Invitado por la Fundació Monestir de Poblet he pasado el día en este monasterio, y lo he pasado divinamente bien, como corresponde que pasen los días en este recinto sacro. Tras debates, conciertos y comida he dado un pequeño paseo por las tumbas reales. He pasado por debajo de la de Jaume I, que tiene dos cabezas; al lado de la del malhadado Príncipe de Viana, que guarda los restos de varios cuerpos; por la tumba vacía de don Juan, el Conde de Barcelona, que se ha quedado sin estrenar. Afuera, en las huertas y los bosques, era primavera.
¡El tiempo que hace que no he estado en Poblet! A veces nos olvidamos de esos lugares hermosos para volver. Me alegro de que lo pasara divinamente.
ResponderEliminarAfectuosos saludos.
P.s. Divinas fotos.
Relajante escenario. Bonito claustro.
ResponderEliminarBel, P Vázquez: Lo pasé realmente bien. Hubiera merecido la pena el viaje aunque sólo hubiese sido por asistir cara a cara a las carcajadas del Abad.
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