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lunes, 10 de febrero de 2025

Estados de ánimo

 I

Cada vez me pasa lo mismo. Hay un momento, cuando estoy escribiendo un libro, en el que me pregunto si las páginas que llevo escritas merecen la pena, si pueden interesar a alguien, si están bien escritas, si está la tesis clara, si... y la respuesta siempre es la misma: esto no vale un céntimo de euro. La experiencia me aconseja dejar de escribir y esperar que pase el estado de ánimo pesimista, hasta que un día al levantarme el estado de ánimo sea otro. 

II

Los estados de ánimo no son educables. Van y vienen cuando quieren y se instalan en nosotros a su antojo. Son okupas anímicos. Lo más que puedes hacer con un estado de animo pesimista es dejarlo estar, que siga su curso y esperar a que te deje la casa vacía para correr a ocuparla tú.

II

Heidegger dio una gran importancia a los estados de ánimo, porque cada uno de ellos te descubre un mundo. Las cosas, para los humanos no son nunca meras cosas. Cuando abrimos los ojos para mirarlas ya están iluminadas por nuestro estado de ánimo.

III

Josep Maria Espinàs, con quien tuve el placer de trabajar en la edición de mi libro La escuela contra el mundo, me dio un consejos que se ha mostrado muy valiosos: no hay libro que no gane reduciéndolo.

1 comentario:

  1. Siempre que se escriba sin tener conciencia del tiempo ni del espacio, entonces se disfruta. Y si uno disfruta, qué más da el lector!
    E(R/S)

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