Me alegra que siga entre nosotros (o eso parece) y haya decidido que invada Rusia su libro en vez de personificarse usted allí. Me alegra que resista entre nosotros, que no somos gente del todo mala sus paisanos. Me viene a la cabeza Ovidio mandando su libro a Roma, a donde él no puede volver. Aunque Rusia empiece también con R no es lo mismo, ya lo sé. Y además creo que a usted le dejarían (o le dejarán, si todavía no ha sido la presentación y tiene pensado ir) entrar, salir a veces es otra cosa. Su artículo en El Subjetivo me está preocupando. Tantas coincidencias en la opinión sobre muchas cosas con usted me hace pensar que, o soy un poco más lerdo de lo que creo y me apunto a lo último que leo, o participamos de la misma fuentecilla de sentido común. Eso, aunque luego cada hilillo de agua haya seguido su camino con mejor o peor fortuna, más o menos piedras y arregates, haya tenido más y mejor caudal, y vaya camino del mar como el Guadalquivir o como el Guadiana. Lo dice usted muy claro, muy ordenado y muy corto. Lo dicho, es decir, gracias.
Carlos Seco Serrano decía, pensando en los historiadores, que debían pensar siempre haciendo gala de una "simpatía universal" y con sorna recordaba a un profesor suyo que insistía en esa misma idea pero que matizaba "pero a ese tal Fernando VII, a ese rey felón, a ese no le perdono". No sé porque no iba uno a poder reflexionar sobre el pasado con ojos actuales, lo que no entiendo es porque esa mirada actual se presupone pobre y miope y no puede entender el contexto histórico de los hechos y parece que tiene que tomárselo todo a pecho como si de una cuestión personal se tratara...
Me alegra que siga entre nosotros (o eso parece) y haya decidido que invada Rusia su libro en vez de personificarse usted allí. Me alegra que resista entre nosotros, que no somos gente del todo mala sus paisanos. Me viene a la cabeza Ovidio mandando su libro a Roma, a donde él no puede volver. Aunque Rusia empiece también con R no es lo mismo, ya lo sé. Y además creo que a usted le dejarían (o le dejarán, si todavía no ha sido la presentación y tiene pensado ir) entrar, salir a veces es otra cosa. Su artículo en El Subjetivo me está preocupando. Tantas coincidencias en la opinión sobre muchas cosas con usted me hace pensar que, o soy un poco más lerdo de lo que creo y me apunto a lo último que leo, o participamos de la misma fuentecilla de sentido común. Eso, aunque luego cada hilillo de agua haya seguido su camino con mejor o peor fortuna, más o menos piedras y arregates, haya tenido más y mejor caudal, y vaya camino del mar como el Guadalquivir o como el Guadiana. Lo dice usted muy claro, muy ordenado y muy corto. Lo dicho, es decir, gracias.
ResponderEliminarNo se preocupe por las coincidencias,los dos podemos equivocarnos al unísono.
ResponderEliminarPues con errores unísonos de estos daría para fundar un partido político.
ResponderEliminarRoma locuta disputa finita.
EliminarGracias, Santo Padre.
Vaya a hablar con su Galileo de turno, que le estará muy reconocido.
Carlos Seco Serrano decía, pensando en los historiadores, que debían pensar siempre haciendo gala de una "simpatía universal" y con sorna recordaba a un profesor suyo que insistía en esa misma idea pero que matizaba "pero a ese tal Fernando VII, a ese rey felón, a ese no le perdono". No sé porque no iba uno a poder reflexionar sobre el pasado con ojos actuales, lo que no entiendo es porque esa mirada actual se presupone pobre y miope y no puede entender el contexto histórico de los hechos y parece que tiene que tomárselo todo a pecho como si de una cuestión personal se tratara...
ResponderEliminar