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miércoles, 4 de junio de 2008

De vuelta a casa

I

Me apetecía volver a estirar del hilo de la rutina. Estos primeros días la madeja se muestra tan apetecible como reconfortante. Pero las pilas de la normalidad no son inagotables.

II

He ido al médico. Lo bueno de los médicos de la seguridad social es que van a lo que van. Te dicen lo que tienes y te recetan algo y si no lo saben, te remiten al especialista. En cambio, los médicos de las mutuas privadas, para demostrar que tienen tiempo para el paciente, después de hacerte lo que tenían que hacerte, se ven en la necesidad de darte conversación. Una cruz.

III

Inevitablemente tenía que reencontrarme con M. tarde o temprano. M es un vecino de Ocata muy buena gente, doy fe, pero una auténtica pesadilla logófila. Comienza por contarte lo que acaba de hacer y no acaba. Uno tiene que escabullirse de él como puede. Es de esas personas que mientras te cuentan algo se van corrigiendo a sí mismo: “Eran las 10 de la mañana… no, miento, que aún no serían las 9,30, lo sé porque me cruce con fulanito de tal que a esa hora, y etc etc etc”. Entre las buenas y las malas personas se encuentran dos curiosos grupos: el de los canallas simpáticos y el de los buenazos plastas. Prefiero a los primeros.

IV

A Valeria Fol le prometí que escribiría alguna cosa para una obra colectiva en honor a su marido. He decidido recoger las referencias de Ovidio a Tracia y a los tracios. Eso significa comenzar el gozoso trabajo de leer al poeta latino al completo. Ya me he puesto manos a la obra. Esta mañana mientras iniciaba, en la Plaza de Ocata, por supuesto, sus “Cartas de las heroínas”, una pareja de adolescentes se metía mano a mi lado con vocación de espeleológos.

Quizás los biólogos tengan razón cuando reducen eso que llamamos amor a una mistificación de un impulso natural de vaciado de cañerías eróticas, pero si creemos a los biólogos, nos quedamos sin Ovidio. Y si Ovidio nos gusta, ¿qué papel juega la literatura amorosa en la cultura humana? Cada vez lo tengo más claro: todo eso que llamamos cultura es una confabulación de la naturaleza contra sí misma. O sea: la naturaleza, esencialmente cínica, en el hombre se vuelve irónica. Eso es el arte. Esta metamorfosis del cinismo en ironía es el arte.

V

Me despido de Bulgaria con unas cuantas fotos que resumen mi viaje.

Entrada a la cámara sepulcral de la tumba de Seutes, en Shipka.

El túmulo sepulcral de Seutes visto desde el pueblecito de Shipka.

Iglesia de Shipka.

Cuidando la iglesia de Shipka hay un profesor universitario retirado... de Japón. Y lo hace con esmero. Con tanto esmero que ha dado al templo un cierto aire sintoísta muy curioso.

Uno de los hallazgos arqueológicos más notables de los últimos años en Bulgaria ha sido la cabeza del rey tracio Seutes, que se encontraba enterrada, siguiendo un ritual muy preciso, frente a la tumba que lleva su nombre. Fue cuidadosamente separada del resto de la estatua antes de ser enterrada. Del resto del cuerpo no hay ni rastro. Ruja y yo sospechamos que su tumba pudo haber devenido un santuario oracular. La foto no hace honor a la magnificiencia de la pieza. Creedme si os digo que es una de las obras grandes del helenismo.

Tumba (o templo) de Starosel. Se encuentra en el interior del túmulo artificial del fondo. A su alrededor hay varias tumbas notables.

Bosque de la Iglesia de Boyana, en las faldas del monte Vitohsa, frente a Sofia. ¿Qué joya!

"Studio Shatali for health end beauty". Sin comentarios.

Un antojo fotográfico.

Interior de la sinagoga de Sofia.

Así se despidió Sofia de mi, como una amante posesiva y encelada.

8 comentarios:

  1. Bienvenido. ¡Muy buenas e interesantes fotos, me han dado ganas de "pasarme por ahí", al gún día. Bueno, ya puedo meterme con Nietzsche (sin duda digno de mucho rescate y sobretodo un buen ejemplar de filódofo... je... para la "sociología" esa, digo)

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  2. La pluja sempre és una bona benvinguda o a un bon acomiadament. M'encanta arriabar a un lloc, especialment si no hi he estat mai, i que estigui plovent. Així mateix, m'encanta també marxar-ne sota la pluja.
    Si en els meus plans de vida entrés la remota possibilitat de casar-me algun dia, m'encantaria que fos en un dia gris i plujós. Sota una llevantada amb pluja persistent o sota un Cumulunimbus que ens fes caure el cel al damunt. De ben segur que casar-se amb aigua caient del cel ha de ser un bon auguri pel matrimoni. Massa sovint oblidem la importància de la pluja.

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  3. En primer lugar, bienvenido a casa.
    Sinceramente, no creo que los biólogos engan razón. El amor existe. No sé donde, pero existe. Creo que se parece a un cóctel de admiración, cariño, respeto y atracción. Lo que pasa que generalmente escontramos esas cosas por separado. Yo las encontré juntitas una vez, pero si no es recíproco las cosas no funcionan.
    Mucha suerte con Ovidio.

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  4. Ah, Ovidio. Es uno de esos poetas conocidos y desconocidos a un tiempo. Pôco leído, menos que poco. Tengo un post in mente hace un tiempo con la referencia de dos de sus poemas, los dos el 7, del Libro I el primero y del III el segundo. Están en Amores.

    En cuanto a los médicos, reconozco que soy yo quien, acabada la parte técnica de la consulta, provoco la conversación. Pagar a una mutua privada debe dar derecho a esas libertades, digo yo.

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  5. Interesante y hermoso viaje!!! Qué suerte!

    Ese vecino tuyo debe semblar aquel 'desmemoriat' de Capri, por cierto. Ese tipo de personajes abundan mucho, incluso recuerdo haber leído una vez a Monzó que decía que cuando alguien parecía escucharte con atenció estaba pensando en el rollo que te largaría después...

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  6. bueno
    fascinante viaje
    estoy agotada emocionalemnte
    sólo de leerle
    absorbida en viaje tan interesante.
    Aterrize
    y descanse
    amigo

    Mr. Luri
    "Traveller man"
    bienvenido
    de nuevo
    a casa
    cuando rumie
    sus conclusiones
    ¿nos tendrá al día?

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  7. Muchas cosas. No se las digo pero han paseado.
    Un abrazo.
    KSNDR

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  8. ¿Posesiva y encelada?Qué horror,nada peor para la Libertad.
    Bueno,si todo ha acabado bien....bien está.L-BCN

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