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domingo, 4 de noviembre de 2018

Nosotros y la justicia

Esto lo escribí el 3 de noviembre de 2016: A las lágrimas de Sánchez.

Si lo reescribiera hoy, le añadiría dos cosas. 

1) Estas palabras que Antonio Maura pronunció en el Congreso el día 28 de noviembre de 1905: "Es un rasgo fisionómico del pueblo español la falta de fe en la legalidad, de persistencia y confianza en el uso del derecho, una propensión innata al atajo de la arbitrariedad… Ese atávico, incorregible amor a la arbitrariedad, ese desbordamiento del albedrío, es una sed de hidrópico, un apetito moroso que se excita por la dolencia, que con él se agrava”.

2) Este editorial de El periódico del viernes pasado:


Sí, lo han leído bien: "violentar" no es "violencia".

1 comentario:

  1. Las leyes se pueden violar (quebrantar), pero estrictamente no cabe violentarlas (emplear fuerza o intimidación contra ellas).

    De otro modo, cualquier incumplimiento de cualquier norma implicaría violencia (uso de fuerza física o moral contra algo o alguien). Creo que ningún sistema penal puede permitirse esa ambigüedad.

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