Buscar este blog

lunes, 17 de febrero de 2025

Fárrago

I

El filósofo Derek Parfit pedaleaba desnudo en su bicicleta estática, leyendo filosofía; se cepillaba los dientes durante horas, leyendo filosofía; todos los días comía el mismo desayuno de muesli y yogur y la misma cena de zanahorias, queso, lechuga y apio, para maximizar su tiempo para la filosofía; preparaba café con agua directamente del grifo, para tener más tiempo para la filosofía; tomaba una mezcla de vodka y pastillas todas las noches para poder dormir, ya que no podía dejar de pensar en filosofía.

II

No soy Derek Parfit, pero lo entiendo.

III

En una cosa sí que me parezco a él: en la obsesión correctora de los textos que, fatalmente, los empeora. Los textos demasiado pensados acaban convirtiéndose en laberintos y están llenos de añadidos de última hora que torturan las frases y hacen la lectura más farragosa. Te dan ganas de romperlos, pero como hay que enviarlos aquí o allá, los envías a disgusto. ¡Cuántas veces he deseado haber guardado el primer borrador, donde todo estaba, si no completamente claro, sí más fresco y natural.

2 comentarios:

  1. Parafraseando a aquel:Hay libros que serían más claros si no pretendieran ser tan claros, ¿no?

    ResponderEliminar
  2. Eso es. Josep María Espinàs me decía que no hay libro que no gane recortándolo y que no pierda ampliándolo.

    ResponderEliminar

La clase discutidora

 I Esta mañana ha merecido la pena. He llegado a la estación de Atocha a las 10:02. Al salir del tren me ha recibido ese huraño frío mesetar...