martes, 13 de agosto de 2019

No es bueno que el hombre este solito

I
No es bueno que el hombre esté solo. Dios sabía lo que se decía.

II
Sospecho que el hombre está hecho para protestar de mil futesas cuando su pareja está delante, pero no está hecho para protestar de nada cuando su pareja está ausente. Su ausencia nos deja sin manías. ¿Y qué es un hombre sin manías?

III
El hombre que prevé que estará solo hace planes minuciosos para aprovechar cada sorbo de soledad, pero después la soledad no le sabe a nada y se le va el tiempo como si tuviera un agujero por el bolsillo. Todo el tiempo es calderilla.

IV
Lo indudable es que el hombre no está hecho para dormir solo. Una cama es como una bici tandem, utilizarla solo es ridículo. Uno se pierde ante tantísimo espacio vacío. Ningún camino lleva a ninguna parte.

V
La soledad sabrosa es la que se disfruta cando sabes que ella está por casa. Pero una soledad sin ella por casa es estar perdido en el espacio. Uno va a la deriva, con el timón roto. No hay manera de concentrarse. Leer es una acción imposible. Escribir, una quimera. Uno vaga, como un planeta, en torno a una ausencia.

VI
¿Y esa tendencia natural de las cosas al desorden en cuanto ella está ausente? La rebelión de los objetos, oigan.

VII
Ayer salí a andar, me di un largo paseo y me llevé a Ravel conmigo. Pero vuelves a casa y nadie te pregunta qué tal, ni te hace. ninguna de esas preguntas rutinarias que llenan la rutina de sentido. La soledad es la rutina vacía.

VIII
Además, ella se va y agosto se pone revoltoso y tontaina. Dan ganas de vestirse de otoño.

IX
¿Y los programas insoportables que echan en la televisión cuando estás solo? No es que sean más insoportables que antes, es que es insoportable no tener a nadie para protestar de su vaciedad.
 
X
En fin, señoras, si me ven por la calle, denme un abrazo.

8 comentarios:

  1. "La soledad sabrosa es la que se disfruta cuando sabes que ella está por casa." Me ha recordado la frase de Adán «Allí donde estuviera ella, estaba el paraíso». (Los diarios de Adán y Eva. Mark Twain. Si no lo ha leído ya, permita que se lo aconseje vivamente).
    Supongo que es usted consciente de que tras su "vuelta" de un largo periodo sin publicar está mucho más personal. Y es un placer conocer esta nueva faceta en la que nos invita, no solo al Café de Ocata sino a su propio jardín.
    M.L.S.E.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Iba pidiéndome el cuerpo un cambio de tono, más de confidencia de barra a altas horas d la noche, que de festejo a media tarde. En ello estoy. Hay demasiado griterío por las redes, así que vamos a reivindicar el susurro.

      Eliminar
    2. No sólo de confidencia de barra a altas horas de la noche, sino también de ironía y autoironía, de humor muy fino, es decir profundo, filosófico.

      Prosa que sonríe y guiña el ojo al lector cómplice.

      Eliminar
  2. Extraño cómo este texto ME describe. ¡ Y yo que creía ser el único al que estas cosas le pasaban ! La VI me ha hecho reír: "¿Y esa tendencia natural de las cosas al desorden en cuanto ella está ausente? La rebelión de los objetos, oigan."

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Va comprendiendo uno con la edad que lo más íntimo suele ser lo más común. Por eso solemos entendernos bien cuando somos sinceros.

      Eliminar
  3. Escuché una vez aquello de «hambre que espera hartura no es hambre». Entiendo que son ganas de comer.

    Me va a permitir, don Gregorio, que me tome la libertad. Si me permite parafrasear, «soledad que espera compañía, no es soledad». Creo que es la impaciencia del yo dispar que ansía la cotidianidad del nosotros.

    ResponderEliminar

La Isla de Siltolá

 I Finalmente, después de varios intentos fallidos, el mensajero nos ha encontrado en casa y me ha entregado los ejemplares de Una triste bú...