemas parecidos), y necesitan pedir un préstamo en el banco para atender sus propios pagos mientras cobran lo que les deben sus clientes. Si los bancos concedieran esos préstamos, todas esas empresas seguirían funcionando bastante bien, pagándose unas a otras (y a sus empleados, y sus impuestos) en un plazo razonable. Pero los bancos no sueltan un duro, en parte porque tienen miedo a que esas empresas no les devuelvan los préstamos.
    Entonces, una solución es que quien se endeude sea alguien que (al contrario de lo apuntado por el comentario anterior) es mucho más seguro que va a devolver sus deudas: el Estado. Con el dinero prestado por los bancos que el Estado obtiene de esta manera, puede pagar a gente que comprará cosas en las empresas con las que empezamos el comentario, y la situación de éstas mejorará, al entrarles dinero en caja, con lo cual podrán pagar sus propias deudas.
    ¿Fácil, no?

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  4. ¿Puede por favor la ciencia positiva dar ejemplos de devolución de la deuda por el Estado (si son algunos casos ejemplares) o de las excepciones en caso de ser estas las menos? Según mis datos (evidencias que la ciencia debería tomar en cuenta, ¿no?, para no ser mera ideología) dicen que en el mejor de los casos han recibido condonaciones de entre un 40 y un 60% de los préstamos. Argentina, lisa y llanamente, declaró que no devolvería nada. Además, los bancos se la pasan en todo el mundo prestando a partidos y gobiernos, los "refugios" o casamatas de los burócratas que gobiernan o lo pretenden en la próxima vuelta... a cambio de favores y de la vista gorda para poder mejorar sus beneficios a costa de quien sea (pueblo o no pueblo). En fin... nada como el que prefiere ver las cosas de modo que no angustien en la boca del propio estómago.

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  5. Carlos:
    hablando de países "serios" (pongamos, Europa occidental), no hay NINGÚN caso (que yo conozca) de no devolución de la deuda, desde finales de la segunda guerra mundial.

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  6. Se me borró todo el comentario, maldito blogger. En fin, no puedo repetirlo todo, pero señalo (a) los "serios" pagan pero sólo una parte (promedio 50%) y (b) menos vía devaluación (el euro será devaluado, y lo está siendo de hecho) e inflación (se propone como salida), (c) se paga (parte y menos) con nuevas deudas, o sea, a futuros per secula seculorum, lo aue vemos que parece tener la vida limitada, (d) ranscribo el comentario de un experto, porque yo no he estudiado esto a fondo, pero supongo que él sí:
    "El viejo mundo de la piramidalización de la deuda en grado fraudulento no puede restaurarse, a pesar del rechazo de la Ley Glass-Seagall en 1999, que provocó conflictos financieros de interés cuando la Administración Clinton respaldó al secretario del tesoro Robert Rubin y al lobista financiero Greenspan en la idea de que los mercados financieros observarían la ley y se autorregularían. La burbuja inmobiliaria fue posible gracias al hecho único de que la población norteamericana salió de la II Guerra Mundial relativamente libre de deudas. Todas y cada una de las recuperaciones económicas se han hecho partiendo de un nivel cada vez mayor de deuda. Eso es algo parecido a tratar de conducir un automóvil con un pedal del freno más apretado cada vez que se encuentra un semáforo en luz roja (recesión). Ahora hemos llegado al límite de endeudamiento, y la economía está atenazada. (...) Todo eso es presentado como propio de una economía postindustrial. Pero el asunto es harto más viejo. Ninguna economía en la historia ha sido nunca capaz de saldar sus deudas. En eso consiste la "magia del interés compuesto". Las deudas crecen inexorablemente, haciendo ricos a los acreedores pero empobreciendo a la economía entera en el proceso, y así, destruyendo la capacidad de pago. Habiendo reconocido esa dinámica financiera, la mayoría de las sociedades eligió la respuesta más lógica. Desde los sumerios en el tercer milenio antes de nuestra era y los babilonios en el segundo, pasando por Grecia y Roma en el primero y luego la Europa feudal hasta la maraña de deudas y reparaciones interaliadas que desbarataron a las finanzas internacionales luego de la I Guerra Mundial, la respuesta ha sido siempre la de rebajar la deuda para acompasarla a la capacidad de pago del deudor."
    Michael Hudson
    de: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=70569
    Michael Hudson es ex economista de Wall Street especializado en balanza de pagos y bienes inmobiliarios en el Chase Manhattan Bank (ahora JPMorgan Chase & Co.), Arthur Anderson y después en el Hudson Institute. En 1990 colaboró en el establecimiento del primer fondo soberano de deuda del mundo para Scudder Stevens & Clark. El Dr. Hudson fue asesor económico en jefe de Dennis Kucinich en la reciente campaña primaria presidencial demócrata y ha asesorado a los gobiernos de los EEUU, Canadá, México y Letonia, así como al Instituto de Naciones Unidas para la Formación y la Investigación. Distinguido profesor investigador en la Universidad de Missouri de la ciudad de Kansas, es autor de numerosos libros, entre ellos Super Imperialism: The Economic Strategy of American Empire.

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  7. Jesús: lo tuyo es menos una falta de datos como un apego a un "modelo" o "modelito" que ni siquiera es sofisticado como los de los economistas.

    Prdón en todo caso por el abuso, no insistiré después de esto por no aumentar el abuso (sé que llevaría a mucho más... y supongo de todos modos... que sería poco productivo). Gracias y un saludo.

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  8. Pues a mi no se me ocurriría intentar solucionar una crisis familiar provocada por una deuda rebajando la mísera paga familiar de los niños mientras mi padre, el banquero especulador, sigue jugando a la ruleta y mi abuelo se va de picos pardos a las Islas Caimán. Pero probablemente eso es debido a que yo no sé nada de finanzas.

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  9. Carlos:
    habría que ver quién tiene más apego a sus "modelitos". Los que salen en el cómic "Rebelión" tienen más o menos la credibilidad científica que los tebeos del Capitán Trueno, así que hace falta muuuucho apego para tomárselos en serio.
    .
    Sobre tus contraargumentos:
    a) la inflación afecta por igual a la deuda pública que a la privada; además, los países "serios", precisamente por ese efecto de la inflación, intentan controlarla mediante una política monetaria que limite las "alegrías irresponsables" de los gobernantes;
    b) si el VOLVER a pedir un préstamo fuese equivalente a NO PAGAR los préstamos anteriores, todas las familias y empresas del mundo serían como los gobiernos (el hijo pide un préstamo nuevo antes de que su padre termine de pagar los suyos, etc.); te pido que me des ejemplos de emisiones de deuda pública de Europa occidental en los últimos 50 años que no hayan sido devueltas y sus intereses no hayan sido pagados.

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  10. TACET:
    si en tu familia entran menos ingresos, lo que harás será recortar los gastos (lo mismo que ha hecho el gobierno); ten en cuenta que, desde el punto de vista del gobierno, los ingresos de las familias (al menos, de los funcionarios, pensionistas y parados) son GASTOS, no son INGRESOS.
    Naturalmente, también estaría bien aumentar los ingresos. Pero si decides subirle los impuestos al que tiene más dinero, puede decirte que cierra las fábricas y empresas que tiene en tu país, y se las lleva a otro sitio, así que la elección no es cobrarle lo que le estás cobrando ahora o cobrarle más, sino entre cobrarle lo que le estás cobrando ahora, o no cobrarle nada.
    Yo no digo que eso sea "justo", sino es difícil encontrar una solución que haga que los trabajadores de un país vivan mejor.

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  11. ¡Bravo: buen método de descalificación el de Bonilla! ¡Bien aprendido, sin duda! ¡Sirve a la manera en que se practica en el Congreso para sacarse de un palmetazo algo que molesta! ¿Así que sólo son datos los que aparezcan en el BOE, no? La pena es que alguna información es tamizada en ciertos sitios, salvo que se cometa el error de darlas por útiles para demostrar lo que interesa. Del BOE o quizás del Diccionario de Neolengua... Todo con tal de repetir el erre tras el erre tras el erre...
    En fin... "ciencia positiv(ist)a" por lo visto.

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  12. Carlos:
    ¿a quién he "descalificado" yo (salvo por la respuesta a tu "halagadora" mención de mis "modelitos")?
    ¿Dónde he dicho yo que SÓLO sean datos relevantes los que aparecen en el BOE? (De hecho, creo que no he hablado del BOE).
    Y por último, si conoces alguna manera de averiguar los hechos y sus relaciones causales, distinta de la "positivista", pues te agradecería que me iluminaras con sus principios.

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