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jueves, 17 de diciembre de 2009
Tecnología y darwinismo
¿Qué quieren que les diga?
¿Qué cantidades industriales de abisales traumas infantiles tiene que acumular una persona para diseñar, en pleno uso de razón, semejante estropicio genital? Evidentemente no parece el artilugio más adecuado para salir victorioso en la lucha por la supervivencia.
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Un amor perdurable a fuerza de no serlo
I En las últimas décadas del siglo XIX vivió en Oviedo un hidalgo llamado don Pepito Alegre, considerado unánimemente como «cumplido caballe...
Si, pero sonríe el tío.
ResponderEliminarGracias, a los dos, Gregorio y Ana Mª Leyva por hacerme sonreír a mi.
ResponderEliminarPues es darwinismo puro: alguien con el CI tan bajo como para comprar esa bici, queda, nada más usarla, apartado de la carrera reproductiva.
ResponderEliminarHay por ahí unos premios Darwin para estos casos.
http://www.youtube.com/watch?v=7aCZUb_dUGA
ResponderEliminarsiguiendo la línea abierta por el primer comentario, el sujeto de la fotografía es el inventor, de ahí la sonrisa (forzada)
ResponderEliminarAh, por cierto, os invito a la IV edición de concuros de Suspiros (relatos breves) de El Trastero.
http://eltrasterodelaimaginacion.blogspot.com/2009/12/iv-edicion-de-suspiros-ilustrados.html
Fueraparte, enhorabuena Don Gregorio por su 1/2 millon de entradas en este blog, con el merito añadido de no aceptar publicidad. A tenido repercusión incluso en la Web Oficial del Ayuntamiento de El Masnou que se felicita de tener un vecino tan insigne como Ud.
ResponderEliminarFELICIDADES
Quizás no habrá querido salir victorioso. Ni nadie sabe qué gustos tenía el sujeto.
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