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Los sueños rotos
I II He cocinado rabo de toro a la cordobesa. Creo que no les diré a mis nietos qué carne es... al menos hasta saber si les gusta. Cuatro g...
I II He cocinado rabo de toro a la cordobesa. Creo que no les diré a mis nietos qué carne es... al menos hasta saber si les gusta. Cuatro g...
¡Cómo me gustaría escucharle! y Fantástico el efecto Mateo; ciertamente, esta el efecto Woodley, creo que tiene razón se amplían los extremos, personas más inteligentes y personas más limitadas se abre la brecha, a causa de los estereotipos. Hacen falta más filósofos en las aulas como Ud. elevando el sentido crítico. Paradojas de la vida, el cerebro es el órgano que más energia consume, y pensar más, si ciertamente sólo pensar consume energia, aunque no lo parezca; y por el principio de conservación de la energía (ahorrarla para cuando se necesite) justifican los estereotipos, pero si no hay inteligencia no hay superación, y seguiríamos estancados en las praderas como cazadores y recolectores. Suerte profesor, aunque una persona como Ud. no la necesita. Saludos cordiales Maestro.
ResponderEliminarSeguro que lo ha leído profesor, pero por si acaso el articulo de el país sobre Neuroeducación, creo que le gustara; estoy de acuerdo con Ud. El esfuerzo; pero también con el estímulo del entusiasmo, que hay que saber despertar, el eterno saber de la curiosidad. https://elpais.com/economia/2018/02/16/actualidad/1518783405_526230.html
ResponderEliminarLa neurociencia no tiene la receta de la educación, pero apunta maneras y en defensa de la pedagogia.