Uno tiene la sensación de que el triunfo de la cursilería emotivista es imparable y, lo que es peor, que la revolución emotivista no ha hecho sino empezar.
Supongo que conocen estos dos "avisos" que van en la misma línea: Sentimentalismo tóxico. Theodore Dalrymple. Qué le está pasando a la universidad. Un análisis sociológico de su infantilización. Frank Furedi.
Pero, efectivamente, puede ir a peor. Leo en "Magisterio" (31 de Octubre, nº 12.184)estos datos extraídos del Barómetro Cambridge Monitor: A la mitad del profesorado le gustaría ser más innovador pero “no le dejan”. "Nuevas metodologías La Educación en valores, el aprendizaje colaborativo y la Educación emocional son los enfoques metodológicos prioritarios en los que se interesan los docentes y, por ello, los que más aplican en sus aulas. Los objetivos educativos más importantes para los equipos son formar ciudadanos responsables, igualdad de oportunidades de género, respeto de la diversidad y resolver el bullying. En este sentido, consideran que, de estos objetivos educativos, el más implantado en los centros sería el respeto a la diversidad. Sin embargo, creen que uno de los conceptos menos implementados es formar ciudadanos felices." M.L.S.E.
A Dalrymple lo conozco y creo que bien. Siento no poder decir lo mismo de Furedi. Con respecto a los datos que usted aduce, parece evidente que por ahí van los tiros. Ahora bien, el mercado suele tender a compensar lo que la ideología desequilibra y estamos viendo ya cómo a medida que la escuela se ideología, las academias privadas se "cognitivizan" (perdón por el término). 9 de cada 10 niños españoles hacen actividades extraescolares y 3 de cada 5, hacen más de 2 actividades a la semana. Cada vez hay más niños que viajan al extranjero a aprender idiomas y más cursos en internet sobre materias básicas (matemáticas, por ejemplo) y los llamados "juguetes STEM" están inundando el mercado. Si esto es cierto, entonces la escuela se estaría convirtiendo, en contra de lsus pretensiones, en un fenomenal potenciador de desigualdades, porque dejaría en manos del poder adquisitivo de las familias la posibilidad de compensar la educación del niño. En resumen: me parece que las familias que pueden permitírselo, ya asumen que han de responsabilizares de la trayectoria educativa de sus hijos y que en esa trayectoria la escuela es una parte "progresivamente" decreciente.
Entiendo, pues, y comparto, que la escuela debe conservar su papel de transmisor de conocimiento y los valores asociados, que no ideologías (en la medida que ello es posible conscientemente) dentro del horario escolar. Pero ¿bastaría con eso para no decrecer más? ¿debe parar ahí su función o, ya que en muchos centros hay oferta de extraescolares por maestros, promover algo más que mandalas, manualidades y mindfulness? M.L.S.E.
La realidad escolar es muy compleja y lo que se dice que se hace con frecuencia tiene muy poco que ver con las prácticas reales. Hay muchas escuelas que se han dado cuenta de que con el fomento de lo que podemos llamar las "virtudes suaves" sólo se capacita a un alumno para vivir en un mundo suave. Por eso ofrecen extraescolares muy diferentes a las habituales: clubs de ciencias, de fotografía, etc. Otras organizan corales de padres y alumnos. Estuve recientemente en una que está preparando ni más ni menos que el Mesías de Händel. Es decir, que el llamado sistema escolar es poco sistema y solo de manera muy heterogénea es escolar. Fíjese también que a la hora de las matrículas todos los centros con buenos resultados en selectividad hacen de ellos un motivo publicitario.
Estimado don Gregorio, Querría introducirme en la lectura de los diálogos platónicos y me gustaría saber qué traducciones al castellano o al catalán me recomendaría. Tengo algunos volúmenes de Alianza traducidos por Carlos García Gual („El banquete“), Luis Gil („Fedón“ y „Fedro“) y José Manuel Pabón y Manuel Fernández-Galiano („La República“), pero no sé si hay ediciones mejores (las de Gredos, por ejemplo). Muchas gracias.
Gracias, David, por la confianza implícita en la pregunta. La verdad es que a Platón no se lo lee, sino que se lo relee. Si comienzas a leer partiendo de esta premisa, ganarás mucho. Cada lectura de un diálogo de Platón lo que te permite es volver a leerlo de forma más inteligente. Si tienes algunas nociones de griego, busca las ediciones bilingües. Si no es así, las de Gredos están bien. En catalán tienes la Bernat Metge, que aunque a veces utiliza un catalán que a mi me cuesta entender más que el griego, son ediciones de referencia. Si te desenvuelves con el francés, mi consejo es Les Belles Lettres. Hay ediciones muy asequibles, de bolsillo: Classiques en Poche. Pero hagas lo que hagas, intenta disfrutar. Y aquí me tienes para lo que te apetezca consultar.
https://www.nuevarevista.net/destacados/la-sobreproteccion-de-la-mente-americana/
ResponderEliminarUno tiene la sensación de que el triunfo de la cursilería emotivista es imparable y, lo que es peor, que la revolución emotivista no ha hecho sino empezar.
EliminarSupongo que conocen estos dos "avisos" que van en la misma línea:
EliminarSentimentalismo tóxico. Theodore Dalrymple.
Qué le está pasando a la universidad. Un análisis sociológico de su infantilización. Frank Furedi.
Pero, efectivamente, puede ir a peor. Leo en "Magisterio" (31 de Octubre, nº 12.184)estos datos extraídos del Barómetro Cambridge Monitor:
A la mitad del profesorado le gustaría ser más innovador pero “no le dejan”.
"Nuevas metodologías
La Educación en valores, el aprendizaje colaborativo y la
Educación emocional son los enfoques metodológicos prioritarios en los que se interesan los docentes y, por ello, los que más aplican en sus aulas. Los objetivos educativos más importantes para los equipos son formar ciudadanos responsables, igualdad de oportunidades de género, respeto de la diversidad y resolver el bullying.
En este sentido, consideran que, de estos objetivos educativos, el más implantado en los centros sería el respeto a la diversidad. Sin embargo, creen que uno de los conceptos menos implementados es formar ciudadanos felices."
M.L.S.E.
A Dalrymple lo conozco y creo que bien. Siento no poder decir lo mismo de Furedi. Con respecto a los datos que usted aduce, parece evidente que por ahí van los tiros. Ahora bien, el mercado suele tender a compensar lo que la ideología desequilibra y estamos viendo ya cómo a medida que la escuela se ideología, las academias privadas se "cognitivizan" (perdón por el término). 9 de cada 10 niños españoles hacen actividades extraescolares y 3 de cada 5, hacen más de 2 actividades a la semana. Cada vez hay más niños que viajan al extranjero a aprender idiomas y más cursos en internet sobre materias básicas (matemáticas, por ejemplo) y los llamados "juguetes STEM" están inundando el mercado. Si esto es cierto, entonces la escuela se estaría convirtiendo, en contra de lsus pretensiones, en un fenomenal potenciador de desigualdades, porque dejaría en manos del poder adquisitivo de las familias la posibilidad de compensar la educación del niño. En resumen: me parece que las familias que pueden permitírselo, ya asumen que han de responsabilizares de la trayectoria educativa de sus hijos y que en esa trayectoria la escuela es una parte "progresivamente" decreciente.
EliminarEntiendo, pues, y comparto, que la escuela debe conservar su papel de transmisor de conocimiento y los valores asociados, que no ideologías (en la medida que ello es posible conscientemente) dentro del horario escolar. Pero ¿bastaría con eso para no decrecer más? ¿debe parar ahí su función o, ya que en muchos centros hay oferta de extraescolares por maestros, promover algo más que mandalas, manualidades y mindfulness?
ResponderEliminarM.L.S.E.
La realidad escolar es muy compleja y lo que se dice que se hace con frecuencia tiene muy poco que ver con las prácticas reales. Hay muchas escuelas que se han dado cuenta de que con el fomento de lo que podemos llamar las "virtudes suaves" sólo se capacita a un alumno para vivir en un mundo suave. Por eso ofrecen extraescolares muy diferentes a las habituales: clubs de ciencias, de fotografía, etc. Otras organizan corales de padres y alumnos. Estuve recientemente en una que está preparando ni más ni menos que el Mesías de Händel. Es decir, que el llamado sistema escolar es poco sistema y solo de manera muy heterogénea es escolar. Fíjese también que a la hora de las matrículas todos los centros con buenos resultados en selectividad hacen de ellos un motivo publicitario.
EliminarEstimado don Gregorio,
ResponderEliminarQuerría introducirme en la lectura de los diálogos platónicos y me gustaría saber qué traducciones al castellano o al catalán me recomendaría. Tengo algunos volúmenes de Alianza traducidos por Carlos García Gual („El banquete“), Luis Gil („Fedón“ y „Fedro“) y José Manuel Pabón y Manuel Fernández-Galiano („La República“), pero no sé si hay ediciones mejores (las de Gredos, por ejemplo). Muchas gracias.
Gracias, David, por la confianza implícita en la pregunta. La verdad es que a Platón no se lo lee, sino que se lo relee. Si comienzas a leer partiendo de esta premisa, ganarás mucho. Cada lectura de un diálogo de Platón lo que te permite es volver a leerlo de forma más inteligente. Si tienes algunas nociones de griego, busca las ediciones bilingües. Si no es así, las de Gredos están bien. En catalán tienes la Bernat Metge, que aunque a veces utiliza un catalán que a mi me cuesta entender más que el griego, son ediciones de referencia. Si te desenvuelves con el francés, mi consejo es Les Belles Lettres. Hay ediciones muy asequibles, de bolsillo: Classiques en Poche. Pero hagas lo que hagas, intenta disfrutar. Y aquí me tienes para lo que te apetezca consultar.
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