He vivido el día de hoy como un navarro residente en Cataluña. En una Cataluña, me apresuro a añadir, que me ha acogido siempre cordialmente, en la que tengo mi casa, mis amigos, mis hijos y mi nieto, mi gata y la parte de horizonte marino que me corresponde como vecino de Ocata. Aquí me gustaría acabar enterrado. He intentado vivir este día con el máximo respeto, queriendo comprender cordialmente cuanto veía y oía. Ha habido cohetes a las 9 de la mañana y silencio a las 9 de la noche. No puedo quitarme de la cabeza una sospecha que espero que no moleste a nadie y que, en todo caso, no va dirigida contra nadie: me parece que los catalanes son expertos en entender la política como el arte de la frustración. Quizás por esta razón hay tan poca gente en Cataluña que se declare abiertamente conservadora.
Releo el apunte y añado: la política en Cataluña, alternativa 2: el arte del circunloquio.
Segons tu, què és el que caldria conservar?
ResponderEliminarEns voldrien callats, agenollats, mesells, sotmesos, dòcils, passius, claudicants... Així ens han volgut sempre. Ja fa 300 anys que dura. Derrotats, escanyats, xuclats, expoliats, intimidats, menyspreats, maltractats... Els catalans hem sobreviscut contra tot pronòstic. Malgrat desfetes, exilis, traïcions, immigracions, malgrat tots els malgrats, som aquí dempeus, lluitant pacíficament, fent camí devers l'alliberament nacional. Voldrien anorrear-nos i ara, atònits, s'estranyen davant d'aquesta empenta renovellada. La nostra èpica. La nostra esperança. El somni dels nostres avis. Tota la sang vessada. El futur dels nostres fills.
Segons tu, què és el que caldria conservar?
Permíteme que no entre al trapo que me lanzas, no por descortesía, sino porque, simplemente, en el apunte no iba por ahí. Para mí un buen conservador no se define tanto por lo que quiere conservar como porque está inmunizado contra la frustración (política, obviamente).
ResponderEliminarD'això se'n diu fugir d'estudi, però ja m'esperava aquesta resposta. Freud tindria molt a dir sobre la frustració (i la sublimació). No em crec de cap de les maneres que vostè estigui satisfet amb la situació actual de Catalunya respecte a Espanya. Una altra cosa és que no li interessi pronunciar-se públicament.
ResponderEliminarFaut pas exagérer quand même! Crec que caldria conservar el que d'escanyats, d'expoliats, d'intimidats i de menyspreats compartim amb la resta d'Espanya. Si no, tenim un problema d'ignorància tan gran com el que tenen a la COPE.
ResponderEliminarHe vivido las noticias sobre la consulta más que nada con perplejidad. Lo que me preocupa de toda esta historia es que pueda llevar a una ruptura de la convivencia en Cataluña.
Cuando aquí en Francia tengo que hablar del tema catalán (y ¡cómo nos gusta el tema a los catalanes!), encuentro siempre un asidero para todas las dudas y una justificación para todas las reivindicaciones: cometemos errores, y los cometemos sin duda, pero hemos sabido utilizar la vía política y democrática y vivir en una sociedad que pese los insultos que le caen por todas partes mantiene cierto consenso.
Lo que me entristece no es la independencia o la no independencia, sinó que nos adentremos por una vía obsoleta y probablemente estéril a corto plazo (la de la lucha por la independencia) que nos haga sacrificar una ingente cantidad de problemas reales y de mayor importancia.
Si queremos ser un estado europeo, social y no sé qué más, fomentemos la coherencia con los valores, el respeto, una creatividad madura y reflexiva y no el sentimiento visceral e ignorante. Estoy de acuerdo en el principio de que el pueblo catalán debe tener su voz, pero seamos responsables y maduros. Como Jovellanos, prefiero la reforma a la revolución. Si la independencia tiene que llegar, ya llegará, a mi no me parece mal. También estoy harto de la COPE y de la España de charanga y pandereta. Pero también estoy harto de la Cataluña de cobla y sardaneta. Y que conste que me encanta bailar sardanas.
Pero quizá peco de timorato y vale la pena que el diálogo se haga a la luz pública, aún a riesgo de romper temporalmente el consenso (que sólo es tal en apariencia).
¿Y si debiéramos tanto a España cómo ella a nosotros? Aunque soy de rancia familia catalana, republicana, intelectual, roja separatista, exiliada, expoliada y un poco más, de nombre Xirau, nada de esto ha impedido que mi cultura sea tan española como catalana y que cuando voy por el mundo y me encuentro con un español la cosa me enternece más que encontrarme a un indonesio. Y que cuando leo a Salinas lo sienta más mío que a Baudelaire. ¿Es eso pecado?
Cataluña es una patria fantástica, pero tan pequeña que la puc pensar sencera. ¿No vale la pena tener una patria secundaria un poquitín más grande que nos dé unos horizontes más vastos? La frecuentación de las Joventuts d'ERC (gente muy maja par ailleurs) me da a pensar que efectivamente necesitamos con urgencia unos horizontes más vastos. La Cataluña dels Segadors, l'acampada solidària y las fotos de las injusticias del Congo que vimos en la escuela no me parecen suficientes para formar a nuestros futuros dirigentes.
En fin, perdón Gregorio, es el tema infinito que tanto nos gusta a los catalanes. ¿Arte de la frustración, decía? Sí, probablemente. Frustración ad infinitum.
si entenem per coservadors aquells que volen mantenir l' ordre establert, els fets demostren que no som conservadors., estem un peu emprenyé, però no frustrats
ResponderEliminarPues no entiendo, un profesor nacido en Navarra, que se instala en Cataluña, que tiene amigos catalanistas, que escribe un estudio tratado en Catalan sobre la educación, que es una tesis magistral,que bien la hubiera podido escribir en castellano y tener una mayor tirada, un orgullo de tenerle aqui y que gracias a su capacidad ha hecho mas por Cataluña que algunos, no todos, que se autodenominan "nacionalistas" y se les llena la boca de Cataluña pero que detras de esto no hay nada, y luego para sacar mas los pies del tiesto sacan a colación de a Freud.
ResponderEliminarRevisese los mecanismos de defensa, una pista, son 27 según DSM claro.
Res, només dir que ha sigut de les vegades que he votat més a gust de la meva vida. Bueno, i també que llàstima ja no només que no votés més gent (tot i que dono per bona la dada de participació) sinó que no hi hagués més gent que votés que no,
ResponderEliminarA mi hijo pequeño le encanta ponerse mis zapatos. Con ellos se pasea por el pasillo de casa con la sensación de ser ya mayor. Yo, claro, me lo miro con ternura. Seguro que para cualquier otro a quien no le una un cariño especial, puede parecerle ridículo, pero en fin, es lo que tiene ser padre.
ResponderEliminarPues eso, que a mí me pareció que Cataluña jugó a ser mayor. Disfrazadita de estado. Tan mona ella.
Per a molts catalans, la frustració és un afer quotidià: l’experimenten quan van a Correus, quan fan zàping, quan demanen un cafè. És una sensació prepolítica, que crea un estat d’ànim col·lectiu no gaire agradable. Així, és difícil ser conservador en el sentit que esmenta vostè, perquè la frustració és justament el punt de partença. Trobo admirable que, a partir d’aquest rerefons emocional que ens podria portar fàcilment pel pedregar, s’intenti fer propostes inclusives, originals, que tracin un camí possible, encara que no l’hàgim de seguir d’una manera imminent. Per a mi, el 13-D va ser això. Vaig veure la gent que s’apropava als col·legis electorals. Ningú no anava embolicat amb l’estelada. La gent semblava alegre de poder, per una vegada, canalitzar la frustració dipositant una papereta dins una urna i responent a una pregunta clarament política. Al meu entendre, això és civilització.
ResponderEliminarTotakment d'acord, lacasaenobres
ResponderEliminarBuenos días don Goyo
ResponderEliminarAnte tantas rasgaduras de vestiduras, mecimientos de cabellos, ondear de banderas y expresiones dignas de telenovela colombiana -humillación, sometimiento, traición, derrota, expolación, etc.- me pregunto si el nacionalismo no es un sutilísimo invento del "capitalismo salvaje" no solo para mantener a quienes mandan en el poder -tenemos un presidente de un club de fútbol listo para la política-, sino para desviar la atención de los daños irremediables que dicho capitalismo provoca: enladrillamiento de la costa y los pueblos del interior, envenenamiento de la tierra (¿sabemos que el cáncer de estómago prolifera en la "plana de Vic" debido a las infiltraciones de purines?), contaminación de ríos (los niveles de sustancias tóxicas de los ríos catalanes superan todas las barreras europeas), incumplimiento del tratado de Kioto, etc. Supongo que es inútil pensar que ésos son los verdaderos atentados contra un territorio.
En fin.