martes, 4 de febrero de 2025

En el mundo naciste

 I

Ando inmerso en el minucioso comentario de Heidegger del Sofista de Platón. Casi me he trasladado a vivir a sus páginas. En alguna de ellas me pasa lo que dicen que le pasó a Sócrates cuando leyó el Sobre la naturaleza de Heráclito: que entendió poco, pero lo que entendió le pareció sublimne.

II

Paso por aquí para recordar este soneto del inmortal Quevedo, titulado «Contra los que quieren gobernar el mundo y viven sin gobierno»:


En el mundo naciste, no a enmendarle,

sino a vivirle, Clito, y padecerle;

puedes, siendo prudente, conocerle;

podrás, si fueres bueno, despreciarle.


Tú debes, como huésped, habitarle

y para el otro mundo disponerle;

enemigo de l'alma, has de temerle,

y, patria, de tu cuerpo, tolerarle.


Vives mal presumidas y ambiciosas

horas, inútil número del suelo,

atento a sus quimeras engañosas;


pues, ocupado en un mordaz desvelo,

a ti no quieres enmendarte, y osas

enmendar en el mundo tierra y cielo.


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