I
“A veces se arrepiente uno de salir del baño”. Así empieza
el Ravel de Jean Echenoz, literatura, tout court. La literatura se reconoce
porque es un país que se habita de otra manera. No hay forma de saber a
priori cuál es esa otra manera de habitar. Cada autor es una forma de habitar de otra manera la literatura. Y si
no es así, será un escritor, pero no propiamente un autor.
II
Ravel es indirectamente uno de los protagonistas de un cuento
largo que hemos escrito mi nieto Bruno y yo titulado Mi familia es bestial. Se publicará en primavera. En
principio lo elegí porque me parecía un gesto de incorrección pedagógica. La música
que merece su nombre, como la literatura que merece su nombre exigen un
ejercicio de habituación a la forma de habitar el país que te proponen. La sensibilidad
literaria o musical no vienen nativamente afinadas. Requieren horas y horas de diapasón.
Pero cuando uno aprende a habitar el mundo con uno de los grandes -y Ravel es
de los más grandes- todo adquiere otra densidad. La música no se oye. En la música
se habita. La literatura no se lee. En la literatura se habita. Y estos habitar te descubren
pliegues insólitos del mundo, vetas de vida, filones existenciales.
III
El caso es que, tras introducir a Ravel en Mi familia es bestial, he
llegado a intimar con él. Y esto -más la intervención de B., mi ángel de la
guardia, dulce compañía que no me desampara ni de noche ni de día- me ha traído
hasta el Ravel de Echenoz. Tras él me espera el Ravel de Jankélévitch.
IV
Ravel conducía un camión durante la primera guerra mundial
por caminos altamente peligrosos, al alcance de las baterías enemigas. Un día el camión se estropeó y Ravel se quedó
a su lado, sin abandonarlo, entreteniéndose transcribiendo el canto de los pájaros,
que se habían habituado al estallido de bombas y obuses y no dejaban de cantar
desde las ramas de los árboles que, aunque heridos, continuaban en pie.
V
B., que es una mujer de izquierdas, me hizo hace unos días una pregunta sobre la situación
política española. Le respondí y ella me pidió que desarrollara esa respuesta.
Así lo hice, y hoy la publica El Mundo en su Tribuna.
VI
Yo tenía un sombrero:
Jean Echenoz...
ResponderEliminarhttps://fr.wikipedia.org/wiki/Ravel_(roman)
Maurice Ravel - Le jardin féerique (de Ma mère l'oye)
ResponderEliminarBerliner Philharmoniker - Gustavo Dudamel
https://www.youtube.com/watch?v=DTSey_og_hk
Me he partido de risa con la anécdota de los lanceros del marqués de Rozalejo, espero que no fuesen los que terminaron asesinándole...
ResponderEliminarEsque la historia que se escribe con letra pequeña es con frecuecia lo más interesante de la Historia.
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