Buscar este blog

lunes, 14 de diciembre de 2015

¿Hay que desarrollar todas las potencialidades del niño?

¡Qué lástima que sus padres no le reprimieran alguna a esta criatura!


5 comentarios:

  1. Lo pone en la propia foto (hitler). Lo que fue después no creo tenga a ver con los padres o la escuela, fue producto de un cúmulo de circunstancias que en teoría jamás debían de haberse producido hasta entronizarlo en el poder.
    Hay un libro de un psicólogo alemán que estudia la figura de Adolfo des de la juventud en Viena hasta el momento en que llega al poder, lamento no recordar el nombre del autor, pero explica muy bien el cúmulo de circunstancias anómalas que le permitieron llegar al poder. Y luego, como no le habían desarrollado todas las potencialidades cuando niño, fracasó, y fracasó por que era bastante justito en muchos aspectos.
    Lo que me sorprende y fascina es la mirada de la foto, no es la mirada de un niño......

    ResponderEliminar
  2. Bueno, los padres tampoco no eran seguidores de la escuela activa ni de la pedagogia vivencial. Eso que dice Francesc, las circunstancias, yo no veo nada raro en la mirada, la verdad, y menos se puede apreciar en las fotos de esa época.

    ResponderEliminar
  3. Del libro "Hombres en el Puente" de
    WISŁAWA SZYMBORSKA

    ¿Quién es ese rorro en pañales?
    ¡Vaya, es Adolfito, el hijo de los señores Hitler!
    ¿Llegará a ser doctor en derecho?
    ¿Tenor de la ópera de Viena?
    ¿De quién es esa manita?, ¿y esa orejona?, ¿y el ojito y la naricilla?
    De quién es la pancita llena de leche aún no se sabe:
    ¿de un impresor, un médico, un comerciante o un cura?
    ¿Adónde llegarán esas piernecitas tan graciosas, adónde?
    ¿Al jardín, a la escuela, a la oficina, al matrimonio
    quizá con la hija del alcalde?
    -
    Nene, angelito, rey de la casa, solete,
    cuando vino al mundo hace ahora un año
    no faltaron señales en la tierra y en el cielo:
    sol primaveral, geranios en las ventanas,
    música de organillo en el patio de casa,
    un buen augurio envuelto en papel rosado,
    el sueño profético de la madre antes del parto:
    ver una paloma en sueños -albricias cogerla
    con la mano-, el huésped tan esperado esta al llegar.
    Tac, tac, ¿quién es?, el corazón de Adolfito palpita.
    -
    Babero, chupete, pañal, sonajero,
    el crío, gracias a Dios y toquemos madera,
    está sano, un gatito en su cestita, se parece a sus padres
    y a los niños de todos los álbumes familiares.
    No, ahora nada de berrinches, ¿eh?,
    debajo de esta tela negra el fotógrafo hará ¡clic!
    -
    Estudio Klinger, Grabenstrasse Braunen,
    y Braunen es un pueblo pequeño pero digno,
    establecimientos de confianza, bonachones vecinos,
    olor a bizcocho y a jabón de saín.
    No se oye aullar a los perros ni los pasos del destino.
    El profesor de historia se afloja el cuello
    y bosteza sobre los cuadernos.

    ----------------------
    (Athini Glaucopis)

    ResponderEliminar

La piel de la culebra

I  No nos podemos bañar dos veces en el mismo río, decía Heráclito. II Todo cambia y nosotros con ello. Pero el ritmo del cambio se manifies...