Aun nos falta para llegar a Indonesia. Y que el exceso de saber deja vacíos los cuadrantes de la felicidad. No se puede servir a dos dioses.
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I Como con frecuencia me cuesta decir que no, me veo obligado a asumir las consecuencias de mi pusilanimidad: vivo bajo un alud de comprom...
Aun nos falta para llegar a Indonesia. Y que el exceso de saber deja vacíos los cuadrantes de la felicidad. No se puede servir a dos dioses.
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