Me llamó hace dos semanas una periodista para concretar una entrevista. Para situarme en el ambiente de su revista me dio los nombres de las personas a las que había entrevistado previamente, dando por supuesto, no sé por qué, que yo estaba en su onda.
- Pero yo poco tengo que ver con los nombres que me has citado -le hice observar.
- ¿Qué quieres decir?
- Pues que comparado con todos ellos yo soy un conservador y casi un carcamal.
- ¡Ja, ja, ja!
- ¿No te lo crees?
- No, porque me han dicho que eres muy majo.
- No sé como tomarme eso de majo
- ¡Oye, que me estás asustando!
- Mira, hacemos una cosa. Te informas mejor sobre mi y me vuelves a llamar... o no.
Me volvió a llamar la semana pasada.
- Me he leído algunas cosas tuyas y estoy bastante de acuerdo. Me habías asustado.
- ¿Por qué?
- Porque creía que lo de conservador iba en serio y me iba a encontrar con alguien de derechas.
Ayer tuvimos la entrevista y hoy nos hemos intercambiado varios mensajes.
- Estoy muy contenta, ha quedado muy bien.
- Pero estarás conmigo en que poco tiene que ver con tus anteriores entrevistas.
- Me has hecho pensar.
- Eso siempre está bien.
- Pero ya te dije que fui con miedo pensando que podrías ser de derechas.
There is only the trying, the rest is not our business
ResponderEliminarAhora mismo estoy pensando si considerarle de derechas.
ResponderEliminarLa demonización del otro, ¿periodista? Terrible. Y el de derechas tendría que aparentar serlo menos, un gentleman inglés a lo Burke e incluso más allá, a lo De Maistre. Y parece que se lo tragó.
ResponderEliminarCave canem
ResponderEliminar"L'objectif, c'est de faire du philosophe un paria, de le discréditer moralement, de le transformer en infréquentable, qui ne sera plus convoqué dans le débat public qu'à la manière d'un repoussoir, sans cesse obligé de se justifier d'exister"
http://www.lefigaro.fr/vox/monde/2017/12/14/31002-20171214ARTFIG00222-mathieu-bock-cote-finkielkraut-voila-l-ennemi.php